Esto terminará en desastre, deberían estar
preocupados: Jim Rogers
FORBES - sábado, 27 de febrero de 2016
En este espacio damos seguimiento
puntual a las apariciones públicas de uno de los inversores más famosos de Wall
Street, Jim Rogers –el gurú de las materias primas–, a quien, por cierto, ya
hemos entrevistado. Jim es un viejo “lobo de mar” que ha hecho su fortuna en
los mercados de acciones, bonos, divisas, commodities, etc., por lo que sus
advertencias no las debemos pasar por alto.
En una de sus más recientes
entrevistas, Rogers dijo a CNN que, de plano, el mundo tiene “un montón de
académicos y burócratas que no tienen idea de lo que están haciendo”. Se
refiere, por supuesto, a nuestros políticos y gobernadores de los bancos
centrales, que con sus políticas de “estímulo” supuestamente pretenden hacer
crecer la economía. Grave error.
En realidad, nos dice Rogers, en
su origen los bancos centrales fueron creados para tener una “divisa estable” y
fungir como prestamistas de última instancia en momentos críticos, cuando la
gente está desesperada. No obstante, eso ha cambiado.
Ahora –asegura el inversor
estadounidense–, los bancos centrales trabajan bajo la idea de que están para
hacer subir los mercados bursátiles y mantener los mercados financieros. Esto
significa que su trabajo ahora sirve “para que los brokers conserven sus
Lamborghinis”, algo que, con razón, califica de “indignante”.
El problema es que nada de esto
soluciona el problema de fondo: el exceso de deuda, crédito y consumo en la
economía. De manera que gobiernos y autoridades monetarias pretenden combatir
la enfermedad con más de lo que la provocó, algo que aquí hemos criticado con
mucha severidad y advertido de sus consecuencias.
Rogers hace lo propio. Los bancos
centrales “entre más hacen (por estimular la economía y los mercados) empeoran
la situación”. Las rondas de estímulo monetario conocidas como “flexibilización
cuantitativa” (QE, en inglés), no han funcionado; no obstante, continúan
intentando revivir la economía llegando al extremo. Por ejemplo, ya cunden en
buena parte del mundo desarrollado las tasas de interés negativas –como en
Europa, Japón, Suiza, etc.–, pero al igual que las tasas en cero y las
inyecciones de liquidez, fracasarán.
Lo malo, afirma Rogers, es que
todos pagaremos un precio muy alto por la incompetencia de los banqueros
centrales. Jim lanza una advertencia: “Esto va a ser un desastre al final,
deberían estar muy preocupados y preparados.”
La conductora le cuestionó sobre
qué pensaba que ocurrirá entonces, a lo que Rogers contestó que si los bancos
centrales dicen “los vamos a salvar” de nueva cuenta, las bolsas de valores van
a subir. Pero el resto de este año y el siguiente “vamos a tener momentos
terribles en los mercados financieros”.
Los bancos centrales seguirán
tratando de hacer algo. Piensa que ya no le llamarán “flexibilización
cuantitativa” a sus programas, para no parecer locos, pero quizás hasta compren
acciones de forma directa para levantar las bolsas.
A propósito, Jim subraya que los
mercados accionarios en Estados Unidos acumulan más de siete años al alza, algo
que “no es normal”, puesto que tienen que ocurrir correcciones (bajas) y
desaceleraciones económicas. “Ésa es la manera en que el mundo siempre ha
funcionado, pero estos muchachos creen que son más inteligentes que el mercado.
No lo son.”
Como queda claro, la vieja
recomendación de prepararse en tiempos de calma –como el que en apariencia se
vive en el tipo de cambio del peso frente al dólar– para la tormenta es más
vigente que nunca.
Guillermo Barba-Economista de la
Escuela Austríaca y periodista mexicano, autor del blog Inteligencia Financiera
Global. Experto en mercados de oro y plata y comentarista de TV en Proyecto 40
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