¿Quién quiere perder su negocio?
FORBES - martes, 2 de febrero de 2016
Tu empresa está en peligro si no
inviertes en tecnología en 2016. Quien no lo haga perderá grandes oportunidades
de negocio. Pero ¿cómo hacerlo y en qué hacerlo?
En 2015, México destinó unos
62,243 millones de pesos en ciencia, tecnología e innovación[1], una cifra que
coloca a nuestro país como uno de los que menos invierte en ese rubro dentro de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La cifra apenas representa 0.5%
del Producto Interno Bruto, una cantidad que palidece frente a lo que invierten
otras naciones de la OCDE como Finlandia, Japón y Suecia, que destinan más de
3%.
Históricamente se ha comprobado
que los países que invierten en investigación, tecnología e innovación logran
impulsar el crecimiento y desarrollo al generar valor a través del
conocimiento.
No es de sorprender que sean los
países más desarrollados los que canalicen más recursos a este rubro, en que el
sector privado forma parte fundamental.
Los beneficios que han obtenido
son muchos: tienen empresas más competitivas que operan a nivel internacional y
un crecimiento por demás sorprendente. No invierten en tecnología porque son
desarrollados; se desarrollaron por invertir en tecnología.
Es por ello que creo firmemente
que en 2016 las empresas mexicanas tendrán que invertir más en tecnología.
Quien no lo haga perderá grandes oportunidades de negocio, pero ¿cómo hacerlo y
en qué hacerlo?
A nivel general podríamos decir
que las inversiones tecnológicas durante el año deberán apuntar a sacar
provecho a la creciente tendencia de que cada vez más cosas estén conectadas a
internet, a usar la tecnología para mejorar diversos procesos productivos, a
producir mejoras en la experiencia que damos a los clientes, y a mejorar la
toma de decisiones con la obtención y análisis de datos en tiempo real.
En ese sentido, los meses que
vienen serán cruciales para el desarrollo y crecimiento de diferentes sectores
industriales y productivos en México.
La competencia por ganar un
cliente o prestar un mejor servicio es cada vez más fuerte, por lo que en 2016
muchas empresas mexicanas estarán iniciando o reforzando su camino digital. Es
por ello que hay sectores específicos que deberán prepararse con mayor ímpetu
para hacer frente a los nuevos desafíos.
En un primer nivel están los
sectores de retail, manufacturero y energético, que este año deberán apostar
por incrementar sus inversiones en tecnología y rediseñar sus planes
tecnológicos para dar respuesta a las demandas que exige el mercado actual,
pero sobre todo a clientes cada vez más informados y conectados.
Muy cerca está el sector público
o de gobierno, que tendrá que apalancarse en la tecnología para modernizarse y
mejorar sus indicadores de atención y servicio a los ciudadanos.
Y no hay que dejar de lado a las
pymes, que no sólo tienen en la tecnología el aliado perfecto para intentar
crecer en mercados cada vez más competidos, sino su propio motor para ser más
eficientes y asertivas en sus acciones y decisiones.
De acuerdo con IDC, muchas
compañías estarán iniciando su ‘camino digital’ en 2016, pasando de
experiencias y productos digitales inconsistentes a su creación de manera
‘gerenciada’, repetible, y finalmente disruptiva, usando tecnología digital de
Tercera Plataforma (mejor conocida como el Internet de las Cosas) en su modelo
de negocio.
La firma de consultoría estima
que 4,500 millones de dólares de nuevo gasto en TI serán motivados por
iniciativas de transformación digital en las empresas latinas para este año.
Si nos atenemos a lo que prevé
esta consultora, en 2018 al menos la mitad del gasto de TI estará basado en la
nube, alcanzando 60% de toda la infraestructura de TI, y entre 60% y 70% de
todo el gasto de software, servicios y tecnología en 2020.
También debemos considerar
estimaciones como las de Cisco, que señalan que en los próximos 10 años el
valor potencial de la conexión de personas, procesos, datos y cosas generará
197,000 millones de dólares en México, 34,000 millones en el sector público y 163,000
millones en el privado.
Bajo esta perspectiva, un sector
como el de retail, por ejemplo, cuyo mercado en México tiene un valor de casi
tres billones y medio de pesos, en los próximos años podría estar registrando
un crecimiento de 19% impulsado principalmente por el aumento del segmento
non-store, o lo que se conoce en el mercado como “sin tienda fìja”, y
estimulado por el comercio electrónico (según datos de Euromonitor).
La proliferación de dispositivos
móviles como smartphones y tabletas, que según la Asociación Mexicana de
Internet (AMIPCI) ya alcanzan los 38.5 millones en el país, ha venido
impulsando el crecimiento de la compra de artículos y servicios a través de
este medio, lo que obliga al sector retail a mantenerse competitivo, en lo que
la tecnología juega un papel fundamental.
Sectores como el manufacturero,
energético y gubernamental, por su parte, tienen que establecer políticas que
los ayuden a impulsar su competitividad. Puntualmente, el gobierno deberá
apostar por tecnologías de control y automatización que ayuden a las ciudades
mexicanas a ser inteligentes y competitivas a nivel internacional.
En ese sentido, las instituciones
del gobierno federal, las paraestatales y los gobiernos regionales, con ayuda
de la iniciativa privada, deberán incrementar su apuesta por crear sistemas de
ahorro y medición de consumo de energía y agua, y contar con tecnología que les
permitan implementar sistemas de seguridad pública y transporte más eficientes
y automatizados.
Hay que apostar por tener ciudades
inteligentes que ayuden a impulsar el desarrollo económico nacional a través de
la generación de empleos y de impactar la calidad de vida de las personas
facilitando su día a día.
Mientras, el sector energético
tendrá que apostar por apalancar su crecimiento a través de la oferta de
mejores productos y servicios. En los próximos años se espera que este sector
registrará un boom con la reforma energética, con una derrama económica de
60,000 millones de dólares al año, debido a que las empresas de todo tipo y
tamaño tienen la oportunidad de incursionar directamente en la comercialización
de hidrocarburos, en la petroquímica y la generación de electricidad, o bien,
en el mantenimiento de refinerías, la construcción de plataformas, instalación
de torres o la fabricación de insumos para el sector.
De ahí la importancia de que el
sector le apueste al uso de la tecnología para hacer estas inversiones más
productivas, inteligentes, eficientes y rentables. La diferencia no va a estar
sólo en el tipo y la calidad del producto ofrecido, sino en la calidad del
servicio proporcionado, en la habilitación de nuevos modelos de negocios y en
la generación de valor adicional en toda la cadena de suministro.
La industria manufacturera, que
no pasa por sus mejores momentos debido a la inestabilidad financiera mundial,
registró que el Índice de Confianza Empresarial en noviembre de 2015 disminuyó
1.7 comparado con el mismo lapso de 2014. No obstante un panorama adverso, el
sector apuesta por seguir invirtiendo, según dan cuenta las cifras más
recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por su parte, el Índice de
Pedidos Manufactureros (IPM) mostró un nivel de 52.1 puntos en noviembre
pasado, indicador que suma 75 meses consecutivos situándose por encima del
umbral de 50 puntos, mientras que el volumen de personal ocupado creció 0.29
puntos y la oportunidad en la entrega de insumos por parte de los proveedores
aumentó 0.24 puntos.
Las cifras dan muestra de que
este sector seguirá dando batalla para crecer este año; por lo tanto, requerirá
de herramientas tecnológicas que le ayuden a alcanzar sus objetivos.
El 2016 debe ser el año en que la
tecnología empiece a ser parte fundamental del accionar de las empresas
mexicanas, no sólo para satisfacer la demanda de los consumidores, sino también
como un habilitador para diferenciarse de la competencia y optimizar diferentes
áreas al interior de las empresas nacionales en los próximos años.
La inversión y el uso en
tecnología es el camino, y servirá para hacer más competitivos e innovadores a
estos importantes sectores económicos en México.
[1]Según se detalla en el
Presupuesto de Egresos de la Federación (para este año el monto es de 59,963
millones de pesos).
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