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lunes, 7 de abril de 2008

Futuro

El futuro de América Latina

Nuevo libro advierte que América Latina está en peligro de “perder relevancia en el escenario mundial”.
Los recursos naturales y las exportaciones de alta tecnología son el futuro nicho de la región en la economía mundial.
Debido al alto precio de los productos básicos, existe la oportunidad de avanzar más rápidamente hacia la modernización.
Las naciones de la región deben impulsar la innovación y sacar provecho de sus ventajas geográficas.

Hace tres años, Andrés Oppenheimer, autor ganador del Premio Pullitzer, abrió un acalorado debate en Sudamérica con su libro “Cuentos Chinos”. El libro advertía que el auge económico de la región basado en la comercialización de productos básicos no deja ver el hecho de que América Latina se está quedando rezagada respecto del resto del mundo en desarrollo, en particular de Asia.

Peor aún, América Latina corre el riesgo de perder relevancia en el escenario mundial en los próximos 20 años, afirma Oppenheimer en la edición en inglés de su nuevo libro, "Saving the Americas: The Dangerous Decline of Latin America and What the US Must Do". i

A juzgar por la gran cantidad de personas que saludó al columnista del Miami Herald en la librería del Banco Mundial, su evaluación también ha tenido resonancia fuera de América Latina.

Por una parte, los signos vitales de la región parecen ser bastante sólidos, como Oppenheimer reconoce. La venta de petróleo, cobre y otros productos básicos está en auge. La tasa de crecimiento económico promedio está en torno al 5% y unos pocos países incluso superan esa cifra.

Sin embargo, Oppenheimer y otros advierten que el crecimiento de América Latina va a la zaga del de otras regiones en desarrollo. A su vez, dicho crecimiento no ha redundado en una mayor equidad en la región. América Latina todavía sufre de enormes brechas entre ricos y pobres, incluso si se compara con países asiáticos de crecimiento rápido como China e India, donde se ha logrado reducir drásticamente la pobreza.

En lugar de abrir sus puertas a la inversión extranjera y nacional, como los países asiáticos, los países latinoamericanos han fracasado en la solución de algunos problemas, como la delincuencia y el clima poco favorable para los negocios. Son factores que desaniman a inversionistas y empresas nacionales y extranjeras, señala Oppenheimer, quien durante la investigación para su libro visitó 10 países de América Latina, China, India y Europa.
El problema más grave, agrega, es el estancamiento de América Latina en materia de educación, ciencia y tecnología.

"Mientras Asia y Europa oriental han logrado incrementar sostenidamente la mano de obra altamente calificada, la mayoría de los países latinoamericanos apenas ha logrado modificar sus obsoletos sistemas de educación", agrega.

Algunos hechos positivos
Los economistas del Banco Mundial concuerdan en que la región deberá enfrentar grandes desafíos en los años por venir. El ascenso de China e India a la condición de importantes protagonistas en la economía mundial obliga a América Latina a adaptarse o quedar a la zaga. No obstante, el panorama para la región es menos oscuro que lo que se pronostica en Saving the Americas.

“Yo soy un algo más optimista”, declara Augusto de la Torre, Economista principal de la oficina del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. “Al observar los signos actuales, se puede decir que no todo está bien todavía, pero se pueden identificar algunos hechos positivos. Eso es lo más favorable de todo”.

Un estudio realizado en 2006 concluyó que la creciente presencia de China e India en la economía mundial de hecho puede ayudar a América Latina. Los dos gigantes asiáticos son compradores importantes de productos básicos de América Latina, como granos, metales industriales, petróleo y otras fuentes de energía.

Si bien el crecimiento general de América Latina, de 5,1% en 2007, es menor que el de China e India, algunos países como Panamá, Perú, Argentina y Colombia han alcanzado tasas similares a las de Asia en los últimos cuatro o cinco años y “han comenzado a demostrar un dinamismo económico que podría incentivar la tendencia de crecimiento”, dice de la Torre.

Él resalta que “el crecimiento de los últimos cinco años se ha visto promovido por políticas fiscales y monetarias más sólidas. Hoy la región está mejor preparada que en el pasado para resistir crisis externas”.

Por primera vez en una generación, la economía más grande de la región, Brasil, disfrutó de un crecimiento económico sostenido de 4,8% en 2007, una tasa de inflación mucho menor que ronda el 4% y mejoras en el bienestar social, como una matrícula escolar de 97% entre los niños de siete a 14 años. Por su parte, los índices de pobreza han caído de 52% de la población en el decenio de 1990 a 38% en 2005.

Una oportunidad temporal para cerrar las brechas en competitividad
“Históricamente, la región ha sido incapaz de generar un crecimiento económico sólido y sostenido, con la notable excepción de Chile desde mediados de la década de 1980. Pero eso puede estar cambiando”, agrega el Economista principal y destaca que “algunos países de América Latina han logrado aprovechar la oportunidad temporal que le brinda el entorno externo favorable de los últimos años para disminuir algunas de las brechas más profundas. Esto les ha permitido generar mejoras en la productividad y al mismo tiempo avanzar hacia una mayor equidad”.

Con lo anterior se refiere a brechas en la calidad de la educación, capacidad de innovación y de adopción y adaptación de innovaciones, cantidad y calidad de la infraestructura física y confiabilidad de las instituciones contractuales.

Los países de América Latina pueden usar sus recursos naturales a modo de trampolín hacia la prosperidad, dice de la Torre, pero para “efectivamente avanzar e incrementar el crecimiento económico en el largo plazo, es necesario incorporar instituciones, innovación, emprendimiento y mano de obra calificada” a la receta para crear un “círculo virtuoso de crecimiento de la productividad”. “Es ahí donde debe estar el foco de atención de las políticas nacionales”, agrega.


Movilidad de los talentos
Oppenheimer destaca que en América Latina hay bastantes abogados, economistas e incluso bastantes médicos, pero muy pocos ingenieros. En la región se realiza apenas 19% de la investigación y desarrollo de todo el mundo. De las 200 mejores universidades del mundo, sólo tres están en América Latina, agrega.

“Existe un déficit de personas con conocimientos adecuados en ciencia y matemáticas, un importante déficit”, puntualiza de la Torre. “América Latina necesita un mayor nivel de emprendimiento, así como mejorar su capacidad de adaptación y aprendizaje rápido”.

Con miras a impulsar la innovación, el emprendimiento y el mayor crecimiento económico en el país, Chile trabaja con el Banco Mundial para modernizar su sistema de innovación y forjar vínculos más sólidos entre universidades, centros de investigación y el sector privado.

La idea es mejorar la “capacidad de aprendizaje nacional” del país, es decir, la capacidad para inventar y adoptar nuevas tecnologías, técnicas de producción y modos de organización a fin de alcanzar y mantener el estatus innovador de las industrias actuales y futuras, señala Bill Maloney, Economista principal del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

Una parte importante de esta formación de capacidades es asegurar que América Latina tenga acceso a los conocimientos, las habilidades y las redes del extranjero, destaca Maloney.

“Es necesario participar en el mercado global y tener movilidad de los talentos, esto es, que las personas vayan al extranjero y regresen”.

Panamá: El posible “Singapur de América Latina”
En otros casos, quizás el mundo venga a América Latina. En Panamá, grandes empresas como Hewlett Packard y Caterpillar han establecido centros de servicios de primer nivel y han forjado vínculos de colaboración con la Universidad Politécnica de Panamá a fin de velar por el suministro de ingenieros y técnicos calificados. Panamá, dado su “ubicación geográfica privilegiada”, tiene el potencial de convertirse en un tipo de “Singapur de América Latina”, afirma de la Torre.

Las oportunidades: El desafío de mañana
"América Latina se preocupa mucho por la desigualdad. Sin embargo, debería preocuparse más por la oportunidad. El objetivo no debe estar centrado en la igualdad, sino en la equidad, es decir, que sus ciudadanos puedan desempeñarse en igualdad de condiciones", puntualiza Marcelo Giugale, Director de Programas de política económica y lucha contra la pobreza de la oficina del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

"En los países de nuestra región, todavía pesa demasiado el patrimonio que tiene tu familia, de qué color es tu piel, qué nivel de educación tienen tus padres o si naciste en la ciudad o en el campo. Las circunstancias son más valiosas que tus esfuerzos. A medida que avanzamos hacia el estatus de ingreso mediano alto, las políticas públicas deberán ser impulsadas por estrategias que permitan restarle importancia a dichas circunstancias".

"La oportunidad es el desafío del mañana, esto es, si los gobiernos logran o no forjar instituciones que abran puertas a todos", agrega. "Desde el desarrollo en la primera infancia hasta el acceso a microfinanciamiento y el otorgamiento de títulos de propiedad y la seguridad personal, los contribuyentes exigirán que los resultados sean favorables para aquellos que han quedado rezagados por motivos que no tienen nada que ver con su talento".

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