Cabeza

Aumenta la presión sobre Mosley

El presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley, enfrenta nuevas presiones para que dimita de su cargo, después de revelarse un escándalo sexual privado que ha afectado negativamente la imagen mundial de la Fórmula Uno y del automovilismo deportivo.

A las declaraciones condenatorias, el jueves, de cuatro de los principales constructores mundiales de automóviles, se sumaron este viernes las de los Automóvil Club de Alemania y de Holanda.
Mosley se disculpó el martes por el daño causado, en un mensaje dirigido a los 222 miembros de la FIA, de la que hacen parte los representantes de organizaciones nacionales del automovilismo de 130 países.
Pero el Automóvil Club de Alemania, ADAC, le respondió a Mosley en una carta diciéndole que debe "reconsiderar cuidadosamente" su posición como presidente de la FIA.
Según el organismo automovilístico alemán, "el papel de un presidente de la FIA, que representa a más de 100 millones de automovilistas alrededor del mundo, no debería ser afectado por este tipo de asuntos, pero él (Mosley) debe pensar sobre su papel en la organización".
Por su parte, Arie Ruitenbeek, presidente del Real Automóvil Club de Holanda, KNAF, le dijo a la BBC que "por tratarse de una posición de alto rango, esto no se puede aceptar".
Ruitenbeek confirmó que Holanda votará contra la permanencia de Mosley en el cargo, en la reunión urgente de la Asamblea General de la FIA que ha sido convocada para una fecha aún por definir.
"No he recibido aún la invitación, pero estaremos y votaremos por su renuncia", explicó el dirigente.
Entre tanto, el jefe de la F1, Bernie Ecclestone, afirmó a la BBC que "se trata de un tema de la FIA y de nadie más". "Yo estoy contento con Max y no tengo ningún problema con él. El sabrá qué debe hacer. El es el presidente de la FIA y uno de los que deciden lo qué ocurre en la organización", puntualizó Ecclestone.