Donadoni: "Cada partido será decisivo"
Roberto Donadoni fue nombrado seleccionador de Italia en julio de 2006 con la difícil papeleta de suceder a Marcello Lippi, conductor de la Nazionale Azzurra hasta su cuarta conquista del cetro mundial. Ya ha cumplido su primer desafío al clasificar brillantemente a Italia para la Eurocopa 2008, en un grupo en el que estaban encuadradas además Francia, Escocia y Ucrania.
Cinco veces campeón de Italia en las filas del AC Milan, club con el que llegó a disputar 261 partidos, Donadoni tiene una sólida experiencia internacional. Con la camiseta azzurra erró el último lance de la final de la Copa Mundial de la FIFA Estados Unidos 1994, pero en su palmarés figuran tres Ligas de Campeones, dos Copas Intercontinentales y 63 convocatorias para la selección nacional.
En una entrevista en exclusiva con FIFA.com, nos habla de su carrera y de su primera etapa como seleccionador.
¿Qué pensó cuando le propusieron tomar las riendas de la Nazionale sin tener más que cuatro temporadas de experiencia como entrenador?
Acepté inmediatamente el desafío. De todas formas, no es el tipo de oportunidad que uno pueda rehusar así como así. Yo sabía que me esperaba una tarea complicada, pero acepté con mucho entusiasmo y seriedad.
¿Le ha ayudado su experiencia como jugador?
No exactamente, porque se trata de dos perspectivas diferentes del fútbol, tan difíciles la una como la otra. Pero es cierto que a veces he intentado aplicar lo que aprendí sobre el terreno de juego. Lo más importante es entregarse plenamente a esta función, con amor y pasión.
¿Se inspira usted en los métodos de Fabio Capello, que hace un tiempo fue su entrenador en el Milan y actualmente dirige la selección de Inglaterra?
Siempre he mantenido una excelente relación con él, así como con Arrigo Sacchi. Cuando tenemos ocasión de encontrarnos, aprovecho para escuchar sus opiniones, porque son dos entrenadores importantes, y no solamente en Italia.
¿Qué hay que hacer para reconfigurar y volver a motivar a un grupo que ya ha ganado el más hermoso de los trofeos?
No se trata de rehacer un grupo. Yo simplemente he procurado aportar mi saber hacer y mi visión de las cosas. Para mí, se trataba sobre todo de formar un grupo de amigos que sea competitivo y en el que los jugadores no duden en ayudarse mutuamente. He realizado algunos cambios y no he dudado en poner en práctica todo lo que que me parecía oportuno. Aunque un equipo ya haya ganado títulos importantes no tiene por qué perder o disminuir su rendimiento después. Al contrario, este equipo ha saboreado las mieles del éxito, y así es más fácil transmitirle mi mensaje.
¿Le asaltaron las dudas después de los dos primeros choques de clasificación ( un empate en casa contra Lituania y una derrota en Francia)?
Nunca llegué a inquietarme, sobre todo porque el equipo no estaba todavía al completo. Yo procuré continuar con mi trabajo sobre la misma base, sabiendo que la confianza que yo sentía y que me esforzaba por transmitir daría algún día sus frutos.
¿Su palmarés le ha facilitado las relaciones con los jugadores?
No sé si eso me ha ayudado, lo que sí sé es que las relaciones han sido buenas desde el principio. Por supuesto que la notoriedad es importante. Pero la credibilidad hay que saber ganársela sobre el terreno, en función del comportamiento y no del palmarés.
¿Cuándo comprendió que el grupo había encontrado su juego?
No ha habido realmente un punto de inflexión. Al principio hubo resultados difíciles: el empate contra Lituania, que mereció ganar, y la derrota contra Francia, que no se discute. Pero no era un problema de resultados. No se ponen los cimientos de un equipo solamente sobre la base de los resultados positivos o negativos, sino sobre la toma de conciencia que el grupo adquiere a raíz de las buenas actuaciones. Además, ha sido muy gratificante para mí ver la actitud de los jóvenes sobre el césped y cómo se han integrado en la vida del grupo.
A propósito de eso, ¿va a incorporar jugadores jóvenes en su lista de 23 para la Eurocopa 2008, con la mirada puesta en la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010?
Creo, en efecto, que incluiré a algunos jóvenes. Eso no será problema. Sin embargo, el objetivo a corto plazo es desde luego el Campeonato de Europa. Ya tendré luego todo el tiempo del mundo para ocuparme de la Copa Mundial 2010.
Ha declarado recientemente que tomaría en consideración la excelente temporada de Alessandro Del Piero. Él afirma que es mejor en un puesto de delantero que de centrocampista ofensivo. ¿Cuál es su opinión?
Mi posición siempre ha sido clara. Yo respeto y comprendo las de los demás, pero soy yo el que tengo que elegir. Si hay jugadores que están en forma, eso está muy bien. Pero, cuando tenga que comunicar mi lista de 23, decidiré en función de mis propios criterios y tomando en cuenta todos los factores.
En ataque, los candidatos son numerosos: Borriello, Del Piero, Iaquinta, Di Natale, Inzaghi, Quagliarella, Toni o incluso Cassano, Gilardino o Palladino. ¿Eso implica decisiones delicadas?
Es importante tener tantas opciones. Lejos de ser un problema, resulta muy positivo. Luego será asunto mío elegir y lo haré sin reparos.
¿Qué piensa de su grupo en la Eurocopa?
Indiscutiblemente, es un grupo muy difícil. Pero también hemos tenido un grupo igual de difícil para clasificarnos y nos las hemos arreglado. El orden de los partidos no es importante. Tenemos que abordar cada encuentro como si fuera decisivo, porque efectivamente lo será. El hecho de jugar contra Francia en nuestro último partido no cambiará nada mi manera de preparar al equipo.
Usted, que pasó la mayor parte de su carrera en el AC Milan, ¿qué piensa de la evolución del fútbol y especialmente de la multiplicación de los fichajes?
Esta movilidad responde bastante a las características del fútbol contemporáneo. Cuando yo era jugador, se pensaba de otra manera. Pero no le presto demasiada atención, aunque no esté de acuerdo con esta evolución. Hay que saber aceptar y adaptarse a la realidad de hoy.
Doce años después de su experiencia como jugador en Estados Unidos (jugó en el Red Bull de Nueva York en 1996/97), ¿qué opina de la evolución del fútbol estadounidense?
Se trata de un fútbol en pleno desarrollo, que aún tiene que concretar sus grandes posibilidades. En efecto, a pesar de todo lo que ya se ha hecho, aún faltan cosas por mejorar. Espero que el fútbol en Estados Unidos se convierta rápidamente en un deporte importante.
Al comentar el penal que usted falló en la semifinal de la Copa Mundial de 1990, el guardameta argentino Sergio Goycochea ha declarado que fue el día más bonito de su vida. ¿Para usted fue el más feo?
El día de la semifinal fue un día importante para él, pero el de la final seguro que fue el peor... ( Argentina perdió contra la República Federal de Alemania). Así es la historia del fútbol, que está hecha de alegrías y de penas. Para mí, en cualquier caso, aquél no fue el día más negro de mi carrera, porque el hecho de lanzar un penal para tener la posibilidad de disputar una final de la Copa Mundial quiere decir que casi llegué a la cima.
Roberto Donadoni fue nombrado seleccionador de Italia en julio de 2006 con la difícil papeleta de suceder a Marcello Lippi, conductor de la Nazionale Azzurra hasta su cuarta conquista del cetro mundial. Ya ha cumplido su primer desafío al clasificar brillantemente a Italia para la Eurocopa 2008, en un grupo en el que estaban encuadradas además Francia, Escocia y Ucrania.
Cinco veces campeón de Italia en las filas del AC Milan, club con el que llegó a disputar 261 partidos, Donadoni tiene una sólida experiencia internacional. Con la camiseta azzurra erró el último lance de la final de la Copa Mundial de la FIFA Estados Unidos 1994, pero en su palmarés figuran tres Ligas de Campeones, dos Copas Intercontinentales y 63 convocatorias para la selección nacional.
En una entrevista en exclusiva con FIFA.com, nos habla de su carrera y de su primera etapa como seleccionador.
¿Qué pensó cuando le propusieron tomar las riendas de la Nazionale sin tener más que cuatro temporadas de experiencia como entrenador?
Acepté inmediatamente el desafío. De todas formas, no es el tipo de oportunidad que uno pueda rehusar así como así. Yo sabía que me esperaba una tarea complicada, pero acepté con mucho entusiasmo y seriedad.
¿Le ha ayudado su experiencia como jugador?
No exactamente, porque se trata de dos perspectivas diferentes del fútbol, tan difíciles la una como la otra. Pero es cierto que a veces he intentado aplicar lo que aprendí sobre el terreno de juego. Lo más importante es entregarse plenamente a esta función, con amor y pasión.
¿Se inspira usted en los métodos de Fabio Capello, que hace un tiempo fue su entrenador en el Milan y actualmente dirige la selección de Inglaterra?
Siempre he mantenido una excelente relación con él, así como con Arrigo Sacchi. Cuando tenemos ocasión de encontrarnos, aprovecho para escuchar sus opiniones, porque son dos entrenadores importantes, y no solamente en Italia.
¿Qué hay que hacer para reconfigurar y volver a motivar a un grupo que ya ha ganado el más hermoso de los trofeos?
No se trata de rehacer un grupo. Yo simplemente he procurado aportar mi saber hacer y mi visión de las cosas. Para mí, se trataba sobre todo de formar un grupo de amigos que sea competitivo y en el que los jugadores no duden en ayudarse mutuamente. He realizado algunos cambios y no he dudado en poner en práctica todo lo que que me parecía oportuno. Aunque un equipo ya haya ganado títulos importantes no tiene por qué perder o disminuir su rendimiento después. Al contrario, este equipo ha saboreado las mieles del éxito, y así es más fácil transmitirle mi mensaje.
¿Le asaltaron las dudas después de los dos primeros choques de clasificación ( un empate en casa contra Lituania y una derrota en Francia)?
Nunca llegué a inquietarme, sobre todo porque el equipo no estaba todavía al completo. Yo procuré continuar con mi trabajo sobre la misma base, sabiendo que la confianza que yo sentía y que me esforzaba por transmitir daría algún día sus frutos.
¿Su palmarés le ha facilitado las relaciones con los jugadores?
No sé si eso me ha ayudado, lo que sí sé es que las relaciones han sido buenas desde el principio. Por supuesto que la notoriedad es importante. Pero la credibilidad hay que saber ganársela sobre el terreno, en función del comportamiento y no del palmarés.
¿Cuándo comprendió que el grupo había encontrado su juego?
No ha habido realmente un punto de inflexión. Al principio hubo resultados difíciles: el empate contra Lituania, que mereció ganar, y la derrota contra Francia, que no se discute. Pero no era un problema de resultados. No se ponen los cimientos de un equipo solamente sobre la base de los resultados positivos o negativos, sino sobre la toma de conciencia que el grupo adquiere a raíz de las buenas actuaciones. Además, ha sido muy gratificante para mí ver la actitud de los jóvenes sobre el césped y cómo se han integrado en la vida del grupo.
A propósito de eso, ¿va a incorporar jugadores jóvenes en su lista de 23 para la Eurocopa 2008, con la mirada puesta en la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010?
Creo, en efecto, que incluiré a algunos jóvenes. Eso no será problema. Sin embargo, el objetivo a corto plazo es desde luego el Campeonato de Europa. Ya tendré luego todo el tiempo del mundo para ocuparme de la Copa Mundial 2010.
Ha declarado recientemente que tomaría en consideración la excelente temporada de Alessandro Del Piero. Él afirma que es mejor en un puesto de delantero que de centrocampista ofensivo. ¿Cuál es su opinión?
Mi posición siempre ha sido clara. Yo respeto y comprendo las de los demás, pero soy yo el que tengo que elegir. Si hay jugadores que están en forma, eso está muy bien. Pero, cuando tenga que comunicar mi lista de 23, decidiré en función de mis propios criterios y tomando en cuenta todos los factores.
En ataque, los candidatos son numerosos: Borriello, Del Piero, Iaquinta, Di Natale, Inzaghi, Quagliarella, Toni o incluso Cassano, Gilardino o Palladino. ¿Eso implica decisiones delicadas?
Es importante tener tantas opciones. Lejos de ser un problema, resulta muy positivo. Luego será asunto mío elegir y lo haré sin reparos.
¿Qué piensa de su grupo en la Eurocopa?
Indiscutiblemente, es un grupo muy difícil. Pero también hemos tenido un grupo igual de difícil para clasificarnos y nos las hemos arreglado. El orden de los partidos no es importante. Tenemos que abordar cada encuentro como si fuera decisivo, porque efectivamente lo será. El hecho de jugar contra Francia en nuestro último partido no cambiará nada mi manera de preparar al equipo.
Usted, que pasó la mayor parte de su carrera en el AC Milan, ¿qué piensa de la evolución del fútbol y especialmente de la multiplicación de los fichajes?
Esta movilidad responde bastante a las características del fútbol contemporáneo. Cuando yo era jugador, se pensaba de otra manera. Pero no le presto demasiada atención, aunque no esté de acuerdo con esta evolución. Hay que saber aceptar y adaptarse a la realidad de hoy.
Doce años después de su experiencia como jugador en Estados Unidos (jugó en el Red Bull de Nueva York en 1996/97), ¿qué opina de la evolución del fútbol estadounidense?
Se trata de un fútbol en pleno desarrollo, que aún tiene que concretar sus grandes posibilidades. En efecto, a pesar de todo lo que ya se ha hecho, aún faltan cosas por mejorar. Espero que el fútbol en Estados Unidos se convierta rápidamente en un deporte importante.
Al comentar el penal que usted falló en la semifinal de la Copa Mundial de 1990, el guardameta argentino Sergio Goycochea ha declarado que fue el día más bonito de su vida. ¿Para usted fue el más feo?
El día de la semifinal fue un día importante para él, pero el de la final seguro que fue el peor... ( Argentina perdió contra la República Federal de Alemania). Así es la historia del fútbol, que está hecha de alegrías y de penas. Para mí, en cualquier caso, aquél no fue el día más negro de mi carrera, porque el hecho de lanzar un penal para tener la posibilidad de disputar una final de la Copa Mundial quiere decir que casi llegué a la cima.
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