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lunes, 5 de mayo de 2008

31Titulos

Un campeón no se rinde jamás
31º título blanco
Un jugador del Real Madrid muestra una camiseta que certifica el 31º título liguero del Real Madrid.

El Madrid logra su 31º título de Liga tras una heroica remontada final ante Osasuna. El equipo de Schuster mostró los atributos que le han entronizado: actitud, fe y coraje. El Barça le hará el primer pasillo

Un volcánico final de partido entronizó al Madrid por 31ª vez en su historia. No había dudas sobre que el equipo de Schuster ganaría el título tarde o temprano. Era cuestión de tiempo, pero no cabía sospechar la trama final de su duelo con Osasuna. El Madrid fue algo peor que el equipo local cuando se midieron once contra once, pero mucho mejor cuando se quedó con diez e incluso un rato con nueve. En este tramo estuvo a punto de aplazar el alirón, hasta que irrumpió el jugador más sospechoso ante el gol: Higuaín, al igual que hace un año, de nuevo protagonista en el último capítulo. Un cierre novelesco para encumbrar al mejor equipo del campeonato, al más regular y competitivo, el máximo goleador y el menos goleado. Anoche, en el Reyno de Navarra, el Madrid apeló a los atributos que más le han distinguido durante el curso: la actitud, el coraje y la fe. El equipo, con un segundo título consecutivo, ha recuperado el genoma ganador que ha abrillantado su historia. Su fútbol es más discutible; pero en este campeonato nadie ha tenido un mejor perfume.
El partido se ajustó milimétricamente al guión previsto. Mucha lija, entusiasmo y poco fútbol, muy poco. Fiel a su genealogía, Osasuna quiso imponer ese juego marcial que le distingue y que tradicionalmente ha cortado la digestión al Madrid. El líder se mantuvo firme, sin grandezas, con el grado de competitividad que le ha llevado al trono. A lo largo de la temporada el equipo de Schuster no ha derrochado estilo, apenas ha habido rastro de la excelencia buscada, pero ha tenido pegada en las dos áreas y la mayor parte del colectivo ha sembrado algo. Anoche, en Pamplona no se alteró, no se dejó llevar por la ansiedad de subir a lo alto del podio cuanto antes. El Madrid se veía ganador y la cita con el Barça de pasado mañana podía resultar idílica.

Tras un primer periodo de contención y muchos nudos, el duelo dio un vuelco copernicano cuando Cannavaro atropelló de mala manera a Plasil recién iniciado el segundo acto. El italiano, que ya tenía una tarjeta, se despidió del partido. Por increíble que parezca, la expulsión tuvo un efecto pésimo sobre Osasuna, que se evaporó ante 10 jugadores. Lo contrario que el Madrid, que entonces mostró su mejor versión. Misterios del fútbol: en su peor momento, Heinze, dislocado toda la jornada, le regaló un penalti a Puñal que éste no desperdició. Por entonces todo apuntaba en dirección contraria.

Sin el capitán azzurro, Schuster amenazó con bajar la persiana al cambiar a Torres por Saviola. La decisión le permitía no sólo gobernar el empate, sino examinar la pareja de centrales que, previsiblemente, será titular el miércoles ante el Barça: Pepe y Sergio Ramos. Pero el equipo no capituló. Resulta que con un futbolista menos, el Madrid estuvo más cerca que nunca del gol y Osasuna se quedó tieso. Sobre todo tras un disparo de Sneijder, ayer menos participativo que en las últimas semanas, que desvió un defensa local y la pelota, en parábola, se estrelló en el travesaño de Ricardo. Sin Saviola como ancla, la defensa de Osasuna se quedó sin referentes, sin pistas que seguir. Además, al sentirse obligado a arriesgar el equipo se agrietó.

Osasuna, que vive angustiado por el yugo del descenso en su temporada más inversora, le puso decibelios al encuentro. Pero carece de templanza y su delantera está seca. Empezando por Portillo, al que rescató su técnico tras semanas de exilio. El ex madridista, que lleva un gol en la Liga, simbolizó de alguna forma la situación de Osasuna. Los arietes suelen ser egoístas, pero al de los navarros sólo le faltó rematar desde Zaragoza, cada vez que recibió la pelota buscó el imposible. Ofuscado Portillo, el cuadro rojillo aceleró por los costados, donde Azpilicueta dio la lata a Heinze, pero sus llegadas resultaban de fogueo por falta de dinamiteros. Sólo Murcia y Levante, ya afiliados a Segunda, han anotado menos.

Con Osasuna en plena tiritona e Higuaín por Raúl -con problemas físicos toda la semana- el Madrid dio un paso al frente, como si la baja de Cannavaro le hubiera activado. Al igual que frente al Athletic hace una semana, Schuster acertó con el cambio. Nada hacía presagiar el éxito osasunista, salvo algún hecho accidental. Llegó el manotazo de Heinze en su área y de nuevo el partido tuvo un giro inesperado. Con el central argentino curándose una herida en la banda ?es decir, con nueve jugadores del Madrid en el campo?, Robben empató con un cabezazo visto a distancia por la defensa roja. Un suspiro después, cuando ya se desmontaba La Cibeles, Higuaín, el chico que se acompleja ante el gol, marcó el más relevante de la temporada e hizo justicia con el mejor equipo. El gran campeón de la fe, el que no se rindió jamás.

Bicampeonato merengue
ESPN

El Real Madrid ganó su segunda Liga seguida después de 18 años y suma 31 títulos

Se acabó la Liga. Ya tenemos campeón, el Real Madrid. Dijimos hace una semana que era cuestión de tiempo saber en qué fecha lo sería. Nadie le podía quitar a los merengues su 31ª Liga. Lo único que se podía hacerle era retrasar su celebración. En esta fecha parecía que los blancos iban a tener que esperar otra jornada más para ser campeón porque faltaban cinco minutos para el final y el Real Madrid caía 1-0. Sólo valía ganar para ser campeón. Y en esas Robben e Higuaín en los últimos cinco minutos consiguieron dar la vuelta al marcador y posibilitó que el Madrid consiguiera la Liga.

Terminada la emoción del primero, lo que hay que conocer ahora es si el Villarreal quedará segundo y dejará al Barcelona tercero. El otro lugar de Champions por ahora sigue siendo para un Atlético de Madrid que no falló. El otro foco de atención es saber qué equipo bajará de categoría junto a Levante y Murcia, que desde el domingo es de Segunda.

BICAMPEONATO HEROICO
El Real Madrid reina España. Por segundo año consecutivo se proclamó campeón de Liga, un bicampeonato que no conseguía desde 1990 con la famosa Quinta del Buitre. El título liguero, trigésimo primero de los merengues, se cerró en Pamplona contra un Osasuna que ocupa puestos de descenso.

La victoria merengue fue heroica, de esas que quedan grabadas en la memoria de los aficionados. A base de casta, fe, garra y calidad, y cuando menos se apostaba por un triunfo, ni tan siquiera un empate del Madrid resurgió la raza de campeón de este plantel. A falta de siete minutos para el final Osasuna se puso en ventaja. En ese momento estaba todo perdido. Había que ser campeón en otro momento. No en esta fecha. Y estaba perdido porque no sólo había que darle la vuelta al marcador en diez minutos, sino porque además los de Schuster jugaban con uno menos por expulsión de Cannavaro y con Heinze lesionado y sin poder hacer más cambios para darle descanso al argentino. Así, virtualmente con nueve sobre el campo y una afición como la osasunista que apretaba mucho, apareció la casta de unos jugadores que se comieron a todas las adversidades. Primero Robben a pase de Higuaín y después el Pipa en el último minuto hicieron los goles blancos. En el momento del gol del argentino estalló de alegría el madridismo. El sonido de los cláxones de los coches y los cohetes se escuchaban en todos los rincones de Madrid. Eso ocurrió a las once de la noche.

LA CIBELES CONCENTRA A MÁS DE 100.000 PERSONAS A LAS 3 AM
Cuatro horas más tarde, a las tres de la madrugada llegó la comunión del Real Madrid con su público en La Cibeles. Sin importar la hora, más de 100.000 personas celebraron la Liga 31 con su equipo. A esta gente, aproximadamente un estadio de fútbol como el Santiago Bernabéu, Camp Nou o el Azteca, habría que darle un premio. Seguramente no habrá ningún otro lugar en el mundo donde a las tres de la madrugada de un domingo se concentren tantas personas para celebrar un título con un club profesional deportivo. La noche se terminó a las 3:30. A esa hora se despidió el Madrid de su gente. Después se fue a celebrarlo en la intimidad. El miércoles, continuará la fiesta en el Santiago Bernabéu contra el Barcelona a quien le toca hacer el pasillo y escuchar como su rival les canta el "campeones, campeones... Oe, oe, oe".

EL BARCELONA GOLEA ENTRE LOS PAÑUELOS A LAPORTA
Lo contrario a Madrid se vivió en Barcelona. Allí, el Camp Nou no perdonó a los suyos y en especial a Joan Laporta a quien le dedicaron una sonora pitada y pañolada. No era para menos después de que este grande lleve dos años sin conseguir un título.

Del partido en sí contra el Valencia hay que destacar dos cosas. Que el Valencia si se va a Segunda división no será una sorpresa porque están a dos unidades de bajar después de perder de manera escandalosa 6-0. La goleada, sin embargo, dejó cara de tontos a los jugadores porque no sirvió de nada ese marcador ya que el Villarreal ganó su partido y siguen a cuatro unidades de los amarillos.

Además de esto, lo más reseñable fue el comportamiento lamentable de Deco y Eto'o. En un claro ejemplo de malos profesionales los dos se borraron para el partido contra el Madrid. Ambos estaban a una amarilla para no estar en el Bernabéu y lejos de cuidarse de no hacerla, se quitaron del mapa con dos entradas salvajes. Tanto Eto'o como Deco dijeron no saber que estaban a una cartulina de cumplir ciclo. Sin embargo, Rijkaard los dejó al descubierto manifestando que habían hablado antes del juego de esta circunstancia. El club debería castigarlos.


NIHAT ACERCA AL VILLARREAL AL DESEADO SEGUNDO LUGAR
No tendrá fácil el Barça ser segundo. Esa posición es para el Villarreal y no tiene pinta de que vaya a dejarla. A falta de tres jornadas tiene todo de cara para completar su mejor año en Primera división. En esta fecha tenía un compromiso difícil contra el Getafe. Al principio sufrió lo suyo. Los madrileños tuvieron cuatro o cinco ocasiones para adelantarse. El Madrigal estaba anestesiado porque veía como los getafenses estaban rondando el gol. Pero en esas apareció la figura de Rossi para asistir a Nihat y después más de lo mismo. Repitió goleador pero esta vez el asistente fue Pires. Con los dos goles Nihat llegó a los 17 e iguala así a Raúl y Agüero, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores del campeonato.

ESTA VEZ NO FALLAN LOS QUE QUIEREN EL CUARTO PUESTO
Lo del cuarto puesto es una cosa de locos. Una semana fallan los tres implicados en esa lucha (Atlético de Madrid, Racing de Santander y Sevilla) y a la otra ganan todos. Así no hay manera de que nadie se distancie o recorte puntos con respecto al cuarto, el Atleti en estos momentos. Esta fecha tocó ganar a los tres. El Atlético lo hizo por 3-0 ante un Recreativo de Huelva que está con los mismos puntos que Osasuna, equipo que marca el descenso. En este juego Camacho, un chaval de 18 años brilló con luz propia al convertir dos veces en su estreno como goleador de la Liga.

Al Racing de Santander le tocó sufrir mucho más ya que tuvo que remontar un 0-2 contra el descendido Murcia. Los nervios atenazaron a los hombres de Marcelino, pero una vez consiguieron meter el primer gol fueron una apisonadora que se llevó por delante al Murcia.

El tercero en la lucha, el Sevilla, tampoco pasó apuros contra un Valladolid que sólo está dos puntos arriba de la permanencia. Renato fue el hombre del partido con los dos goles sevillistas. Curioso lo de Renato que salió de inicio para sustituir a Luis Fabiano (muy pitado cuando salió en la segunda parte por tontear con otros equipos para el año que viene). Renato salió en su puesto, la mediapunta, y demostró al técnico que tiene sitio para jugar en este Sevilla.

EL RESTO
La fecha nos dejó partidos muy atractivos como el Zaragoza-Deportivo de La Coruña. Ambos peleaban por objetivos distintos. Los primeros para salvarse y los segundos para soñar con la UEFA. Al final, en la última jugada del choque, en el minuto 94, Ayala dio los tres puntos a los maños después de un partido vibrante en donde el Zaragoza hizo méritos de sobra para golear a un Deportivo que sin embargo también tuvo sus ocasiones de gol.

La jornada se completó con el 1-2 del Mallorca al Athletic de Bilbao con dos nuevos goles de Dani Güiza (excelente el primero) que le sirven al español para ser el nuevo Pichichi con 24 dianas. Otros marcadores fueron los empates a uno entre Almería y Betis, y Levante y Espanyol. En ambos casos ninguno de los cuatro equipos se jugaba nada porque su temporada ya está cerrada.

Mucho dinero y poco lujo
BBC

La clave del éxito no es un secreto. Lo dicen las cuentas publicadas por el Real Madrid.

El equipo que dirige Ramón Calderón invirtió 220 millones de euros en contratar jugadores durante los últimos dos años. Ningún club de fútbol en el mundo ha realizado una inversión semejante en el mismo periodo.

Las cifras no incluyen el fichaje de Fabio Capello en 2007. El entrenador italiano, el hombre que imprimió un nuevo carácter al equipo, cobró más de 20 millones de euros por diez meses de labor.

Capello se ocupó de la plantilla entre julio de 2007 y mayo de 2008, pero el estilo enérgico y tosco que estableció enorgullecido, pervive en el Madrid que cantó el alirón en el estadio del Osasuna. Cambiaron algunos hombres, pero no cambió el sentido de la misión.

Como dijo Calderón en la campaña electoral que le llevó al triunfo: "Mi proyecto es ganar".

La identidad del nuevo Real Madrid está tan vinculada al resultado final del triunfo que el estilo, la estética, las concesiones al espectáculo, han quedado condicionados por la meta.

La contratación de Bernd Schuster hace un año fue justificada desde la intención de lograr lo que Calderón llamó "excelencia" en el juego. Sin embargo, el Madrid de Schuster no mejoró demasiado el de su antecesor.

Futbol práctico
A pesar de los millones invertidos, el Real Madrid siguió siendo un equipo de sentido pragmático, sobrio, eficaz, y muchas veces austero.

La plantilla careció del interés y de la grandeza necesaria para satisfacer las exigencias del público del Bernabéu, que siempre reclama lujo.
El nivel de juego mejoró, pero no lo suficiente.
"El Barça tiene mejor plantilla que nosotros", repitieron los técnicos durante toda la temporada, fuera de micrófonos. La explicación oficiosa tiene fundamento.
Con Pepe, Heinze, Cannavaro y Sergio Ramos, el Madrid se armó de una defensa poderosa. En lo demás, no superó el estándar de los mejores clubes de Europa y cuando no pudo contar con alguno de sus defensas titulares, siempre sufrió.
Pepe y Sergio Ramos no estuvieron disponibles en la zona de cobertura para recibir a la Roma, y el equipo de Totti eliminó al Madrid en los octavos de la Liga de Campeones.
La Roma no tuvo demasiados problemas para dejar en la cuneta a su adversario. Le bastó con imponer su medio campo superior, y su figura, Totti, un futbolista capaz de marcar las diferencias; un futbolista de una categoría difícil de encontrar en la nómina del Madrid.


El angel rubio
El técnico Bernd Schuster debió gestionar un grupo de futbolistas en el que no abundan los grandes talentos.
Robinho, Higuaín y Robben son los más prometedores, pero se trata de jugadores jóvenes que hasta ahora no han tenido ocasión de establecerse entre el grupo de aspirantes al "Balón de Oro".
A Robinho y a Robben los habían castigado las lesiones y la incomprensión de otros entrenadores.
Higuaín es, a sus 19 años, demasiado inmaduro para derribar las tradiciones que han asentado a Raúl en la titularidad, pero tiene condiciones para ocupar un lugar importante en el Madrid de la próxima temporada.
Su contribución al título de Liga con goles decisivos, por segundo año consecutivo, habla de su carácter y de su capacidad. El argentino está en franca evolución.
El año pasado disputó 1.200 minutos y anotó dos goles y este jugó 700 y marcó siete tantos. Su promedio de un gol cada 120 minutos, ha superado a Raúl que marca cada 190.
Adaptabilidad
Schuster no es un entrenador didáctico, al estilo de Arsène Wenger en el Arsenal.
El alemán no trabaja excesivamente las tácticas de posesión y, como los técnicos de la vieja escuela, confía en la capacidad de los futbolistas para descubrir el camino por sí mismos.
Deja hacer y no se caracteriza por su oratoria. Pero tiene el mérito de ser racional en la distribución de los jugadores en posiciones acordes con sus capacidades.

En la medida en que limitó sus efusiones de egocentrismo a su vida fuera del campo, y procuró siempre elegir a los más habilidosos en detrimento de los menos dotados técnicamente, se ganó el respeto del equipo.

Al "Nibelungo" no le importó cambiar músculo por clase.
Dio prioridad a Gago sobre Diarra y a Marcelo sobre Salgado. Consiguió que Guti diera lo mejor de su repertorio y apostó por Robinho como figura primordial.

Sin imponer más principios, dejó que Raúl, Cannavaro y Heinze, ejercieran el liderazgo que hiciera falta. No se entrometió.

Y, con estos ingredientes, el Madrid no se destacó por ninguna estadística inédita (ni por goles a favor, ni en contra, ni por partidos ganados, ni por puntos logrados). Pero se convirtió en un equipo capaz de funcionar con la regularidad imprescindible para estar siempre un escalón por encima del Villarreal y el Barça.

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