Qué tipo de animal eres en la
oficina, ¿serpiente o elefante?
Expansión.com - jueves, 1 de
octubre de 2015
Identificar el poder del león, la
astucia de la hiena o la generosidad de un oso en tus compañeros de trabajo es
el principio para gestionar tu trabajo y no ser devorado en este gran safari
laboral.
Era un día como otro cualquiera
en la oficina hasta que aquel compañero con el que convivías apaciblemente en
el zoo laboral reaccionó de forma extraña. Puede ser un grito, una actitud o el
mutismo absoluto. Es imposible detectar a estos especímenes. Son los que José
Manuel Muriel, autor de Esta empresa es un zoo (Ed. ESIC), define como locos:
"Personas aparentemente normales a las que un día se les cruza algo en la
cabeza. Son imposibles de clasificar. Conviene tener la certeza de que existen
y, ante la evidencia de su aparición, poner tierra de por medio". Muriel
presume de casi cuarenta años de experiencia en gestión de personas al frente
de distintas empresas. Miles de profesionales le han proporcionado el bagaje
suficiente para identificar a estos animales laborales con los que convivimos
todos los días en este zoo "en el que hay que compartir espacio con otros
animales, asumir normas y procedimientos para todo".
Los jefes comparten virtudes y
defectos con el resto, pero ellos deben ser una referencia
La mejor defensa para no ser
cazado por los depredadores es conocerlos. "Al igual que en la selva, en
un ecosistema laboral sólo aquellos individuos con mayor capacidad de
adaptación sobreviven. Por eso debes conocer cuál es tu rol. No puedes ir de
león si no eres cazador. Y también hay que estar muy atento al efecto manada de
lobos: el ecosistema se vuelve en tu contra cuando no te adaptas a las reglas
escritas y no escritas, ¿cuántas veces vemos excelentes profesionales pero
solitarios y sin apoyos dentro de un equipo?", explica Vivian Acosta,
socia de Talengo.
La adaptación al entorno es parte
del truco para sobrevivir y también la escucha... Pero, ¡cuidado! Según Óscar
Massó, director de estrategia de Sodexo BI, "no se trata de ser un
camaleón. Es una cuestión de inteligencia emocional y experiencia. No hay que
pasar inadvertido, sino encontrar los buenos aliados y saber hacer equipo donde
la suma de las partes supere con mucho a las individualidades".
Trabaja la empatía y la
diversidad como los mejores canales para adaptarte ante entornos adversos
No menos importante es trabajar
la empatía y prestar atención a la diversidad. Por que, como asegura Marta
Romo, socia de Be-Up, "puede que un profesional cebra tema a las hienas,
pero estos miedos o la intolerancia en ámbitos laborales suelen aflorar por desconocimiento
ante lo diferente. Por eso resulta fundamental hacer un esfuerzo por abrirse a
aquello que es distinto". Andrés Fontenla, director general de Fontevalue
Consulting, añade que como cualquier comunidad, "las empresas crean un
hábitat condicionado por su actividad, tamaño, dinámica de trabajo y ciclo de
vida en el que se encuentra. Es vital crear relaciones de confianza sólidas y
duraderas, algo que se modela con el tiempo, aquí no tiene cabida la
improvisación. Hay que saber valorar objetivamente cuál es tu aportación en
cada momento para poder anticipar lo que se espera de ti". Y entre la
claves para propiciar una convivencia sana, Muriel afirma que el profesional
tiene que estar dispuesto a aprender siempre: "El peor de los pecados es
la soberbia, que te lleva a aparentar lo que no eres y pretender situarte por
encima de los demás. Es como la falta de sueño, no te deja vivir y, además, se
hace muy patente para las personas que te rodean. Asume lo que eres y aprende a
valorarlo, no te avergüences de ti mismo. Es otra de las causas que te pueden
hacer caer en el grupo de los depredadores".
Los jefes, supuestos domadores en
este zoo laboral, no son ajenos a los tipos de animales que menciona Muriel en
su libro. En este ecosistema desempeñan su papel como cualquier otro. Acosta
advierte de que "si esperas que te domen aprenderás lo que otros quieran
que aprendas. No creo que esa sea la mejor manera de progresar y
desarrollarse".
También Romo apuesta por la
autogestión como vía de supervivencia, aunque cree que "los equipos
necesitan una figura de referencia que pueda poner orden, aunque sea
rotativa".
Y tú, ¿qué animal eres?
Depredadores
Peligrosos; tienes que aprender a
reconocerlos. Cocodrilo: esquivo, siempre alerta para cazar a su presa.
Hiena: sólo piensa en su
bienestar y se aprovecha del esfuerzo del resto.
Buitre: actúa cuando nadie lo ve,
no aporta nada; carroñero, trata de morder la mano que le da de comer.
Zorro: huidizo, no ataca nunca
sin estudiar a su presa y diseñar un plan.
Serpiente: muy peligrosa, no la
ves venir, te confías y ataca cuando menos se espera.
Murciélago: terrible, vive a costa de los demás.
Neutros
No son peligrosos, pero no te
ayudarán.
Avestruz: eficaz si las cosas van
bien; es una pared cuando hay que tomar decisiones.
Hipopótamo: no le importa estar
horas en la oficina... si no tiene nada que hacer.
Cebra: gusta por su porte y
actitud, pero huye ante el mínimo atisbo de dificultad.
Mono: muy numerosos, son los que más ruido
hacen, sociables y muy laboriosos si se les entrena bien.
Búho: poco comunicativo,
inofensivo, conformista y feliz.
Mitológico: soñadores, piensan
que son otra cosa que no existe.Loro: habla y habla, mira a los demás pero no
los ve.
Poderosos
Sólo son peligrosos ante el
ataque, pero puedes esperar cosas positivas. Lobo: astuto y solitario, va en
manada para cazar. Fuerte, eficaz, trabajador y flexible.
León: es el rey. Su presencia
destaca; respetado, sólo ataca para defender su territorio o por hambre.
Oso pardo: tímido, fascinante y
generoso, sabe dejar participar a los demás. Le gusta vivir en libertad.
Rinoceronte: fuerte, pero noble,
tranquilo y apacible, conviene no atacarle.
Elefante: enorme y poderoso, es
perezoso, pero si se le controla y se le exige es muy trabajador. Caballo:
grande, apuesto y noble, se integra en manada. Laborioso y resistente.
Libres
Dependen de ellos mismos, son
libres de sus actos. Sin embargo, al no vivir en un zoo, siempre están
expuestos al riesgo.
Locos
Su comportamiento no responde a
ninguna pauta y sus reacciones son inesperadas.
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