Los datos de los clientes, un tesoro ignorado
por muchas empresas
The wall street journal-Octubre de
2015
Las empresas tienen en sus manos
un verdadero tesoro, pero no saben cómo usarlo.
Se trata de los datos que las
compañías recolectan cada vez que un cliente compra uno de sus productos o
visita su página web. Es una mina de oro que seguirá creciendo a medida que la
llamada Internet de las cosas multiplica la cantidad de información recopilada
sobre los consumidores, desde sus rutinas de ejercicio y uso de electricidad
hasta cuánta distancia conduce en su auto y cuánto pesa.
Las empresas no son ningunas
novatas en esta materia. Aprovechan esta información para diseñar sus campañas
de marketing, para tomar decisiones de investigación y desarrollo y para
emprender iniciativas de negocios. No obstante, a menudo estos datos son
resguardados bajo siete llaves. Se usan para estudiar y llegar a posibles
clientes, pero rara vez se comparte con ellos.
Es comprensible. Una combinación
de ansiedad competitiva y preocupaciones de seguridad hacen que las compañías
sean renuentes a revelar esta clase de información. Permitir que los usuarios
accedan y utilicen sus datos personales de maneras innovadoras les ofrece más
valor cuando compran los productos y servicios de la compañía. Además,
compartir información agregada ayuda a las empresas a aumentar el
reconocimiento de marca y captar nuevos clientes.
¿Muchos dibujos animados?
Imagine una compañía de
televisión por cable que me dice cuántas horas dedican mis hijos a ver dibujos
animados en televisión y lo compara con otras familias con hijos de la misma
edad. Si mi hijo está mirando cinco veces más horas que el hijo del vecino de
la misma edad, me gustaría saber que tengo que reducir su tiempo de pantalla.
(En realidad, le mostraría la información a mi hijo para que entendiera porqué
tiene que pasar menos tiempo frente al televisor).
O tal vez me suscriba al canal
educativo que la empresa ha estado promocionando, ya que veo que otros niños
dividen su tiempo entre mirar dibujos animados y programas de ciencia.
¿No cree que el valor de esa
empresa de TV por cable aumentó para mí? No cabe duda de que optaré por ese
proveedor que me brinda esa información por encima de la compañía que se limita
a enviarme una cuenta mensual sin explicarme los hábitos de consumo de mi
familia.
Otro ejemplo es el supermercado.
Mis datos de fidelización podrían ayudar al negocio más cercano a determinar
qué artículos colocar en sus estanterías o enviarme ofertas de mi marca
favorita de champú. Sin embargo, la información que recaba el supermercado
sería mucho más valiosa si yo pudiera acceder a ella en forma directa, para
facilitar mis compras.
Enlace con la báscula
Los supermercados me podrían
decir con exactitud cuántas veces compro leche, yogur, bananos y otros
alimentos. Esa información me ayudaría a planificar mejor mis compras. Mejor
aún, me podrían ofrecer datos en una forma que yo pueda combinarla con otras fuentes
para determinar cómo mi peso y mi estado físico se relacionan con mi
alimentación. ¿Como mejor cuando hago más ejercicio? ¿Cocino más a menudo o
salgo a comer a restaurantes?
Una vez que un supermercado me
suministra esa información, dejaré de hacer esos viajes repentinos a la tienda
de la esquina cuando se me acaba la leche o se me antoja un helado. Haré todas
mis compras en el negocio que me ayuda a monitorear y acceder a mis datos.
Incluso las empresas que no
tienen una relación diaria, semanal o incluso mensual con sus clientes pueden
participar de esta tendencia. Una ferretería podría seguir de cerca el
desempeño de mis bombillos y las pilas que compré y decirme cuando es hora de
reemplazarlos. La compañía de jardinería podría hacernos abrir una cuenta en
Internet con la variedad de plantas que sembramos para luego recordarnos que es
hora de podarlas. Nuestro dentista nos puede indicar cuántas veces nos hacemos
una limpieza. Todos estos escenarios tienen que ver con darle a los clientes
información adicional sobre como compran sus productos y servicios, de modo que
podamos continuar una relación y seguir acudiendo a ellos.
Datos agregados
Las empresas no sólo tienen que ofrecerme un
vistazo individualizado con los datos que les estoy proporcionando. También
tienen a su disposición cantidades enormes de información agregada que yo
encontraría fascinante y útil. Tales datos podrían ser material de entradas de
blogs e infografías, informes y comunicados de prensa. Toda esta información
sería mucho más interesante, importante y lista para compartir que el contenido
típico producidos por los equipos de marketing.
Las empresas de medios, por ejemplo, no se
tienen que limitarse a sugerir películas a sus suscriptores según sus
antecedentes de alquiler. En lugar de ello, ¿por qué no desglosar los hábitos
cinematográficos por edad y género y sugerir una lista de películas populares
entre hombres y mujeres de mi edad? De esta forma, en vez de discutir sobre la
cinta que me recomendaron y la que le recomendaron a mi marido, podemos hallar
una cinta que nos gueste a los dos. Esta clase de información distingue la
marca de una empresa de una vasta gama de competidores. Tengo múltiples formas
de alquilar una película, pero hacerlo de una empresa que agrega los datos
sería una experiencia que voy a asociar con el fortalecimiento de mis
relaciones.
Una librería podría decirme cuáles libro
escolares son los mejores predictores de una lectura entusiasta durante la
adolescencia. Puedo recibir una lista de los libros infantiles que mejor se
venden en cualquier parte, pero como padre me interesa comprar libros que
fomenten una pasión en mis hijos por la lectura durante el resto de sus vidas.
Eso me ayuda a ser un cliente más frecuente ahora y la librería también se gana
mi lealtad hacia una marca que comparte mis valores.
Las cadenas minoristas me pueden contar acerca
de las diferencias regionales o estacionales de los compradores o las horas a
las que les gusta salir de compras. Si la tienda me dice cuándo prefiere la
gente comprar sus abrigos de invierno, entonces puedo ir antes y obtener la
mejor selección. Si me dice en qué ciudades se vende más chocolate, y en cuáles
se vende más vino, ya sé qué comprar cuando salgo de viaje.
En última instancia, el mensaje es claro: ya
sea que se difunda cliente por cliente o en forma agregada, compartir la
información de los consumidores brinda la oportunidad de atraer nuevos clientes
y ofrecer más valor.
La información de los clientes no es demasiado
valiosa para compartir, sino demasiado valiosa para acaparar.
—Alexandra Samuel es investigadora de
tecnología y autora de Work Smarter With Social Media, algo así como Trabaje en
forma más inteligente con las redes sociales.
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