El alza del dólar financia la
expansión, y los excesos, de las mineras globales
The wall street journal-Viernes, 23 de Octubre
de 2015
Aunque los precios
del mineral de hierro se han derrumbado, el gigante brasileño Vale SA está
construyendo un complejo de US$16.000 millones para producir la materia prima,
que promociona como “el proyecto más grande de nuestra historia y la de la
minería internacional”.
¿Cómo es posible? Porque los
costos también están colapsando.
Desde América del Sur hasta
Australia, la depreciación de las monedas de los países ricos en minerales está
ayudando a algunas empresas a expandir sus minas y contribuyendo al exceso de
producción que ha saturado los mercados y arrastrado los precios.
El costo de producción de
numerosas materias primas está “cayendo como una piedra”, dice Jeff Currie,
jefe de estudios de commodities de Goldman Sachs, quien describe el fenómeno
como un caso de “retroalimentación negativa”. La dinámica ayuda a explicar por
qué los ciclos de caída de las materias primas pueden ser tan prolongados.
La esperanza de una recuperación
de los mercados de recursos naturales depende de que los productores se queden
sin dinero o se cansen de perderlo y cierren sus instalaciones, con lo que la
oferta volvería a equilibrarse con la debilitada demanda.
Para las principales mineras del
mundo, no obstante, la devaluación de sus monedas respecto del dólar ha
anestesiado el dolor del derrumbe de los precios de las materias primas. En los
últimos 12 meses, el dólar ha subido 58% frente al real, 22% ante el rand
sudafricano, 21% respecto del dólar australiano y 16% versus el dólar
canadiense. Las empresas reciben dólares estadounidenses por el oro, el hierro
y el carbón que extraen, pero los salarios, la electricidad y muchos otros
costos están en moneda local.
El banco suizo Credit Suisse
estimó el mes pasado que debido a la brusca caída del real Vale está camino de
convertirse en el productor de mineral de hierro de más bajo costo del mundo.
La empresa brasileña anunció el jueves un alza interanual de 47% en su pérdida
neta del tercer trimestre, a US$2.120 millones, lo que atribuyó al descenso del
precio del mineral de hierro y a las pérdidas contables provocadas por la
depreciación del real.
Sin embargo, la debilidad de la
divisa brasileña también redujo drásticamente los costos de Vale, sobre todo en
mineral de hierro. Incluyendo gastos como fletes y regalías, Vale indicó que
pudo suministrar hierro a China, su principal mercado, a un costo total de
US$34,20 por tonelada en el tercer trimestre, frente a los US$58,50 del mismo
lapso del año anterior.
La caída de los costos más que
compensó la de los precios. Vale vendió su mineral de hierro a un precio
promedio de US$46,48 por tonelada en el tercer trimestre, frente a US$68,02 el
año previo.
En un informe separado divulgado
el lunes, la minera brasileña señaló que entre julio y septiembre extrajo 88,2
millones de toneladas de mineral de hierro, su nivel más alto de producción trimestral.
Como 75% de sus desembolsos de capital están denominados en reales, Vale tiene
pocos incentivos para frenar el gasto en proyectos que los ejecutivos dicen
harán que sus minas sean más competitivas.
Los analistas señalan que un
debilitamiento del real debería ayudar a Vale a competir mejor con rivales
australianos como Rio Tinto PLC y BHP Billiton PLC, que están más cerca de
China.
“Ciertamente Vale ha recibido un
tremendo beneficio con la devaluación de la moneda”, reconoció Nev Power,
presidente ejecutivo de la australiana Fortescue Metals Group Ltd., la cuarta
mayor exportadora de mineral de hierro después de Vale, Rio Tinto y BHP.
Los costos para estas compañías
también están cayendo. Greg Lilleyman, ejecutivo de tecnología e innovación de
Rio Tinto, calcula que los cambios en la cotización de las divisas de Canadá y
Australia deberían ayudar a la empresa a ahorrar unos US$300 millones este año
en las inversiones del grupo. BHP Billiton dice que la devaluación del dólar
australiano ayudó a reducir en casi un tercio los costos de producción de sus
operaciones de mineral de hierro en ese país.
Atlas Iron Ltd. informó hace unos
meses que suspenderá las tres minas que administra en la región ferrosa de
Pilbara, en Australia Occidental. La suspensión, no obstante, fue breve. La
depreciación del dólar australiano alivió la presión sobre la empresa, que
negoció con contratistas para reducir costos y recaudó efectivo para mantener
el negocio en pie.
Andreas Bokkenheuser, analista de
metales y minería de UBS, pronostica que a pesar de los recortes de producción
de los conglomerados mineros de mayores costos, el mercado de hierro tendrá una
sobreoferta de 150 millones de toneladas en 2018, cuando productores como Vale
y Anglo American PLC tengan a punto sus nuevos proyectos insignia.
La mina Roy Hill, de la magnate
australiana Gina Rinehart, está programada para entrar en operación este mes y
debería agregar 55 millones de toneladas de mineral de hierro al año al mercado
a finales de 2016. El gigantesco proyecto podría llevar los precios por debajo
de US$40 la tonelada a principios de 2016, dice Citigroup Global Markets, lo
cual presionaría aún más los márgenes de las empresas.
La producción de mineral de hierro
de Australia aumentó 14% en los 12 meses hasta junio, según estimaciones del
gobierno.
La debilidad de las monedas de
los países productores está ayudando también a mantener al alza la producción
de las minas de carbón a pesar de que el exceso de oferta mundial ha provocado
un descenso de hasta 80% en los precios en los últimos años. La producción de
carbón de Australia creció 6% en el primer semestre de 2015, según cifras
oficiales.
Wood Mackenzie estima que el
costo promedio de producción de carbón en Australia ha caído 30% desde 2013. La
consultora estima que más de la mitad del descenso se debe a la devaluación de
la moneda.
“Los precios del carbón no han
caído mucho en los países exportadores” cuando se convierten a las monedas
locales, dijo en un nota Thomas Pugh, economista de Capital Economics. “Esto ha
permitido a los productores en esos países mantener el suministro, e incluso
aumentarlo en algunos casos”.
El efecto se ha sentido también
en otros minerales.
Gold Fields Ltd., la minera de oro
sudafricana que opera también en Ghana, Perú y Australia, reveló que sus costos
en efectivo cayeron 3,1% en el segundo trimestre respecto del año anterior, a
US$1.059 la onza.
“El tipo de cambio nos rescató”,
reconoció su director general de Finanzas, Paul Schmidt.
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