Diez cosas que no estamos dispuestos a hacer
BBC Mundo - lunes, 26 de octubre
de 2015
Hay un montón de trámites que
deberíamos estar haciendo, ¿pero quién tiene tiempo y está dispuesto?
Las páginas web de consumidores y
las compañías nos piden hacer cosas que nos llevan tiempo pero nos permiten
ahorrar, pero nosotros no las hacemos, porque no tenemos tiempo, no queremos
aprender nuevas contraseñas, nos horroriza el proceso, nos da miedo que salga
mal o, simplemente, no nos da la gana.
Estas son 10 cosas que deberíamos
hacer, pero no hacemos.
1. Cambiar de cuenta corriente
Un informe que se hizo en Reino
Unido concluyó que el 57% de los consumidores llevaban más de 10 años con la
misma cuenta corriente, y un 37% llevaba más de 20 años.
Este mismo informe lamentaba el
hecho de que los bancos no se ven en la necesidad de trabajar para mantener a
sus clientes, porque éstos temen que cambiarse sea un proceso "complicado,
largo y arriesgado".
Puede ser que los consumidores
estén contentísimos con su banco, o quizás tienen mejor cosas que hacer.
2. Leer los términos y
condiciones
¿Sabes esos términos y
condiciones que recibes cuando te bajas un software nuevo, o te registras en
una web o para hacer algo online?
¿Las has leído alguna vez antes de
marcar la caja que confirma que las has leído? Claro que no, nadie lo hace.
Si tomamos, por ejemplo, los
términos y condiciones del iTunes de Apple, tienen 20.000 palabras.
Es un cuarto de las palabras que
tiene una novela de longitud decente y probablemente mucho menos interesante.
Es probable que estemos
renunciando a algunos derechos fundamentales o firmando algo horrible.
No lo puedo decir con seguridad,
porque me da pereza leer.
3. Contestar el teléfono fijo
Esto, de hecho, es un tema
generacional.
Cuando suena mi teléfono fijo, es
mi madre, mis suegros o una empresa que me pide cambiar de proveedor de un
servicio (con un trámite que no estoy dispuesto a hacer) o me insta a pedir una
compensación de un seguro a través de un trámite imposible.
Esto me pasa aunque me he
apuntado al Servicio de Preferencia Telefónica (un servicio para excluir tu
número de llamadas de márketing telefónico).
Así que no estoy dispuesto a contestar
si no aparece un número en la llamada.
Con generaciones mayores, parece
que sucede lo contrario: mi madre solo recibe llamadas de márketing en su
celular y usa su teléfono fijo todo el tiempo.
4. Cambiar de compañía de
servicios
Esto deberíamos hacerlo todos. Y
no solo el gas y la electricidad, sino también seguros de la casa y del auto, y
el teléfono y la banda ancha.
Los proveedores hacen fortunas
subiendo tus primas del seguro cuando hay que renovar y esperando que no te des
cuenta y no cambies de empresa.
Una idea: llama a tu proveedor
actual y pregunta si pueden mejorar tus condiciones. Sugiere vagamente que
estás considerando un cambio, aunque todos sabemos que no lo vas a hacer.
De esta manera, con frecuencia
puedes conseguir un mejor trato sin cambiarte.
5. Reserva tus billetes de forma
asusta
Si vas a hacer un largo viaje en
tren o autobús, en algunos casos si en lugar de comprar un billete para todo el
recorrido, compras uno que hace una parte del viaje y otro que hace el resto,
puedes ahorrar dinero.
Aunque para conseguir el mejor
trato, quizá tengas que probar con cada estación entre tu casa y tu destino.
Yo no estoy dispuesto a hacer
esto y admiro a cualquiera que sí pueda.
6. Abrir el correo
Recibir cosas en el correo es un
poco como responder al teléfono fijo: un tema generacional.
Obviamente, abro todo que viene
con caligrafía a mano. ¡Tengo corazón!
Pero, ¿qué pasa con los sobres
que vienen impresos a máquina? Todavía me llegan algunas facturas por correo, pero
la mayoría están también disponibles online si realmente las necesito.
Si realmente las necesito, puedo
simplemente imprimir otra.
7. Terminar esta lista
En serio, ¿leíste hasta aquí?
Tienes cosas mejores que hacer.
Ve a cambiar de cuenta bancaria.
Por eso vamos a terminar aquí
esta lista y no vamos a llegar a 10 puntos.
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