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jueves, 1 de octubre de 2015

los BRICS?

  ¿Dónde están los BRICS?


El Cronista Comercial - jueves, 1 de octubre de 2015
La Argentina hoy se mueve por impulsos espasmódicos. A veces repentinos. Ahora nuestras autoridades le están pidiendo a ‘Lula’, el ya desprestigiado ex presidente del Brasil, que nos ‘ayude’ a ingresar al grupo de naciones al que se conoce como el de los ‘BRICS’, conformado esencialmente por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica.

Hasta no hace mucho, gozando del llamado ‘viento a favor’ (una suerte inesperado de ‘maná’ que, de pronto, cayó del cielo), los BRICS crecían con gran dinamismo. Hoy, ante la fuerte caída de la demanda china de materias primas, algunos de ellos están en problemas. Me refiero a Brasil, Rusia y Sudáfrica.

Brasil está hundido en lo que luce como una larga recesión. Ya no crece al 7,6% de su PBI. Ni transmite confianza a los inversores, sean ellos propios o ajenos. Su pueblo está con mal humor. Las saludables investigaciones sobre la corrupción pública han contribuido a ello, más allá de las falencias del juez Sergio Moro en materia de debido proceso legal. Su presidente, Dilma Rousseff, responsabilizada socialmente por lo que sucede, a ochos meses de su reelección está caminando en la cuerda floja, debilitada enormemente. Por todo esto, Brasil acaba de ser despojado de su ‘grado de inversión’ y su moneda, el real, parece en caída libre.
 La autoritaria Rusia, por su parte, está aislada de la comunidad internacional por su lamentable comportamiento externo, que se ha cansado de pisotear el derecho internacional. Como lo evidencia lo sucedido en Crimea y Sebastopol y, ahora, sus provocaciones militares constantes y su desestabilizadora conducta en Ucrania. Su economía se contrae duramente, el ritmo del 4,6% de su PBI. Tiene una inflación preocupante, del 16% anual. Está perdiendo reservas muy rápidamente. Y, en los últimos tres meses, el rublo perdió nada menos que el 22% de su valor. La caída de los precios internacionales de los hidrocarburos, que conforman el 50% de sus ingresos de su tesorería, ha multiplicado exponencialmente sus problemas.


 Sudáfrica también está en dificultades, con un crecimiento anémico (del 1,3% anual) y un gobierno maltrecho políticamente y, peor, sospechado de corrupción. El año pasado, su sector minero se contrajo un 7%. Su agricultura un 17%. Y su industria un 6,3%.

China, que fuera la locomotora del mundo, ahora exporta nerviosismo. Su crecimiento continúa, pero se ha desacelerado. La caída del consumo de electricidad, así como la del transporte ferroviario sugieren, ambas, que la pérdida de energía en su nivel de actividad podría superar las cifra oficiales, hoy desconfiadas. Su clima de negocios no transmite la euforia de ayer, su deuda pública preocupa y la devaluación del 11 de agosto pasado generó fragilidad. El ritmo de crecimiento de la formidable expansión de los últimos 30 años parece haber quedado atrás. Por eso está en marcha una fuerte campaña publicitaria oficial para tratar de alejar la nube de pesimismo que flota en su ambiente.

La India, cabe apuntar, luce bastante mejor que sus pares en los BRICS. Pese a que el popular premier Narendra Modi no ha podido implementar ninguna de sus publicitadas reformas estructurales, empantanado en un Congreso que ha sido virtualmente paralizado por la oposición. Crece, sin embargo, al 7,7% y aspira a desplazar a China como principal polo de crecimiento. A diferencia de los otros BRICS, la India no depende de las exportaciones de materias primas. Y es una democracia gigantesca, pero real. Como es el tercer importador mundial de petróleo crudo, la caída de los precios internacionales de los hidrocarburos la ha beneficiado. Su economía es todavía apenas un quinto de la de China. Hoy la India contribuye con el 2,5% del crecimiento global. China, en cambio, es responsable por el 13,5% de ese crecimiento, lo que es bien distinto. Hacer negocios en y con la India sigue siendo complicado, por los excesos regulatorios que aún no se han eliminado.


Así están hoy las cosas. El magnetismo de los BRICS ciertamente ya no está. Pese a que, es cierto, estos países siguen siendo bien importantes al tiempo de contemplar al mundo, en su conjunto. Pero su futuro inmediato es bastante menos seductor. Ciertamente, no todo lo que reluce es oro. Tampoco en el escenario internacional.               

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