La NBA no es un ejemplo a seguir a la hora de
contratar
The wall street journal- Octubre de 2015
El uso de conexiones sociales
para encontrar nuevos empleados es tan común en los negocios como un apretón de
manos. Pero los ejecutivos que lo hacen pueden terminar perjudicando el
desempeño de sus empresas.
Esa es la conclusión de un
reciente estudio sobre las prácticas de contratación de los gerentes generales
de la Asociación Nacional de Baloncesto estadounidense (NBA por sus siglas en
inglés). Tras revisar datos de 34 años y los resultados obtenidos por 146
gerentes de equipos, los investigadores hallaron que los conjuntos cuyos
líderes encuentran nuevos jugadores a través de contactos personales —en este
caso, sus ex clubes— ven cómo sus equipos quedan a la zaga de aquellos cuyos
directivos no se limitan a sus redes personales para contratar talento.
Los hallazgos son sorprendentes
porque contradicen la hipótesis tradicional de que las relaciones personales
ayudan a los responsables de personal a tomar mejores decisiones gracias al
valor de la información que tienen sobre el sector en el cual se desempeñan y
al conocimiento privilegiado de los individuos.
Los autores del estudio —Leif
Brandes de la Escuela de Negocios de Warwick en Coventry, Inglaterra, y Marc
Brechot y Egon Franck, de la Universidad de Zúrich en Suiza— examinaron los
registros de la NBA sobre adquisiciones de jugadores, partidos jugados y
triunfos y derrotas de los equipos. También analizaron el historial de empleo
de los gerentes generales de los equipos, que están a cargo de la contratación
de los jugadores.
El estudio encontró que los
equipos con jugadores contratados a través de los lazos sociales del gerente
con un ex empleador ganaron 45,2% de sus partidos de la temporada regular, en
comparación con 50,2% en los clubes sin jugadores contratados a través de
relaciones personales.
Los investigadores también
calcularon que, en promedio, el uso de sólo un jugador contratado gracias a las
relaciones personales redujo el porcentaje de victorias de un equipo en 5,2%,
en comparación con los equipos que no hacían esta clase de incorporaciones.
Para los 50 equipos que apenas
llegaron a las instancias decisivas del torneo, o playoffs, al ubicarse en el
octavo lugar en sus respectivas conferencias durante los años del estudio, esto
se tradujo en aproximadamente dos victorias menos, lo que en la mayoría de los
casos sería suficiente para dejarlos fuera de los playoffs.
¿Por qué sucede esto? Una de las
razones, en opinión de los autores, es que los gerentes pueden recurrir a los
contactos sociales para acelerar el proceso de búsqueda o porque les resulta
más conveniente. “O tal vez le están haciendo un favor a alguien que conocen
del pasado”, dice Brechot. Pero esa forma de contratación puede nublar la
capacidad del gestor para juzgar quién es el jugador más idóneo para un puesto,
lo que lleva a la disminución del rendimiento del equipo. “Es un sesgo en la
toma de decisiones”, advierte el investigador.
El abogado del diablo podría
decir que es posible que los ex empleadores den intencionalmente malos consejos
a los gerentes para perjudicar a sus nuevos equipos. Así es la competencia en
los deportes, sobre todo a nivel profesional. Pero de acuerdo con Brechot, la
incidencia negativa de los jugadores contratados a través de los vínculos
sociales fue menor en los equipos dirigidos por gerentes que no fueron
contratados por los propietarios actuales de los equipos de la NBA. De tratarse
de gerentes que sí fueron contratados por los presentes dueños de las franquicias,
explica Brechot, habrían sido monitoreados más de cerca por el dueño del equipo
y, por lo tanto, los jugadores recomendados habrían pasado por un examen más
riguroso antes de firmar. Por lo tanto, argumenta Brechot, el peor rendimiento
de los equipos con un jugador contratado gracias a relaciones no es simplemente
el resultado de una mala asesoría.
Aunque el estudio se limitó a
examinar a los gerentes de la NBA, puede ser relevante para muchos otros tipos
de administradores que han asumido que la contratación a través de contactos
sociales garantiza buenos resultados.
“¿Realmente creen que encontraron
la mejor combinación para esta posición, o es sólo una manera conveniente de
reducir la carga de trabajo personal?”, pregunta Brechot. “Los gerentes de
contratación deberían al menos ser conscientes del intercambio que están
haciendo entre su beneficio propio y las ventajas para la empresa en que
trabajan”.
—Louise Lee es una escritora
radicada en Palo Alto, California.
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