Perfil de una marca poderosa
FORBES, 20 de Octubre del 2015
Hoy, una marca sencilla, que
claramente representa un concepto único, es percibida como más auténtica, más digna
de confianza, de mayor calidad, más creíble, y sobre todo conecta de manera más
efectiva con sus audiencias.
Al día de hoy, ya nadie duda que
una marca poderosa se crea a través de la experiencia del cliente en los distintos
puntos de contacto que éste mantiene, desde el espacio físico hasta las redes
sociales, pasando por la publicidad.
“Your brand is what people say about you when
you’re not in the room.”
Esta definición de Jeff Bezos, en
mi opinión, es la mejor que describe la realidad actual de la marca, siendo la
suma de asociaciones espontáneas que los consumidores tienen y recuerdan sobre
la misma, asociaciones que acaban tornándose en un activo poderoso de alto
impacto en los resultados de negocio, lo cual implica un proceso de gestión de
marca, que entre otras cuestiones contemple: una visión y promesa de marca
inspiradora que se “viva” en interno y se “respire” en externo, que la
fortaleza esté basada en la estrategia de negocio que la impulsa, el trabajo
consistente de diferenciación con base en propuestas únicas y la generación de
valor, trabajar la relevancia y consistencia, una poderosa identidad soportada
en la estrategia, y ofrecer experiencias únicas.
Todo ello acaba traduciéndose en
resultados positivos no sólo en términos de valor de marca, sino también en los
resultados financieros de las compañías, lo que se manifiesta en un mejor
desempeño en los mercados financieros, sin olvidar que en un mundo complejo de
marcas, opciones, canales, mensajes, promesas… menos es más.
La realidad es que el entorno
actual ha llevado a muchas marcas a convertirse en entes complejos que les han
alejado del consumidor por la falta de claridad y entendimiento respecto a lo
que estas marcas significan. Hoy, las marcas sencillas, que claramente
representan un concepto único, son percibidas como más auténticas, más dignas
de confianza, de mayor calidad, más creíbles, y sobre todo conectan de manera
más efectiva con sus audiencias.
Esta conexión se traduce en ser
relevante para el consumidor, lo cual implica consistencia y la generación de
experiencias en todos los puntos de contacto, siendo amplificado por la
perfecta integración e interacción entre todos ellos. Hoy vemos cómo la
interacción, colaboración y cocreación entre marca y consumidor se incrementa
siendo la marca resultado de las mismas, lo que se manifiesta en nuevos
productos y servicios e incluso identidades.
En este sentido, en los próximos
años veremos cómo la creatividad y la innovación serán fruto de este proceso de
colaboración, siendo claves en el proceso de creación y gestión de marca. Las
marcas tienen el reto de vivir en constante modo beta para dar respuesta a un
consumidor cada vez más demandante e informado, al tiempo que tienen que
incrementar su capacidad de respuesta a un entorno cambiante, lo que requiere
cambiar estructuras y la modificación de muchas de sus estrategias para hacerse
presentes a través de propuestas únicas y relevantes.
Las buenas expresiones,
comunicaciones y experiencias de marca ya no son suficientes para destacar en
mercados saturados y muy competitivos, donde muchas de las barreras actuales
han desaparecido. Las marcas necesitan proporcionar mucho más que experiencias perfectamente
diseñadas. Para ser relevantes tienen que conectar con sus clientes de manera
más real, contando una historia que vaya más allá de la entrega de un producto
o servicio. Las marcas de éxito son aquellas que enamoran al consumidor con
base en su autenticidad y unicidad, aquellas que son fieles a su esencia, saben
comunicarlo y son empáticas en su relación con sus consumidores, siendo humanas
en un escenario donde lo que domina es la tecnología.
Por último, recordar un factor
que tomará una relevancia creciente y va a incidir en el futuro éxito de la
marca: el mayor enfoque en lo social y humano. Las marcas que no demuestren su
compromiso social y actúen en pro del desarrollo de la sociedad, sin duda van a
perder valor frente al consumidor.
Hoy, los consumidores demuestran
un mayor compromiso con las marcas que actúan de manera responsable, dejando de
ser sujetos pasivos; hoy, interactúan y prescriben, abandonando aquellas marcas
que nos les escuchen ni respondan a sus demandas ni actúen en pos de la
sociedad.
Fernando Barrenechea es director
de Estrategia de Interbrand.
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