Disrupción: el éxito de las organizaciones exponenciales
FORBES- Martes, 27 de Octubre de 2015
Uno de los autores del libro
Exponential Organizations asegura que las organizaciones exponenciales
presentan características que difícilmente pueden ser reproducidas por las
grandes empresas. Las organizaciones más tradicionales deben saber que su
continuidad depende de qué tan disruptivas puedan llegar a ser.
En octubre de 2014, Salim Ismail,
vocero de Singularity University, publicó el libro Exponential Organizations,
un título escrito en coautoría con el periodista especializado en tecnología
Michael Malone y el emprendedor Yuri van Geest. El libro plantea los retos y
las oportunidades de convertirse en una organización exponencial, es decir,
aquella que tiene una estructura pequeña, pero que es capaz de incrementar 10
veces sus ganancias constantemente.
Para Ismail, Malone y Van Geest
empresas como Uber o Airbnb son verdaderos ejemplos de gestión empresarial. De
hecho, escriben, estas empresas han logrado ocupar espacios en la mente de los
consumidores que antes tenían otras firmas que se actualmente se encuentran en
bancarrota.
Uno de los ejemplos más claros,
escriben, es el de Kodak e Instagram: con la integración de las cámaras
fotográficas a los teléfonos inteligentes, Kodak fue perdiendo una parte
importante del mercado. En contraparte, Instagram nació como una aplicación
para los smartphones capaz de aplicar filtros a las fotografías y ayudar a
compartirlas en cualquier tipo de página o red social. Un año y medio después
de su lanzamiento, en octubre de 2010, la aplicación desarrollada por Kevin
Systrom y Mike Krieger fue vendida a Facebook por 1,000 millones de dólares
(mdd). ¿Cómo perdió tanto su valor Kodak y cómo alcanzó un valor tan alto y en
tan poco tiempo Instagram? La respuesta está en las características
exponenciales de esta segunda.
Según lo que estipulan sus
autores, las empresas exponenciales tienen características difíciles de
reproducir por la mayoría de los negocios: “Son al menos 10 veces más
efectivos, eficientes o rápidos en sus procesos lineales en un mercado”.
En el libro, los autores aseguran
que muchas de las empresas que actualmente son líderes en sus respectivas
industrias están destinadas a desaparecer si no se convierten en organizaciones
exponenciales.
En entrevista para Forbes
México, Salim Ismail habló sobre qué requerirían las grandes empresas, esas en
las que no está inscrito el adn exponencial de las startups, para poder
transformar sus procesos en exponenciales.
¿Qué deben hacer las grandes
empresas para convertirse en organizaciones exponenciales?
La trasformación es muy
complicada por dos razones, la primera es que no sólo se requiere de un buen
managing o de habilidades especiales, se necesita que siempre exista una
búsqueda de eficiencia y de estabilidad. No es que sólo tengas la intención de
hacer un cambio, es la suma de muchos factores. Si nosotros no tenemos
habilidades de gestión, va a ser muy difícil intentar implementar algo
totalmente disruptivo. Segundo, cuando se encuentran reunidos varios líderes de
una organización, el 99% de las conversaciones gira en qué se puede hacer al
interior de la compañía que impacte al exterior de ésta.
La mejor forma de hacer este
cambio es a través de la creación de un equipo pequeño. Este equipo puede hacer
un trabajo mucho más escalable e innovador. Una organización puede generar un
modelo disruptivo en toda una industria.
En su libro habla en numerosas
ocasiones de que las empresas exponenciales tienen equipos de trabajo
pequeños, ¿eso indica que las grandes organizaciones deben deshacerse de
algunas personas para convertirse en exponenciales?
Si miras organizaciones como Uber
o Airbnb, ellos tienen equipos muy pequeños, pero logran operar al mismo nivel
que cualquier organización grande. Observa a Uber, la función más crítica de
esta organización está en el pasajero y el conductor, pero ellos no están
adentro de la estructura organizacional. Poder valerse de la tecnología ayuda
a enfocar los esfuerzos en donde realmente vale la pena.
Internet ayuda a las organizaciones
a orientar sus esfuerzos hacia procesos mucho más radicales. Algunos procesos
tendrán que hacerse más esbeltos y otros, en donde se requiere más gente,
deberán engrosarse.
¿Cómo hacer esto en las grandes
organizaciones mexicanas, que generalmente son organizaciones con una
estructura de empresa familiar, en donde la gente difícilmente está dispuesta
a cambiar de puesto?
Eso de convierte en un gran reto,
sobre todo de gestión. Lo más importante es adquirir habilidades que permitan
hacer este cambio.
Cuando se debe tomar la decisión
de por dónde empezar, las empresas se dan cuenta de que todo inicia por las
habilidades de un buen managing.
En este contexto, parece que los
líderes deben tener características muy específicas, ¿cuáles son?
Ser un verdadero líder significa
ser capaz de pensar y actuar de manera diferente.
¿Y qué pasa cuando el líder de la
organización es una persona de edad avanzada o la empresa se encuentra en
proceso de transición de la primera a la segunda generación?
Este tipo de problemas es el que
experimentan empresas como Microsoft, BlackBerry o Yahoo. Ellos están
analizando cómo se debe alcanzar una gestión efectiva en la compañía. Cada vez
son más y más las empresas que están fracasando y menos aquellas que están
encontrando la clave para hacer cambios. Son pocas las que están encontrando la
forma de hacer cosas que aumenten su valor. De acuerdo con las estadísticas,
85% de las empresas quebrarán en los siguiente cinco años, éste es un número
gigante. Lo que tenemos que hacer es encontrar un sistema administrativo que
genere vínculos virtuosos, que aumenten el valor de unos con otros. Esto es lo
que yo llamo una caridad dinámica.
¿Usted sabe de alguna
organización en México que haya nacido con ese ADN o que pueda transformarse en
una organización exponencial?
Creo que existen muchos
ejemplos. Hay una empresa de drones en Tijuana, fundada por un chico de menos
de 30 años que se llama Jordi Muñoz. En México, hay empresas interesantes que
están innovando en la impresión 3D y en las compañías que se dedican a
distintos niveles de distribución.
Creo que no importa cuál es su
origen. Por ejemplo, hay una industria que es emblemática de México: la
petrolera. Se considera que la crisis de los precios del petróleo se mantendrá
por los próximos ocho o 10 años, generando una crisis económica en el país.
Esto genera la oportunidad de innovar no sólo en la propia industria del
petróleo, sino en la energética en general. Ahí hay un área de oportunidad.
Entonces, ¿se puede ser
exponencial aunque la empresa se maneje en una industria muy tradicional?
Hay distintos niveles de
disrupción. No todas las industrias cambian tan rápido como la de la música o
la de los medios de comunicación, que sufren disrupciones más rápidamente. Las
industrias que ofrecen productos físicos tienden a implementar cambios con
menos rapidez, como sucede con las Kindle o los iPhones, que son productos
físicos que deben pasar un proceso de ingeniería y producción que requiere más
tiempo. Hay otras que deben pasar por un proceso de fabricación mucho más
complejo y lento, como la industria inmobiliaria.
En las industrias cuyo modelo de
producción, distribución y comercialización es más tradicional, la disrupción
debe presentarse a otros niveles. Es decir, puede ser en la parte de procesos,
de manera interna, mientras se preparan para los cambios externos que están
por ocurrir.
¿Todas las empresas deben pasar
por el proceso de las 6Ds del que habla en su libro?
Sí, algunas están más enclavadas
en un punto que en otro, pero todas deben pasar por las 6Ds [digitalización,
decepción, disrupción, desmonetización, desmaterialización y
democratización]. En México, existen empresas que están en el proceso de
digitalización (como Grupo Salinas) o de disrupción (Cemex o Grupo Bimbo).
¿Puede hablarnos de manera más
específica de los procesos que están enfrentando estas empresas?
Todavía no es algo de lo que
pueda hablar completamente porque aún estamos prospectando este cambio. Lo que
puedo decirte es que son grandes organizaciones que están trabajando mucho en
la parte de nuevos procesos.
De acuerdo con Salim Ismail, la
publicación de su libro más que buscar impactar de manera negativa en los
empresarios, busca despertar la consciencia de aquellos que todavía están a
tiempo de transformar sus organizaciones en exponenciales: “Para poder ser más
competitivo, hay que analizar las oportunidades. Es necesario pensar en las
cosas de una manera distintas”. En opinión del vocero de la Singularity
University, el futuro puede ser muy optimista; sin embargo, las organizaciones
más tradicionales deben saber que su continuidad depende de qué tan disruptivas
puedan llegar a ser. Ése, dice Ismail, es el verdadero reto en la actualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario