Quince cambios que nos hicieron humanos
BBC Mundo - domingo, 5 de abril de 2015
Los humanos somos probablemente la especie más
rara que jamás ha existido.
Tenemos cerebros extravagantemente grandes que
nos permiten construir complicados artefactos, entender conceptos abstractos y
comunicarnos usando el lenguaje.
También somos casi lampiños, tenemos mandíbulas
débiles y nos cuesta dar a luz. ¿Cómo evolucionó una criatura tan estrafalaria?
1 - Vivir en grupo
Los primeros primates, el grupo que incluye a
monos y humanos, evolucionaron poco después de la desaparición de los
dinosaurios.
Muchos comenzaron rápidamente a vivir en
grupos. Eso supuso que cada animal debía moverse en una compleja red de
amistades, jerarquías y rivalidades.
Así que vivir en grupos puede haver impulsado
un aumento sostenido de la capacidad intelectual.
2- Más sangre al cerebro
Humanos, chimpancés y gorilas descienden todos
de una especie desconocida de homínido extinguida.
En este ancestro, un gen llamado RNF213 comenzó
a evolucionar rápidamente.
Esto puede haber estimulado el flujo de sangre
hacia el cerebro al ensanchar la arteria carótida.
En humanos, las mutaciones de RNF213 causan la
enfermedad de Moyamoya, en la que la arteria es demasiado estrecha, una
condición que conduce al deterioro de la capacidad cerebral por falla de
irrigación.
3 – La división de los primates: primeros
cambios de genes
Hace 13-7 millones de años
Nuestros ancestros se separaron de sus
parientes parecidos a los chimpacés hace unos 7 millones de años.
En un principio, tendrían una apariencia
similar. Pero dentro de sus células, el cambio ya estaba en marcha.
Después de la división, los genes ASPM y
ARHGAP11B empezaron a mutar, así como un segmento del genoma humano denominado
región HAR1.
No está claro que provocó estas modificaciones,
pero HAR1 y ARHGAP11B están involucrados en el crecimiento del córtex cerebral.
4 – Subidón de azúcar: energía para el cerebro
Después de que la línea evolutiva humana se
separó de la línea de los chimpancés, dos genes mutaron.
SLC2A1 y SLC2A4 forman proteínas que
transportan glucosa dentro y fuera de las células.
Las modificaciones pueden haber desviado
glucosa de los músculos hacia el cerebro de aquellos homínidos primitivos, y es
posible que esta glucosa los haya estimulado y permitido que crecieran los
cerebros.
5 – Las manos más hábiles
Nuestras manos son inusualmente hábiles y nos
permiten hacer bellas herramientas de piedra o escribir palabras.
Eso puede deberse en parte a un fragmento de
ADN llamado HACNS1, que ha evolucionado rápidamente desde que nuestros
ancestros se dividieron de los ancestros de los chimpancés.
No sabemos qué hace HACNS1, pero se activa
cuando se desarrollan nuestros brazos y manos.
6 – Mandíbulas débiles: más lugar para el
cerebro
En comparación con otros primates, los humanos
no pueden morder con demasiada fuerza porque tienen músculos delgados en la
mandíbula.
Esto parece deberse fundamentalmente a una
mutación del gen MYH16, que controla producción de tejido muscular.
Este cambio ocurrió hace entre 5,3 y 2,4
millones de años. Las mandíbulas más pequeñas pueden haber liberado espacio
para que crezca el cerebro.
7 – Dieta variada: carne en el menú
Nuestros ancestros primates más antiguos comían
principalmente fruta, pero especies posteriores como el Australopithecus
ampliaron su gusto.
Además de alimentarse con una variedad más
grande de plantas, como las hierbas, parece que comieron mucha más carne e
incluso que la troceaban con herramientas de piedra.
Más carne supuso más calorías y menos tiempo de
masticación.
8 – Pelados: no más vello corporal
Los humanos son primates casi lampiños. Nadie
sabe por qué, pero ocurrió hace entre 3 y 4 millones de años.
Fue entonces fue cuando evolucionaron las
ladillas, que solo pudieron infectar el pubis cuando el resto del pelo había
desaparecido.
Expuesta al sol, la piel se oscureció. A partir
de entonces, todos nuestros ancestros fueron negros, hasta que algunos humanos
modernos dejaron los trópicos.
9 - Conexiones: un gen de inteligencia
Un gen llamado SRGAP2 fue duplicado tres veces.
Como resultado, nuestros ancestros tuvieron
varias copias, algunas de las cuales podrían haber evolucionado libremente.
Una de las copias mutadas resultó ser mejor que
la original.
Es probable que haya provocado que las células
del cerebro modelaran más prolongaciones, permitiéndoles formar más conexiones.
10 – Cerebros más grandes: primates pensantes
Los humanos modernos pertenecen a un grupo o
género de animales conocido como Homo.
El fósil de Homo más antiguo conocido fue
hallado en Etiopía y tiene 2,8 millones de años.
La primera especie fue probablemente Homo
habilis, aunque este supuesto ha sido disputado.
En comparación con sus ancestros, estos nuevos
homínidos tenían cerebros mucho más grandes.
11 – Parto complicado: una cabeza muy grande
Para los humanos, el parto es difícil y
peligroso.
A diferencia de otros primates, las madres casi
siempre necesitan ayuda.
Esto es porque caminar en dos piernas supone un
canal pélvico más estrecho para el paso de un bebé humano, cuya cabeza ha
crecido en relación a sus ancestros.
Para compensar el parto dificultoso, los bebés
nacen más pequeños e indefensos.
12 - Control del fuego
Nadie sabe cuándo nuestros ancestros
aprendieron a controlar el fuego.
La prueba directa más antigua proviene de la
Cueva Wonderwerk, en Sudáfrica, que contiene cenizas y huesos quemados de hace
1 millón de años.
Pero hay evidencias de que los homínidos
procesaban los alimentos incluso antes y de que eso podía incluir cocinar con
fuego.
13 – El don de la charla
Todos los grandes homínidos tienen sacos de
aire en sus tractos vocales que les permiten lanzar fuertes bramidos.
Pero los humanos no, porque esos sacos de aire
hacen que sea imposible producir diferentes sonidos vocales.
Nuestros ancestros los perdieron aparentemente
antes de que nos bifurcáramos de nuestros primos Neandertales, lo que sugiere
que ellos también podían hablar.
14 - Un gen para el lenguaje
Hace 500.000 años
Algunas personas tienen una mutación en un gen
llamado FOXP2.
Como resultado, les cuesta entender gramática y
pronunciar palabras.
Eso sugiere que FOXP2 es crucial para aprender
y usar el lenguaje.
El gen moderno se desarrolló en el ancestro
común de los humanos y los Neandertales: el FOXP2 neandertal es igual al
nuestro.
15 – Saliva reforzada para comer carbohidratos
La saliva contiene una enzima llamada amilasa,
fabricada por el gen AMY1, que digiere el almidón.
Los humanos modernos cuyos ancestros fueron
agricultores tienen más copias AMY1 que aquellos cuyos ancestros siguieron
siendo cazadores recolectores.
Este refuerzo digestivo puede haber ayudado
para dar inicio a los cultivos, los poblados y las sociedades modernas.
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