Los 11 gastos extra que te amargan el mes. Y
fastidian un montón...
El Confidencial - jueves, 23 de
abril de 2015
¿Somos unos tacaños o
verdaderamente estamos hartos de pagar por cosas que ya hemos abonado de algún
modo o que, peor, realmente no deberían costar nada?
Una encuesta llevada a cabo por
la aseguradora Direct Line ha sacado a la luz algunos de los recargos que más
les molesta pagar a los británicos y, como era de esperar, la mayoría de ellos
son compartidos por nosotros. Alrededor del mundo los ciudadanos nos topamos
con pequeños gastos adicionales que nos cabrea tener que abonar.
Ya sea porque no nos los esperábamos
o porque vemos ridículo tener que aportar una cantidad extra, lo cierto es que
nos acompañan en el día a día y, por mucho que te esfuerces en evitarlos, al
final te toca pagar. Estos son algunos de los gastos más odiosos.
Los gastos de aparcamiento
irrazonables
Que las normativas de
estacionamiento regulado en las ciudades, implantadas generalmente en los
núcleos urbanos centrales, ayudan a la descongestión del tráfico y son medidas
que favorece la protección del medio ambiente es indiscutible, pero ¿se ajustan
las tasas por minuto de aparcamiento al coste real de que esté estacionado ese
vehículo? ¿Quién hace el reparto de las calles entre residentes o zona azul?
¿Son realmente necesarios los parquímetros en determinadas zonas? Y, lo más
importante: ¿hay un complot mundial de los establecimientos del mundo para no
poder dar cambio a los conductores para poder pagar los parquímetros?
Las comisiones por sacar efectivo
de los cajeros
Cierto que algunos bancos no
cobran nada a sus clientes por retirar dinero en cajeros automáticos que no
sean de su sucursal bancaria, pero todavía hay demasiados que sí lo hacen. Y no
estamos hablando de unos pocos céntimos sino de cantidades que suelen superar
el euro. En serio, ¿3 euros con 60 céntimos? ¿Es que acaso hay un sistema
subterráneo con una maquinaria del futuro costosísima que envía el dinero por
tubos de oro desde tu banco hasta el cajero en el que te encuentras? Por el
amor de dios.
Cargos bancarios a go go
Continuando con los extras que
nos cobran los bancos está el clásico mantenimiento de la tarjeta que sorprende
especialmente porque si la extravías, dañas o te la roban, van a cobrarte el
duplicado. Pero hay más: ¿a alguien le parece normal tener que pagar por hacer
una transferencia de una cuenta a otra siendo ambas del mismo banco? ¿Y qué hay
de las comisiones por cobrar un cheque en efectivo en una sucursal que no es la
misma que lo emitió pero que pertenece a la misma entidad? No hay más palabras,
señoría.
Gastos de gestión al hacer una
reserva
Aunque existen normativas que
vigilan que estas tarifas no sean excesivas, lo cierto es que al reservar un
billete de avión, contratar un viaje o comprar unas entradas para un concierto
nos suelen cobrar gastos de gestión… Ya.
¿Qué gestión? Si todo el proceso
de búsqueda y rellenado de datos lo has hecho tú. ¿Estamos financiando las
pasarelas de pago digital más caras de la historia? Julia Rampen sugiere en el
Mirror ir al lugar físico y hacer el pago en efectivo. Ya pero, ¿y cuando no
existe la opción de acudir en persona a realizar la compra o, peor, cuando los
gastos de gestión –ahora sí realizados por un ser humano que ha dado al botón
de imprimir en su ordenador– son exactamente los mismos que en tu compra online?.
Una opción para evitar estos
gastos adicionales –o reducirlos al mínimo– es seleccionar las formas de pago
eximidas de estos costes. No todas, pero algunas compañías no cobran nada si
compramos con tarjeta de débito en lugar de con la de crédito.
Las comisiones de las
inmobiliarias
Esto es generalizar, porque las
habrá que se encarguen del mantenimiento de los inmuebles que tienen en
catálogo y trabajen largas jornadas analizando el mercado para encontrar tu
piso ideal, pero cuando la búsqueda la has hecho tú a través de algún portal
web de alquiler de viviendas y los de la inmobiliaria lo único que han hecho es
abrirte la puerta de la casa… ¿De verdad creen que es aceptable que te cobren
un mes de agencia como honorarios por su participación o un porcentaje por
tramitar la venta de una vivienda?
El IVA inesperado
Qué buena estaba la comida
¿verdad? ¿Y cuándo traen la cuenta y de pronto no habías contado con el IVA?
Son pocos los establecimientos que no tengan el IVA incluido en sus productos,
pero de no ser así debe estar perfectamente identificado en su lista de precios
para que el consumidor lo sepa. Está claro que tienes derechos y debes
exigirlos, pero antes de montar un pollo, asegúrate de que el descuido no ha
sido tuyo y había un letrero fluorescente gigante donde lo advertían.
Que te cobren el agua y el pan
Lo del IVA puede resultar
embarazoso si no te has percatado de que lo ponía en la carta, pero que te
lleven una cesta con media barra de pan
troceada sin que la pidas y luego te la cobren, es algo que
verdaderamente molesta (especialmente si no tienes la jeta para llevarte lo que
sobra a casa y hacerte unas migas). Y no, tampoco es grato cuando pides un vaso
de agua y te traen una botella de agua mineral que, por supuesto, te van a
cobrar.
Las bolsas de la compra
Ya está más asumido y es cierto
que como medida medioambiental ha surtido bastante efecto y cada vez son menos
las personas que van a hacer la compra sin llevar su propia bolsa de plástico o
papel. Pero al principio de los tiempos, todos nos indignamos al tener que
pagar entre tres y cinco céntimos por algo que antes era gratis. Parecido es el
caso de los auriculares de los autobuses de largo recorrido. Ahora casi nos dan
ganas de abrazar a los azafatos de Renfe cuando nos obsequian con unos cascos,
pero hubo un tiempo en el que ese mismo regalo probablemente fabricado
específicamente para que sólo uno de los dos auriculares se escuche te lo daban
en todos tus viajes.
Pagar por usar el baño público
En el resto de Europa es bastante
más común que existan baños públicos y que haya una persona cobrando algo por
pasar a ellos. Claro que también hay más servicios disponibles y están más
aseados que, por ejemplo, los chirimbolos madrileños (sí, sí, no es una broma
pesada, en algunos hay un “baño” dentro), o los baños de algunas estaciones de
autobuses. Además, podemos encontrarnos en una situación similar a la de los
parquímetros: ¿y si no tienes monedas sueltas?
Los honorarios por la renovación
del DNI o pasaporte
De los más molestos especialmente
cuando es el propio sistema quien le ha puesto fecha de caducidad a tus
documentos de identidad. Con la excusa de la picaresca española y el “todo el
mundo alegaba robo y así no tenía que pagar la nueva copia” ahora nos cobran a
todos aunque te hayan quitado la cartera con tu DNI a punta de pistola. Aún
más, se están planteando sancionar a aquellas personas que se renueven estos
documentos de manera recurrente –pongamos, 3 veces en cuatro años– les hayan o
no robado. ¡Si los 10,60 euros te los van a cobrar igual!
Buenas noticias, hay una forma de
que estos trámites sean gratuitos: cuando es necesario renovar el DNI, siempre
que esté en vigor, porque haya algún cambio en tus datos. Aunque ten en cuenta
que el periodo de validez del documento no varía, vamos, que te caducará en la
misma fecha que el anterior. Puedes ir pidiendo la cita previa para dentro de
seis meses.
Los teléfonos de atención al
cliente de pago
Te llega una factura de la luz
más alta y como no entiendes qué te están cobrando o qué incluye la tarifa que
tienes contratada, decides llamar para que te lo expliquen y es un 902...
Estupendo. Ahora también te subirá el recibo del teléfono. Por si ves en la
obligación de acudir a algún servicio de atención al cliente recuerda que los
números que empiezan por 800 o 900 son gratuitos y los que tienen el prefijo
901 se paga una parte de la llamada.
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