Cuesta más liquidar una empresa que crearla
América Economía - domingo, 26 de abril
de 2015
Crear una sociedad mercantil
cuesta ante notario entre 9,000 y 12,000 pesos (entre US$ 583 y US$ 777), pero
si luego de una serie de problemas el emprendedor decide liquidarla el monto se
triplica, tan sólo por trámites notariales, por ello las personas que decidan
constituir una empresa deben conocer las implicaciones que esto conlleva,
recomienda el Colegio Nacional del Notariado Mexicano.
“Nada más en el aspecto notarial,
la liquidación de una sociedad mercantil se eleva. Con los protocolos de
disolución y liquidación más la publicación, es más o menos el triple de lo que
costó nacer, y todavía hay que contratar al contador para las bajas ante el
SAT, el IMSS, Infonavit, entre otros trámites”, explica en entrevista Héctor
Galeano Inclán, presidente del CNNM.
En el país existen 5.3 millones
de microempresas, la mayoría de sus dueños cuyos dueños tributan bajo el
régimen de personas físicas con actividades empresariales o profesionales (3.8
millones de contribuyentes), o de Incorporación Fiscal (4.3 millones). Aunque
dichos negocios generan 40% de los empleos, sólo las empresas bien
constituidas, con acceso a créditos y otros mercados, para lo cual deben operar
como sociedades mercantiles, pueden ofrecer fuentes de trabajo de calidad.
En su actividad profesional,
Galeano Inclán constituye entre cuatro y cinco sociedades mercantiles al mes.
Éstas pueden ser sociedades Anónimas (S.A) o Sociedades de Responsabilidad
Limitada (SRL). Quien toma la decisión se convertirse en persona moral ya
desempeña su actividad empresarial como personal física, y se ve obligado a
hacer ese cambio para acceder a créditos, para ser proveedor del gobierno o
porque los bancos se lo exigen para algún préstamo.
Dar este paso conlleva un
análisis previo. Una de las ventajas que tiene el emprendedor de formar una
sociedad mercantil es la separación de su patrimonio.
Nacer o morir
Dar nacimiento a una persona
moral es sencillo. El proceso puede hacerse de manera gratuita a través del
portal Tuempresa.gob.mx, aunque éste se encuentra inactivo u opera en una
versión beta. También puede acudir ante un notario o corredor público. El 90%
de los trámites se hacen a través de internet y sólo la firma de la escritura
constitutiva requiere del fedatario.
“Lo más importante es definir el
giro, la estructura administrativa y quienes van a ser sus administradores o
gozar de facultades de representación. Las decisiones que hoy se tomen serán
las que prevean los conflictos el día de mañana”, advierte Galeano Inclán.
Además de la escritura
constitutiva, obtiene la denominación social, el Registro Federal de
Contribuyentes, la inscripción ante el Registro Público de Comercio. “La
sociedad se puede constituir en tres días, que es lo que tardar el portal de la
Secretaría de Economía en autorizar la denominación, que se vincula al
Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI)”.
El trámite ante un notario puede
costar el doble que con un corredor público. Sin embargo, los poderes que
otorga el consejo de administración de la sociedad mercantil es un contrato
civil, del que no puede dar fe un corredor público.
El notario hace una labor
“profiláctica” para prever conflictos. Por ejemplo, en una sociedad familiar
donde el padre constituye el negocio y quiere asociar a los hijos, el notario
aconseja que el padre tenga la mayoría del capital para tomar resoluciones sin
contar con el consentimiento de éstos. Este tipo de asesorías, en las que se
analiza caso por caso, hace que “los litigios entre socios de una sociedad
mercantil sean prácticamente nulos”, asegura el presidente del CNNM.
Liquidar una empresa, abunda, es
complejo porque requiere primero de un proceso de disolución y luego entrar a
otro para extinguir a la persona moral en la que intervienen acreedores como el
SAT, IMSS, Infonavit, bancos, proveedores y empleados y cada uno “va arrareando
una problemática determinada”.
Galeano Inclán indica que, en su
ejercicio profesional, extingue cuatro sociedades mercantiles al año. “Muchas
se quedan en el limbo, en suspensión, pero siguen generando costos asociados
porque, cuando menos, tienen que presentar declaraciones fiscales”.
Aunque hay personas que al
conocer estos datos prefieren continuar como personas físicas, lo cierto es que
la mayoría que se acerca con un notario tiene el objetivo fijo de constituir
una sociedad porque considera que ha llegado el momento adecuado para hacer
crecer su negocio.
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