https://www.facebook.com/wilber.carrion.1 - Twitter: @wilbercarrion  
  Su apoyo es bienvenido, cuenta: BBVA Continental- 0011 0175 0200256843  

lunes, 13 de abril de 2015

peleas

Jamie Dimon y el ascenso de J.P. Morgan


The Wall Street Journal. - ‎ ‎abril‎ de ‎2025
Luego de cinco años de conducir a J.P. Morgan Chase a través de épicas peleas regulatorias y acuerdos legales, Jamie Dimon ha consolidado su posición como el banquero más importante del mundo. Mientras otros grandes bancos tambalearon tras la crisis financiera, Dimon usó la sólida posición financiera de J.P. Morgan para pasar a la delantera en banca de inversión, tarjetas de crédito y gestión de activos. Y con unos US$2,6 billones en sus arcas, J.P. Morgan es el mayor banco de Estados Unidos.


Las fortalezas del banco podrían ser evidentes pronto en sus ganancias, que el año próximo podrían ascender a US$24.000 millones. Sin embargo, los inversionistas aún no se ponen al día. Con un precio reciente de US$61, las acciones de J.P. Morgan están valoradas en apenas 10 veces el valor de sus ganancias estimadas este año, uno de los ratios precio/ganancias más bajos entre los grandes bancos de EE.UU. El ratio P/G de Standard & Poor’s 500 es de 16 veces.

El banco exhibió en febrero sus principales negocios y su equipo gerencial en su asamblea anual con inversionistas. Dimon intentó demoler la idea de que el banco podría estar mejor si se dividiera en varias partes. La idea de una escisión tomó impulso debido a su bajo ratio de precio/ganancias y la postura de que varias partes tendrían un mayor valor combinado que un todo, debido parcialmente a los menores requisitos de capital.

Dimon contestó que J.P. Morgan es una empresa integrada con cuatro franquicias “increíbles” que derivan US$18.000 millones en ingresos anuales, y que mantener la unidad es beneficioso para los costos. Agregó que el banco puede absorber mayores requisitos de capital y aún entregar retornos destacados y mayores ganancias.

Los resultados del primer trimestre, que se anunciarán el 14 de abril, podrían ser sólidos. Una señal alentadora es que el banco indicó a fines de febrero que sus resultados de corretaje desde comienzos de año superaban el ritmo del año pasado.

Lo que los inversionistas quizás no terminan de reconocer es que J.P. Morgan ha desarrollado varias de las empresas que lideran mercados en EE.UU., incluida la principal firma de tarjetas de crédito medida en préstamos en circulación; el principal banco de inversión por ingresos; el principal banco privado; y el tercer mayor gestor de activos, detrás de BlackRock y UBS Group. Dimon afirma que J.P. Morgan tiene un rol vital porque las multinacionales necesitan un banco global para préstamos, divisas, derivados, servicios de emisión de acciones y gestión de efectivo, entre otros.

Sin embargo, el nivel actual de ganancias podría subestimar notablemente su capacidad de generar utilidades. Durante su asamblea anual, J.P. Morgan presentó un escenario optimista, basado en una simulación, en el que podía ganar US$30.000 millones en 2017, frente a los US$21.800 millones del año pasado. Eso se traduce en US$7,50 de ganancia por acción (GPA).

Dimon también sostuvo que es probable que el dividendo suba en los próximos cinco años.

La base de capital de J.P. Morgan y su holgada liquidez la convierten en una de las compañías financieras más formidables. Un ratio de capital clave se ha duplicado desde la crisis financiera.

Entonces, ¿por qué la acción de J.P. Morgan se cotiza tan bajo? Para empezar, los inversionistas quieren que termine la aparentemente interminable racha de conciliaciones legales y multas. Las acciones de todo el grupo de los megabancos —Citigroup, Bank of America, Goldman Sachs y Morgan Stanley— se cotizan a entre 10 y 12 veces sus ganancias estimadas para 2015. Wells Fargo, que genera un mayor retorno sobre valores, tiene un ratio precio/ganancias de 13. Las grandes firmas financieras podrían ser uno de los mayores focos de valor en el mercado bursátil, donde es difícil encontrar un grupo de acciones importante que cotice a cerca de 10 veces las ganancias.

Algunos inversionistas consideran que J.P. Morgan es una caja negra, simplemente demasiado grande y complicada de comprender. Dimon señala que el banco no adopta grandes posiciones de corretaje, y en cambio se centra en generar ganancias en mercados con una gran cantidad de actividad de los clientes. “Somos el Wal-Mart de la renta fija”, le dijo a Barron’s. “Tenemos gigantescas economías de escala”.

El ejecutivo agrega que el banco construyó cuatro franquicias espectaculares, cada una con grandes posibilidades.

Las cuatro unidades de negocios de J.P. Morgan son banca comunitaria y minorista, banca corporativa y de inversión, banca comercial, y la gestión de activos. El negocio de tarjetas de crédito, por ejemplo, fue reformado luego de 2008 para concentrarse en consumidores más adinerados, y el éxito de las ofertas de alta gama del banco, más sus tarjetas de marca compartida con empresas como United Airlines, representan una importante presión competitiva para American Express.

La banca corporativa y de inversión es líder de la industria en ingresos. Los inversionistas también reciben los servicios de Dimon, el principal banquero en EE.UU. y un defensor tanto de J.P. Morgan como de la industria, en un escenario político y regulatorio difícil. Dimon, de 59 años y recuperado tras un tratamiento por cáncer de garganta, habla de seguir en su puesto otros cinco años.

El extrovertido ejecutivo aporta experiencia, pasión, visión estratégica y una familiaridad con el día a día de las amplias operaciones del banco. Ninguna gran firma financiera está tan identificada con su líder.

Hay varios potenciales sucesores a la vista dentro de la compañía. Y Dimon, como Warren Buffett de Berkshire Hathaway, parece decidido a dejar su empresa en tan buen estado que su sucesor no necesite una presencia dominante.

Dimon ve a J.P. Morgan como un activo estadounidense y consideraría una pérdida para el país si los reguladores alguna vez obligan al banco a dividirse.

Las autoridades bancarias de EE.UU. están preocupadas por los riesgos que representan los bancos de mayor tamaño, y un resultado es que J.P. Morgan podría tener que poseer el mayor colchón de capital de EE.UU. para reflejar su tamaño y complejidad.

Las reglas de capital están llevando al banco a analizar todos sus negocios y actividades para ver si pueden estar al nivel de los mayores estándares. Rivales como UBS ven una oportunidad porque su modelo de negocios más simple significa un requisito menor de capital y por lo tanto la capacidad de ofrecer rebajas en préstamos y aun así obtener buenos retornos.


Sin embargo, a Dimon no le preocupa el tema del capital y dice que el banco ha tenido siempre más liquidez y capital que sus rivales, y que de todos modos ha mantenido su competitividad.                           

No hay comentarios: