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jueves, 23 de abril de 2015

excentricidades

Los lujos y excentricidades de los narcotraficantes


‎jueves‎, ‎23‎ de ‎abril‎ de ‎2015
El mundo del narcotraficante se ha convertido en un nicho de excesos, lujos y excentricidades. A continuación conoce algunas de ellas, reseñadas por los medios y los informes policiales.

Pistolas de oro y piedras preciosas


Amado Carrillo Fuentes, conocido como "El Señor de los cielos", fue uno de los narcotraficantes mexicanos más poderosos de la historia. Como líder del Cartel de Juárez buscaba expresar su poder a través de sus armas. Por ello, Carrillo Fuentes, criminal fallecido en 1997, tenía un gusto bastante peculiar: portar pistolas de grueso calibre con la empuñadura hecha de oro y con esmeraldas y diamantes incrustados en la empuñadura, según reportes policiacos que recoge la cadena de noticias CNN.


Celulares de oro

Otro gusto compartido entre narcotraficantes es el de hacer llamadas y enviar SMS con celulares de varios quilates. Tal es el caso de uno de los jefes del cartel mexicano de La Familia Michoacana, Juan Carlos Muñoz Vargas, alias "El Pariente", quien entre sus lujos exagerados poseía un celular exclusivo con un valor de más de 1.300 dólares.

¿Por qué tan caro?

Se trataba de un Smartphone creado con oro rosa de titanio, acero y piel de cocodrilo. Por su parte, Daniel Pérez Rojas alias "El Cachetes", integrante del grupo de sicarios Los Zetas, usaba un celular bañado en oro con diamantes incrustados, relata el diario mexicano El Universal.

  
Mausoleos de lujo

La muerte parece no ser un límite cuando se trata de seguir cumpliendo los gustos de los narcotraficantes. Las narcotumbas son un ejemplo de ello. En el estado de Sinaloa, en México, se encuentra el panteón Jardines Humaya (construido en 1966), donde yacen los cuerpos y tumbas de varios líderes de bandas, rodeados de sus objetos más codiciados como armas, joyas o camionetas.

Los mausoleos llegan a ser de tres pisos y algunos incluyen aire acondicionado, estacionamientos, terraza de fiestas, habitaciones con baños y clima artificial.

Este panteón es conocido porque en ellos se encuentran las tumbas de capos como Arturo Beltrán Leyva 'El Jefe de Jefes' e Ignacio 'Nacho Coronel', abatidos por militares en 2009 y 2010 respectivamente. Ambos fueron enemigos en vida, pero al final de sus días se convirtieron en vecinos, así lo destaca el diario mexicano El Universal.

  
Millonaria colección de autos

 Como la colección de carritos de un niño, algunos capos disfrutan coleccionar autos a una escala mayor tanto en tamaño como en costo.

Un Porsche 356, un Cadillac, un Rolls-Royce Phantom, una limosina Mercedes y otros autos clásicos de lujo fueron parte de la colección privada del narcotraficante más famoso de los últimos tiempos, Pablo Escobar, fallecido en Medellín, Colombia en 1993. El muestrario llegó a estar valuado en más de 300 millones de dólares, segúnlos reportes de prensa de la época.

Actualmente, los narcotraficantes han seguido este patrón pues cuentan entre sus pertenencias con decenas de autos de lujo entre los que se encuentran marcas como Mercedes Benz, Ferrari y Lamborghini.

  
Las mansiones
  
Las viviendas de los narcotraficantes también suelen expresar su opulenta cotidianidad. Uno de los casos más famosos es el de La Hacienda Nápoles, propiedad de “El zar de la cocaína”, como se le conocía a Pablo Escobar.

Dicha hacienda fungió como santuario del Cartel de Medellín que lideró durante la década de los ochenta. En esta propiedad se contaba con grandes espacios destinados a las fiestas que duraban días enteros amenizados con litros de licor y grandes cantidades de droga.

El rumor de que la banda de rock The Rolling Stones tocó en la hacienda durante una fiesta de cumpleaños, dio aún más fama a este recinto de casi 3000 hectáreas. Además, la hacienda contaba con un zoológico privado donde habitaban 1.900 especies, con animales salvajes como hipopótamos.

También incluía un parque temático con dinosaurios de gran tamaño y una plaza de toros. Tras la muerte de Escobar, la propiedad ubicada en Antioquia, se convirtió en un sitio público de esparcimiento social.


Narco-mansión

Otro caso, es el de la narco-mansión ubicada en el Desierto de Los Leones, en la Ciudad de México. La vivienda llena de lujos pertenece al cartel mexicano de los hermanos Beltrán Leyva. Al momento de la detención de los criminales, sus pertenencias fueron decomisadas y entre ellas se encontraban varias jaulas con tigres siberianos, panteras, leones y hasta un simio.


Entre favelas

En Brasil, cuando el capo Luciano Martiniano da Silva "Pezao" fue capturado se le encontró en una mansión incrustada en las empinadas lomas de la favela carioca del Complexo do Alemao. La lujosa residencia tenía tres pisos, con sistema de aire acondicionado central, piscina, sala de hidromasajes, sauna y una discoteca privada.

Antes de huir, los ocupantes de la residencia destruyeron con tiros de ametralladoras electrodomésticos, porcelanas y otros artículos de lujo, según informes policiacos que recoge el portal de Univisión.



Relaciones sociales
  
En el caso de sus parejas, los narcotraficantes se relacionan con mujeres que comúnmente participan en certámenes de belleza o trabajan como modelos. Tal es el caso de Martha Lucía Echeverry, quien en 1974 se convirtió señorita Colombia, una de las primeras reseñas de bellezas relacionadas con narcos.

Se dejó seducir por Miguel Rodríguez Orejuela, capo del Cartel de Cali, cuando empezó a trabajar como relacionista pública del equipo de fútbol América de Cali, del cual eran socios los hermanos Rodríguez Orejuela, señala el portal colombiano KienYKe.

El sitio colombiano también relata que la Señorita Colombia de 1981, María Teresa Gómez Fajardo, quien representó al departamento de Antioquia, se casó con el rejoneador Dayro Chica, antiguo peón de la familia Ochoa (refiriéndose a los hermanos Fabio, Jorge Luis y Juan David Ochoa, integrantes del cartel de Medellín).


En el mundo del narcotráfico se recuerda que cuando se casaron, algunos de los integrantes de la Familia Ochoa le dieron a la pareja un ajedrez de oro con una nota que decía: “Para que usted vea cómo un peón se puede comer a una reina”.

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