Las preguntas ilegales que no debe responder
en una entrevista
Finanzas Personales - lunes, 5 de
octubre de 2015
Durante los procesos de
selección, tanto el empleador como el candidato tienen distintas expectativas
para llenar la vacante que se está ofreciendo y la entrevista es ese momento
oportuno para aclarar situaciones. Pero, ¿y si le hacen preguntas extrañas
sobre religión o política?
La entrevista es el momento
crucial en el que se definen varios aspectos del trabajo que se está
ofreciendo: mientras quien solicita la vacante busca encontrar al profesional
idóneo que satisfaga las necesidades del cargo, quien aplica, quiere demostrar
sus habilidades, conocer la empresa que posiblemente lo contratará y las
condiciones del trabajo que va a desempeñar.
Ambos lados de la ecuación tienen sus
respectivas expectativas, pero a la vez, también unas condiciones profesionales
y morales desde su propia cultura organizacional o “educación de la casa” que
esperan cumplir y recibir, es decir, ambos esperan honestidad y respeto a la
hora de realizar el proceso de contratación.
Y es que en este tipo de procesos puede llegar
a suceder cualquier cosa: desde el hecho de encontrar el candidato perfecto que
cumple con todas las expectativas y que tiene mucho entusiasmo por trabajar en
la empresa, hasta personas que se presentan a convocatorias falsificando sus
títulos o sustentando su trabajo con mentiras.
Quizá es por eso mismo que algunos procesos de
selección terminan siendo un poco más tediosos que otros, con varias etapas que
pueden implicar exámenes psicotécnicos o pruebas específicas para conocer la
personalidad de la persona. Pero todo esto, también, tiene sus límites.
Hace algunos años conocíamos algunos casos,
como el que reportó Semana, de entidades que en sus procesos de selección
hacían preguntas muy específicas sobre robo, uso de drogas ilícitas hasta
relaciones interpersonales agresivas con otros compañeros del trabajo. Incluso,
se relataba de extremos en los que se hacía uso del polígrafo y visitas
domiciliarias exigentes.
Todas ellas, son prácticas que pueden resultar
incómodas pero que, al fin de cuentas, no siempre son infalibles y efectivas y
que crean un efecto totalmente opuesto y de indignación en muchas personas a
quienes se les hacía o exigía este tipo de trámites.
Con esto, el tema es que así como una empresa
defiende sus intereses, usted también puede defender los suyos, esto, porque
hay situaciones o preguntas incómodas a las que usted no tiene obligación de
responder porque atentan contra su libre expresión y personalidad, así como
tampoco tienen nada que ver con su desempeño profesional.
La discriminación
En general, todas las preguntas o pruebas que
generen o planteen situaciones de discriminación, no tienen un respaldo
jurídico o legal, a no ser que se apruebe con el consentimiento previo del
entrevistado.
Todas aquellas que correspondan a aspectos de
su vida personal y que no sean coherentes o afecten su desempeño en el trabajo,
en cuanto a sus habilidades profesionales, en la teoría, no deben ser
preguntas. Algunos ejemplos “disimulados” de preguntas que suelen tener las
empresas son:
• ¿Cómo festeja la navidad?: esta es
determinante de sus creencias o religión. Incluso, a veces son simplemente
formas en las que un jefe quiere acercarse más a sus empleados, pero en otras
ocasiones, cuando su posible superior tiene creencias ortodoxas, puede que esto
llegue a influir en el proceso de selección.
• ¿Por quién votó en las últimas elecciones?:
todo lo que tenga que ver con su filiación política, no debe influir en
absolutamente nada como determinante para que usted sea seleccionado o no para
la vacante ofrecida.
• ¿Cada cuánto tiende a enfermarse?: si bien
la salud de los empleados es algo vital y puede llegar a afectar ciertas tareas
–en temas de incapacidad-, es algo que no está permitido. Es por eso que
también las empresas pueden solicitarle exámenes médicos con el fin de
verificar su salud, antes de su ingreso. Pero si usted llega a tener problemas
de salud mientras trabaje, no deberá ser causal de despido.
• ¿Ha consumido drogas ilícitas en algún
momento de su vida?: aunque puede resultar de interés saber que no es una
persona con algún tipo de adicción, éstas pueden ser reemplazadas por exámenes
médicos de común acuerdo entre el empleador y el empleado.
• ¿Planea tener hijos?: todo lo relacionado
con su vida personal y su familia no tiene por qué interferir en su trabajo.
En general todo aquello que esté relacionado
con la raza, etnia, hábitos de consumo y relaciones familiares, no debe ser
cuestionado en un proceso de selección. Quizás es por eso que también hay un
fuerte respaldo con las “referencias” que suelen ser consignadas en las hojas
de vida y con las cuales los empleadores pueden preguntar por el desempeño y
cualidades de la persona.
Pruebas
Una de las tendencias o “malas mañas” que
tenían algunos empleadores es la de solicitar ciertas pruebas físicas a sus
candidatos relacionados con el embarazo o del VIH. Pero esto ya es totalmente
prohibido.
Incluso, el proyecto del Nuevo Código de
Policía plantea que la multa por Exigir la presentación o realización de la
prueba de embarazo como requisito de admisión, permanencia o ascenso en
cualquier empleo sería de $160.000.
De acuerdo con una publicación de Ámbito
Jurídico, un concepto del Ministerio del Trabajo, establece que “cuando el
trabajador deba desarrollar actividades que afecten su salud, el empleador
puede ordenar la práctica de pruebas médicas adicionales al examen de ingreso,
siempre que medie consentimiento del empleado”.
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