ABC para construir tu marca personal
FORBES - sábado, 1 de agosto de 2015
El
poder del personal branding está en la capacidad que tengamos de influir
positivamente en otros.
Aristóteles Onassis llegó a
Argentina con 17 años, cuando su familia lo había perdido todo durante la
guerra turco-griega en 1923. Gracias a la buena formación que recibió de sus
padres, hablaba cuatro idiomas, y eso le ayudó a conseguir trabajo con
facilidad. Por las noches devoraba libros de finanzas y sus primeros salarios
los invirtió en la compra de un costoso traje de vestir.
Tenía en carisma lo que le
faltaba de guapo, y a punta de “apariencia” y de espiar algunas conversaciones
telefónicas entre empresarios, Onassis empezó a codearse con la crema y nata de
la sociedad argentina. Lo que pocos sabían era que desde que dejó Grecia, el
futuro millonario tenía en mente establecer un negocio de importación de tabaco
y trazó un plan maestro que no solo lo llevó a cumplir esa meta, sino que 10
años después y con apenas 28 años ya era el dueño de una gran fortuna.
“El griego de oro” llegó a ser el
hombre más rico del mundo para mediados del siglo pasado, su apellido fue uno
de los más reconocidos y hasta venerados de su época. Más allá de los mitos y
las tragedias de su vida, Onassis fue uno de los tantos que aplicó un método
que hasta hace algunos años se le conoce como personal branding; una
herramienta muy reciente en la teoría, pero que en la práctica se ha utilizado
a lo largo de la historia.
Philip Durbrow, un reconocido
estratega de imagen estadounidense, recordó en su blog algunas lecciones de
marca que aprendió cuando conoció al griego en persona: “Ve de tragos donde va
la gente rica, incluso si solo tienes para uno. Vive en un vecindario
exclusivo, aunque sea en la peor casa. Ejercítate, mantente bronceado, aunque
tengas que usar una lámpara”. El mensaje era muy claro “para ser exitoso, hay
que actuar como exitoso y establecer contactos con gente exitosa”.
Para el managing director de
Newlink, Eduardo Valcárcel, la reputación que se forjó Onassis en su tiempo
no solo le sirvió de trampolín para edificar su imperio, sino que al día de
hoy, demostró —a su manera— que desarrollar una marca personal es una parte
fundamental de un profesional, no importa el área donde la persona de
desenvuelva.
“Los tiempos han cambiado mucho y
ya los profesionales no se quedan 30 años en una misma empresa, como pasaba
antes. Ahora las personas rotan seis o siete veces en su vida y la única forma
de crecer de forma vertical es desarrollando una identidad propia y
consistente. Ahora ningún profesional puede darse el lujo de no pensar en sí
mismo como una marca”.
Lara Guerrero, directora de
negocios de la firma consultora MG, coincide en la importancia de la imagen
profesional. “En un mercado laboral tan competitivo como en el que vivimos,
donde no existen fronteras, sino un sobreexceso de información y profesionales
en todas las áreas, es vital diferenciarse para poder destacarse y
sobrevivir. El personal branding no es más que construir un sello propio para
resaltar nuestro valor profesional y personal en el mercado, proyectando los
talentos, valores y conocimientos que poseemos”.
Según la profesional de las
relaciones públicas, “todo lo que hacemos comunica. Cómo nos vestimos, cómo
actuamos, la calidad de nuestro trabajo, cómo hablamos, lo que decimos y lo
que dejamos de decir, todo transmite un mensaje. Es importante que trabajemos
para adecuar ese mensaje a la manera que deseamos que el mismo sea recibido”.
¿Por dónde empezar a construir
nuestra marca personal?
Jeff Bezos, CEO de Amazon dijo
que “personal branding es lo que dicen de ti cuando sales de la habitación”. Y
es ahí por donde hay que empezar: ¿Qué ven las personas cuando buscan tu
nombre?
Para Guerrero, una parte esencial
es autoconocimiento, solo de esta forma se puede establecer la meta por
conquistar. “Solo conociéndonos sabremos hasta dónde podemos y queremos llegar.
Conocer cuáles son nuestras capacidades, talentos y competencias para poder
potenciarlas; y nuestras debilidades para poder neutralizarlas y minimizarlas
son vitales en el proceso de construcción de una marca personal”.
Como profesional, ¿qué nos
destaca de los demás y cómo podemos ayudar a otros a resolver sus problemas?
Lara Guerrero afirma que “el talento no lo es todo. La clave está en poner
todos esos dones al servicio y beneficio de los demás”.
La otra clave, según Valcárcel,
está en la planificación de las metas. “La vida no puede ser algo que se deja
al destino o a la suerte, tú tienes que empezar a trazar tus objetivos e ir
alcanzándolos uno por uno para que esa imagen que pretendamos transmitir sea
consistente y sostenible. Hay ajustes que se pueden hacer en el camino, pero definitivamente
tiene que haber un plan”.
Por su parte, Nannette Camarena,
vicepresidenta de Desde el Medio Comunicaciones, coincide en que la
diferenciación es fundamental a la hora de planear la estrategia de una marca
personal. “Debemos apuntar al nicho al que está dirigida nuestra marca y
enfocar nuestras fortalezas en ese sector”. Además, la empresaria insiste en
que hay que tener claro que una cosa es posicionamiento de imagen y otra cosa
es el personal branding. “Esto viene cuando ya te has ganado una voz dentro de
tu categoría, cuando tus acciones u opiniones tienen réplicas en sectores de
la sociedad”.
Definir los valores
Cuando hablamos de hacer ajustes
mientras se construye la imagen, hay un aspecto que no puede negociarse,
aquellos valores morales que distinguen a una persona. En este punto los
especialistas son claros: “los valores y principios no son flexibles, no
podemos tenerlos hoy sí y mañana no. Aquí no hay cabida para el refrán de que
“el fin justifica los medios”. En el momento en que nuestros objetivos nos
lleven por caminos grises, tenemos que ser capaces de retroceder y
replantearnos la forma en que queremos alcanzar nuestra meta”.
Dicho esto, hay que dejar en
claro que lo que Aristóteles Onassis hizo en su momento (aparentar) fue solo un
complemento de su estrategia de negocios. La marca personal no puede tratarse
con miopía y delimitarse a muchos de los estereotipos y la competencia social
que sacrifican el talento por imagen; y la pregunta que todos nos deberíamos
hacer es ¿cuál es más sostenible con el tiempo? ¿Es más sostenible tener un
carro último modelo o un traje de diseñador o ser responsable y cumplido en
las responsabilidades que se le han asignado?
Este aspecto también está
vinculado a la identidad cultural. “Nosotros hemos tenido un nivel de
desarrollo muy globalizado en los últimos años donde se ha transformado todo el
entorno en el vivimos. Además de influencias extranjeras que influyen en
nuestro desarrollo; pero nunca debemos crecer de espaldas a nuestra realidad.
Tenemos que deshacernos del complejo de Guacanagarix, donde entendemos que solo
lo que viene de afuera es bueno y valorar más nuestra cultura”, afirma Valcárcel.
Manejo de crisis
Si bien es cierto que en países
tan pequeños como el nuestro, donde el círculo en el que nos desenvolvemos es
tan reducido, puede llegar a ser muy dramático un “desliz” que ponga en
entredicho nuestra reputación. Es por esta razón que los especialistas
consideran que el tiempo de respuesta ante una crisis es vital. Según Eduardo,
“cuanto más rápido asumas tus responsabilidades y cambies de rumbo, mejor
porque haces menos daños. Cuanto más transparente hagas el cambio, más posibilidades
hay de que la gente te perdone”.
Ahora bien, la capacidad de
reinventarse de una empresa privada es mucho más rápida. Todo depende de las
necesidades que tenga la compañía y cómo las personas transforman una crisis
en la oportunidad reinventarse, también de hacer ajustes en el camino hacia
sus objetivos.
Dice Valcárcel que “para abordar
las crisis debemos primero ser conscientes del sector al que pertenecemos. En
la política, el pasado ya pasó; los políticos venden sueños a futuro, el reto aquí
es cómo, tras una crisis, logras reengancharte con el votante. Mientras que en
el sector privado o empresarial cuenta mucho tu experiencia pasada, el tema es
cómo ante un error das la cara, aceptas tus responsabilidades y cómo te
reinventas”. Según los especialistas en comunicación, la ventaja aquí es que
dependiendo de la actitud, se tiene la oportunidad de generar una curva de
aprendizaje que aunque es duro, puede servir de catapulta para tu carrera.
Nannette Camarena concluye
diciendo que: “si la estrategia de personal branding está bien construida, no
importa el tipo de crisis que suceda, siempre habrá una oportunidad para
fortalecer la marca, aunque los resultados puedan verse a mediano o largo
plazo”.
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