¿Lo estoy haciendo bien en
Linkedin?
El País - miércoles, 9 de
diciembre de 2015
Al teclear un nombre y apellidos
en la web estadounidense peek you se puede saber si esa persona ha cometido
infracciones de tráfico, si tiene litigios judiciales a sus espaldas, su
historial de direcciones o divorcios y sus movimientos en redes sociales. En
España el acceso a las fuentes públicas es todavía limitado y no se puede
quebrantar de esa forma la privacidad, salvo en el último punto. El análisis de
lo que cada uno vende de sí mismo en Internet se ha convertido en un rastro muy
valioso para los reclutadores.
“Es un análisis silencioso y
efectivo”, asegura Álex López, formador de Linkedin en IESE Business School. Él
no trabaja a sueldo de esta red social, pero supo ver a tiempo su poder en los
procesos de selección en países como Estados Unidos y ya ha formado a más de
mil directores de recursos humanos de compañías españolas y a más de 500 en
Latinoamérica. Les enseña cómo reclutar en esa plataforma, que cuenta con siete
millones de usuarios en España, el 30% de la población activa.
“Sin una cuenta de Linkedin te
quedas fuera de las selecciones y con una mal gestionada, probablemente
también”, señala López. El 73% de los reclutadores ya utiliza Internet para
encontrar a sus futuros empleados, según un informe de Adecco de 2014 en el que
consultaron a 1.500 responsables de recursos humanos de todo el mundo.
El usuario no tiene que esperar a
que le lancen el anzuelo. Si conoce el funcionamiento de esta red, la puede
utilizar para acceder a la empresa deseada. Eso es lo que hizo Miguel Peñate,
ingeniero en organización de las TIC de 24 años. Durante sus primeras prácticas
en la consultora Accenture, se dio cuenta de que para conseguir un buen puesto
hacía falta una estrategia. En lugar de “volverse loco” con todas las ofertas
de Infojobs, escogió la empresa que le interesaba y mandó un mensaje privado a
uno de los empleados para que le asesorase. Logró que le contrataran en
Deloitte, donde permaneció dos años.
Su ambición no se frenó ahí; el
siguiente paso sería intentarlo con Google. Aconsejado por uno de sus
empleados, necesitó más de un año para optimizar su currículum. Experiencia
internacional, mejor nivel de inglés y varios cursos -entre ellos uno de Google
Analytics- eran las claves para resultar atractivo al gigante tecnológico.
“Conseguí que Deloitte me enviara tres meses a Ciudad del Cabo y otros tres a
Chicago”, cuenta Peñate. Ya lleva siete meses en su sede de Irlanda.
Linkedin no permite mandar
mensajes directos a personas que no han aceptado previamente la solicitud de
amistad. Peñate utilizó el mes de prueba en el que la plataforma permite enviar
varios mensajes a cualquier usuario de forma gratuita.
Abrir una cuenta en Linkedin no
es suficiente para que los llamados net hunters te encuentren. “Su misión es
rastrear las redes sociales de los usuarios durante meses para analizar su
comportamiento y aptitudes. Cuando la empresa da la orden de contrato,
contactan con los elegidos”, cuenta Álex López. Para no quedarse fuera es
esencial conseguir un buen posicionamiento (el conocido SEO) y para ello hay
que cumplir una serie de normas. Estas son las recomendaciones que propone este
experto:
- Un buen titular: además del
nombre y apellidos, el encabezamiento consta de una frase de entre 120 y 140
caracteres en la que se debe definir la especialidad del candidato. “Tiene que
estar muy bien descrito e ir al grano. Hay que ser sincero y no hinchar el
cargo que se tiene o se ha tenido”, explica López. La foto tiene que ser
profesional. “Un buen truco es echar un vistazo a los perfiles de los empleados
de las empresas en las que se quiere trabajar y ver su código. Habrá bufetes de
abogados de traje y otros más informales”.
Como imagen de fondo, recomienda
escoger una que esté relacionada con la actividad que se quiere desarrollar. Un
forma de cerciorarse de que los reclutadores encontrarán al candidato dentro de
su ámbito de actividad es fijarse en los perfiles que aparecen en la columna de
la derecha bajo el epígrafe los usuarios también vieron. Si son personas con
trayectorias similares, es buena señal.
- Logros con datos: el apartado extracto es
clave. No se trata de contar la historia humana y los valores del candidato,
sino sus logros profesionales o académicos con datos concretos. “Hay que
detallar proyectos en los que ha participado, resultados de departamentos en
los que ha trabajado, premios obtenidos o idiomas que maneja. Consiste en
contar en cinco líneas por qué le deberían contratar, en qué ha destacado”.
Añadir un documento de algún proyecto concreto, el enlace a un vídeo y añadir a
otros miembros del equipo aporta valor.
- Crear aptitudes nuevas: hay
tres elementos esenciales para el SEO; la definición del cargo en la cabecera,
el extracto y las aptitudes. “Son los espacios que más pesan a la hora de
realizar las búsquedas. Lo más importante es escoger una o dos palabras clave
con las que queramos que nos encuentren y repetirlas, al menos, 15 veces cada
una en todo el perfil”, apunta López. El candidato no debe conformarse con las
etiquetas que Linkedin ofrece por defecto, sino crear tags propios que definan
su actividad o campos de especialización. Dentro del paquete de aptitudes, el
experto aconseja abstenerse de seleccionar algunas como Office o Power Point.
“Hay que resultar interesante y no obvio. Esos conocimientos no aportan valor
añadido”.
- Aceptar todas las invitaciones:
¿Es conveniente aceptar todas las solicitudes de amistad? Esta es una de las
preguntas más frecuentes entre los usuarios de Linkedin. López es rotundo: sí,
cuantos más contactos mejor. “Nunca sabes de dónde puede venir la oportunidad,
cualquier sector puede ser interesante”, apunta. “El poder de esta plataforma
reside en los contactos de tus contactos”. En caso de dar con algún usuario con
un comportamiento impertinente, se le puede borrar y Linkedin no se lo notificará.
- Personalizar la URL: en la
parte inferior de la fotografía de perfil, aparece la URL del usuario. Junto a
esa dirección, se encuentra un botón con forma de estrella. Al seleccionarlo,
el candidato tiene la posibilidad de personalizar esa URL. López aconseja
eliminar los guiones entre el nombre y los apellidos así como el número que
aparece al final. “Así se consigue un mejor posicionamiento en Google”, expone.
- En varios idiomas: el perfil
debe presentarse en todos los idiomas que maneje el usuario. De esa forma, los
reclutadores accederán a las diferentes versiones según el país desde el que
realicen la búsqueda. Para activar esta opción, hay que desplegar la pestaña
ver perfil como que se encuentra en la cabecera y seleccionar crear perfil en otro
idioma. El usuario debe volver a rellenar todos los campos traducidos.
- Comprobar los resultados: la
plataforma mide de uno a 100 el impacto de la marca personal comparando las
visitas recibidas y el número de interacciones con los de los contactos del
usuario y otros perfiles enmarcados en el mismo campo de especialización. Para
acceder a las gráficas con las métricas, hay que mantener abierta la página con
el perfil de Linkedin y abrir una nueva pestaña con esta URL www.linkedin.com/sales/ssi.
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