Año nuevo y una taza de té
FORBES-Jueves, 31 de Diciembre de 2015
¿Cómo puedes lograr tus
propósitos de año nuevo en lo personal y lo profesional? Se requiere de arte y
práctica, conquistar pequeñas metas hasta que se vuelven parte de la fibra de
nuestras vidas y organizaciones.
En esta época del año suelen
surgir los propósitos para el próximo año. Tenemos listados de varios tamaños
de todo lo que queremos superar o lograr en el futuro cercano. El problema que
destacó el doctor Tal Ben-Shahar en su reciente charla en Quito, Ecuador, es
que el cumplimiento de estos propósitos no suele perdurar a lo largo del
tiempo.
El mismo fenómeno pasa, a veces,
con los asistentes de talleres y conferencias, y hasta lectores de artículos
como éste: la mayoría tiene toda la buena voluntad y la capacidad de hacer
cambios positivos, pero no logra cambios definitivos integrales.
Ben-Shahar, reconocido experto en
psicología positiva con doctorado de la Universidad de Harvard, habla de la
importancia de tener hábitos que nos ayudan a tener muy presente lo que
valoramos en la vida y vivir nuestros valores coherentemente y en equilibrio.
Hace unos años escribí el
artículo “Liderazgo y una taza de té”, en que hablaba de la importancia del
equilibrio en nuestras vidas. El equilibrio forma parte integral de una vida
feliz donde lo personal y lo profesional, servir y ser servido, lo planificado
y lo inesperado, lo emocional y lo racional, trabajan en harmonía como una
buena taza de té. El equilibrio no significa tener “trade-offs”, sino un
balance entre las cosas más importantes de la vida y las exigencias de la
misma.
Puede ser que tengamos nuestro
propio negocio exitoso, que seamos gerente de área o estemos cambiando el mundo
como emprendedores; sin embargo, estudios en universidades y “think-tanks”
muestran que los seres humanos –hasta las personas más dedicadas a su familia o
trabajo– no tienen fuentes ilimitadas de autocontrol. El dominio propio es
finito, y si lo utilizamos en lograr una meta cualquiera, es muy probable que
no lo tengamos disponible para trabajar en otra acción positiva o con el mismo
efecto y duración.
¿Qué podemos hacer para lograr
estos cambios positivos que queremos ver en nuestras vidas? ¿Cómo asegurar que
unos propósitos hechos en Nochebuena se vuelven realidad?
Simple: crear hábitos y no
apostar exclusivamente al dominio propio. En otras palabras, trabajar en
mantener equilibrio entre los elementos importantes de la vida.
Los hábitos (estas acciones que
se cumplen de manera repetitiva y se vuelven parte de nuestras vidas) tienen un
poder increíble en moldear el comportamiento del ser humano, una organización y
hasta una sociedad. En 2013 escribí sobre el poder de los hábitos inspirada en
el libro de Charles Duhigg The Power of Habit: Why We Do What We Do in Life and
Business. Duhigg explica que entendiendo qué es el hábito y cómo se forma, se
pueden hacer grandes cambios en nuestras vidas y en nuestras organizaciones a
través de manejar pequeños ajustes o enfoques con objetivos bajo nuestro
control.
La creación de hábitos es una
herramienta para administrar un cambio que queremos experimentar en nuestras
vidas. Como ejemplo, el 1 de diciembre he hecho un propósito sobre los
artículos que escribo semanalmente. Después de 30 días, no he logrado la meta
deseada, entonces sigo con este compromiso (sin introducir otra meta aún) hasta
que se vuelva algo habitual, positivo e integral en mi vida.
Vivir nuestros valores
coherentemente y mostrar lo que valoramos en la vida no es algo que podemos
lograr sin propósitos ni trabajo. Se requiere de arte y práctica, como al
preparar y servir una taza de té, conquistando pequeñas metas hasta que se
vuelven parte de la fibra de nuestras vidas y organizaciones.
Esther Clark-Es consultora
internacional en temas de estrategia y corporate governance. Su empresa, Hipona
Consulting, trabaja con clientes en América Latina, EU, Canadá y la UE.
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