La guía definitiva de lo que no
hay que regalar (ni loco) estas navidades
El Confidencial - jueves, 24 de
diciembre de 2015
Las compras de Navidad son, junto
a las comidas familiares, dos de las situaciones más estresantes de estos días,
que deberían ser plácidos como un pisapapeles nevado
Cada año por estas mismas fechas te ocurre lo
mismo, se acerca el Día de Reyes, no tienes ni idea de qué regalar a tu pareja
y temes que te suceda lo mismo que el año pasado, cuando te encontraste a 5 de
enero vagabundeando por los centros comerciales en busca de ese “regalo
especial” que casi parece un acto de fe. ¿Le compro algo que necesite o que
quiera? ¿O lo que yo intuyo que le haría ilusión? Si al final es mucho más práctico
llamarle y preguntárselo directamente, aunque no tenga ninguna gracia que
desenvuelva algo que ha pedido expresamente o que incluso haya comprado a su
gusto…
Y es que a los eternos
compromisos familiares, hay que sumarle un segundo estrés navideño, el de la
compra de regalos de Navidad. En este sentido, la máxima es muy clara: puede
que no sepas qué regalar, pero lo más importante es saber qué no: sobre todo,
ropa. Así lo asegura una artículo publicado en 'Newsweek', que apunta que los
compradores devuelven más de 64 mil millones de euros de compras durante estas
fiestas, y si consideramos que estos últimos se gastan en Navidad unos 578 mil
millones de euros, las pérdidas son considerables.
Ahora bien, no siempre fracasaremos regalando,
al menos si no nos arriesgamos demasiado. Esta es la lista negra de compras que
deberías evitar si no quieres que tu regalo acabe en una rifa, o mucho peor,
que se venguen de tu mal gusto el día de tu cumpleaños.
1. Ropa, "el top del no lo
quiero"
Es el obsequio estrella que más
puntos tiene de disgustar a quien lo recibe, porque, admitámoslo, un vestido es
muy personal y a menos que conozcamos completamente los gustos del otro o que
seamos más hábiles que el mejor de los 'personal shoppers', no lo conseguiremos.
Al menos esto es lo que advierte Cathy Sparks, vicepresidenta de conceptos de
'retail' para Nike: “las personas suelen cambiar ropa que no les gusta por
otras prendas que encajan más con su estilo y lo mismo ocurre con el calzado
deportivo”, y recomienda que en vez de calentarnos la cabeza intentando
encontrar unas zapatillas o un chándal apropiado, optemos por accesorios
neutros. “Unos calcetines o una gorra raramente se devuelven”, comenta.
Otra opción nada desdeñable,
aunque poco 'navideña', es obsequiar una tarjeta regalo, así seguro que no
fallamos.
2. Los videojuegos: 'repe' o 'no
mola nada'
Uno de los regalos más difíciles
de hacer, sobre todo cuando no compartes la misma pasión que el otro, son los
videojuegos o los juegos de rol. ¿Cuántas veces hemos intentado ir a una tienda
especializada y acabamos comprando un juego recomendado por el vendedor que
resulta que nuestro amigo/pareja 'freak' ya tenía, o jamás se hubiese comprado?
“Te encuentras a gente que quiere regalar un videojuego, pero no tiene ni idea
de cuál elegir y a menudo se equivocan”, explica Eric Bright, director de
'merchandising' de GameStop. Para solucionar este problema, dice, no te
arriesgues, escoger los básicos de la electrónica siempre es una garantía: una
PS4, una Xbox o bien unos súper auriculares para jugar online sin perder comba
de los efectos de sonido son las mejores opciones.
3. La cremas antiedad son el
enemigo
No suelen ser lo más devueltos
porque es difícil errar tanto como para regalarlos. Imaginen abriendo el Día de
Reyes un fabuloso kit para eliminar las patas de gallo que su pareja ha creído
poco hábilmente que “necesita”. ¿Pero a quién se le ocurre envolver mis
defectos, ponerles un lazo y darme con ellos en la cara?
O bien esos reyes de la decoración,
que deberían ser destronados, y que te obligan a colocar en casa el jarrón más
'kitsch' de una tienda o el perchero más grande y espantoso de cuantos has
visto en tu vida. ¿Qué les pasa, acaso no tienen ojos? ¡No me conocen en
absoluto!
A ellos, la compradora global de
lifestyle de Whole Foods, Jeanne Tamayo, les recomienda: “A menos que sea hecho
a mano, evita los artículos para el hogar moderno o las tazas de dudosa
elegancia”, no hay duda de que abrirlos será una sorpresa para quienes lo
reciban, pero probablemente desagradable. Y sugiere objetos bellos, pero
simples: “unos candelabros de cristal o latas de metal bonitas”, porque parecen
envejecidos y son también funcionales.
4. Un diamante NO es para siempre
Puede que te cueste creerlo, tal
vez porque te han regalado pocas o ninguna, pero las joyas también se
devuelven. Ben Mindich, asociado de ventas de joyería en Saks Fifth Avenue
señala que los pedruscos y anillos ostentosos no tienen éxito: “algunas
personas se preguntan si las pocas ocasiones en las que van a llevar una joya
tan cara justifican el dinero que otros se han gastado en ellos”. Y entre
todas, los pendientes son la pieza más complicada: “Pueden ser demasiado
largos, o muy pequeños, o excesivamente pesados”, concluye; e igualmente ocurre
con las pulseras.
Mindich sugiere que, dado que una
joya es muy personal, a menos que conozcamos muy bien a la persona a quien va
dirigida, siempre es mejor regalar una pieza genérica en plata o con una
pequeña piedra incrustada.
5. Nunca regales comida a un
gourmet
Es la elección gastronómica que
menos conquista los estómagos de los buenos comensales estas navidades, sobre
todo si viajan en tu maleta grandes distancias hasta llegar a su destinatario.
De acuerdo a Errol Schweizer, coordinador de alimentación “el aceite de oliva
es caro y casi siempre viene en botella, lo que puede resultar una poco grata
sorpresa en el momento de entregarlo. También recomienda evitar la comida
picante, ya que “no todo el mundo tiene la misma tolerancia” y porque, además,
los recipientes tampoco son seguros, sobre todo, si los compras y guardas un
tiempo antes de regalarlos. La posibilidad de que se abran o ser viertan es
bastante elevada.
Por el contrario, Schweizer
propone obsequiar versiones premium de su comida o bebida favorita, como por
ejemplo, cafés y chocolate de gran calidad.
6. Cuando un bebedor no quiere
una copa
“Lo que más cambia la gente son
los accesorios y cristalerías”, afirma Greg Kimball, vicepresidente de
marketing y relaciones públicas de Caskers. En cambio, los grandes bebedores
prefieren un buen alcohol. ¿El mejor? Whiskey escocés o bourbon.
¿Preparado para hacer tus
compras? No olvides tu lista negra: ni videojuegos, ni cremas antiedad, ni
grasiento aceite de oliva que pueda volcarse en tu maleta. Tampoco nada de
ropa, sobre todo si se la regalas a tu pareja y nunca aciertas con la talla…
Porque puede que el haba del roscón de Reyes no sea la peor sorpresa de un día
que empezó feliz hasta que desenvolvió el regalo.
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