Consejos para abandonar los malos
hábitos y ser más productivo en 2016
Economíahoy - diciembre de 2015
Ser más productivo en muchas
ocasiones no consiste en trabajar más horas, sino de una manera más inteligente
y sacar el máximo provecho al día. Aunque esto no sea fácil, hacer más en menos
tiempo es un objetivo más factible si no se 'boicotea' a sí mismo practicando
malos hábitos.
El portal Business Insider ha
escrito un artículo en el que recoge una serie de malos hábitos que mina la
productividad de las personas. Apúnteselos bien en su lista de propósitos para
2016 y póngalos en práctica:
1. Navegar incansablemente por la
web. Desde que la mayoría de las personas tiene acceso a Internet en el
trabajo, es mucho más fácil acudir a buscar cualquier duda que nos haya surgido
de repente. El portal recomienda que en vez de dejar todo lo que estemos haciendo
por esa duda, la apuntemos y le busquemos respuesta más tarde, cuando el
trabajo esté realizado.
2. Multitarea. Mientras que la
mayoría de la gente asegura que puede hacer dos cosas a la vez, una
investigación llevada a cabo en la Universidad de Utah ha hallado que solo el
2% de la población es capaz de hacerlo realmente. Para el resto de la gente,
eso de la multitarea es un mal hábito que lo único que hace disminuir nuestra
atención y hacernos menos productivos a la larga.
3. Comprobar la bandeja de entrada
del correo electrónico todo el rato. Ya tenemos Internet en cualquier lado
prácticamente, por lo que es muy sencillo revisar la bandeja de entrada para
ver si nos ha llegado un correo nuevo. Esto supone una constante pérdida de
tiempo. ¿Lo mejor que podemos hacer? Cerrar todas las pestañas del correo
electrónico y apagar el móvil para evitar tentaciones.
4. Metas, no hábitos. Ya se trate
de una nueva dieta, una rutina de ejercicio o un horario de trabajo, una de las
cosas más difícil de crear un nuevo hábito es precisamente hacer que se
convierta en un hábito y no en una cosa efímera, momentánea, o en una meta
instantánea que merece un premio (por ejemplo, comer sano durante una semana e
ir directamente a comer bollería industrial). Intente hacer de ese objetivo
parte de su identidad.
5. Dejar lo más importante para
el final del día. Normalmente, la gente empieza su día realizando las tareas
más sencillas (para ir despertándose con calma) y deja las más complicadas para
más tarde. Mala idea (o mal hábito) porque en muchas ocasiones la jornada
laboral se alarga tanto que no se hacen esas cosas importantes o se hacen
cuando después de tantas horas de trabajo lo único que nos pide el cuerpo es
llegar a casa para tumbarse en el sofá.
6. Hacer demasiadas reuniones. Nada mina más la productividad que las
reuniones innecesarias. Con herramientas como el correo electrónico, los
servicios de mensajería instantánea y los programas para realizar
videoconferencias se pueden hace reuniones para tratar temas poco complejos si
necesidad de perder el tiempo. Business Insider recomienda que la gente no
acepte reuniones a no ser que sean vitales o que tengan un horario de comienzo
y de finalización estipulados para así poder hacerle un hueco en la agenda.
7. Estar sentado todo el día. Si
trabaja en una oficina y permanece gran parte del día sentado en su escritorio,
es importante que se levante de vez en cuando para sobrevivir al hastío que eso
supone. Además, el portal profundiza en una nueva idea: las reuniones en pie.
No, no se refiere a las reuniones en las que se definen planes de la empresa.
El texto hace mención a esos momentos de relax que los trabajadores nos podemos
tomar y disfrutar con el resto de compañeros, por ejemplo tomando un café o
bajando a fumar un cigarrillo en la puerta de la empresa. En lugar de hacer
esto, sugiere salir a dar un paseo de unos cuantos minutos cada día.
8. Aplazar la alarma. Puede
pensar que esos "cinco minutitos más" le dan un dosis de energía
extra, pero en realidad le está perjudicando más de lo que cree. Y tiene una
explicación. En cuanto se despierta, su sistema endocrino comienza a liberar
hormonas que le ponen en estado de alerta para prepararse para el día que le
viene. Si vuelve a dormir estará ralentizando ese proceso. Además, con cinco
minutos más de sueño no va a conseguir ese sueño reparador y profundo que
necesita. Pero esto no quiere decir que tenga que recortar sus horas de sueño,
ni mucho menos. Una buena noche de sueño puede aumentar su productividad, su
felicidad e incluso le hará tomar mejor las decisiones.
9. Muchas opciones, pocas
prioridades. Algunas personas creen que tener muchas metas es la mejor manera
de encontrar el éxito, así que si una de ellas falla, tendrá otra en la
recámara. Sin embargo, este pensamiento puede ser profundamente improductivo.
Warren Buffett tiene el antídoto para que esto no suceda. Al ver que su piloto
personal no estaba cumpliendo sus objetivos de vida, Buffett le dijo que
realizase una lista con 25 cosas que quería haber hecho antes de que llegase el
día de su muerte. En lugar de recomendarle que fuese a por todas, le aconsejó
que escogiese las cinco más importantes y se centrase en ellas.
10. Demasiada planificación.
Mucha gente ambiciosa y organizada trata de meximizar su productividad
planificando meticulosamente cada hora de su día. Desafortunadamente, las cosas
no siempre funcionan según lo planeado, por lo que todo se va al traste.
Planifique sus tareas, sí, pero no las de todo un año, mejor las de un día, así
tendrá flexibilidad para sortear los obstáculos que le ponga el azar.
11. Poca planificación. Debe
tejer una estrategia antes de tratar de lograr cualquier meta a largo plazo.
Tratar de culminar un proyecto cuya estrategia de desarrollo aún está en
proceso puede ser un error y le puede hacer perder tiempo y dinero.
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