¿Qué pasa cuando nadie quiere
ascender a jefe?
Clarín - diciembre
de 2015
En Estados Unidos, el crecimiento
del empleo y los salarios van en aumento, lo que debería ser una señal de que
es un buen momento para los negocios "salvo que nadie los quiere
gestionar". Sólo un tercio de los trabajadores estadounidenses cree que
convertirse en gerente va a hacerlos progresar en su carrera, según indica la
reciente encuesta realizada por el sitio web del Addison Group, que se dedica a
cubrir puestos profesionales.
El informe, compuesto de 1.496
respuestas proporcionadas por empleados de los Estados Unidos nacidos entre
1946 y 1995, también revela que sólo a una cuarta parte de los trabajadores les
interesa ser gerentes más eficaces y que 17 % de los empleados no tiene el más
mínimo interés en supervisar a otras personas.
"Podría transformarse en un
problema si lo ignoramos", dijo Steve Wolfe, vicepresidente ejecutivo de
operaciones del Addison Group, quien predice que si se promueve a puestos
gerenciales a jóvenes que no están interesados en ocupar esos cargos, las
empresas podrían perder empleados talentosos. "Vemos que hoy en día son
más los representantes de la Generación Y que quieren ser expertos en
conocimiento, en lugar de hacerse cargo de otras personas", agregó Wolfe.
Los miembros de la generación del
milenio o Y (definida por Addison como los nacidos entre 1980 y 1994) están
menos interesados en supervisar que las generaciones anteriores de jóvenes,
dijo Wolfe, aun cuando tienden a interesarse más en las promociones y en
avanzar en sus carreras que los empleados mayores, simplemente porque son los
más nuevos dentro de la fuerza laboral.
Según el estudio, son pocos los de
la generación Y que quieren hacerse responsables de otros, pese a querer mayor
responsabilidad personal, agregó.
"Con demasiada frecuencia
las empresas promueven a su mejor vendedor a gerente de ventas, o a su mejor
ingeniero a gerente de ingeniería, sólo porque se encuentran justo en el lugar
para ascender", dijo Wolfe. "Sabemos, a través de décadas de
investigación, que cuando eso ocurre, baja la satisfacción por el trabajo y
sube la rotación de personal".
De hecho, la generación del
milenio valora la movilidad laboral más que otros grupos generacionales, según
la encuesta, aunque no quieren atravesar por los puestos gerenciales
preestablecidos por las compañías. Casi un cuarto de los pertenecientes a esa
generación actualmente buscan ser promovidos en sus puestos de trabajo, en
comparación con el 19 % de la generación X y el 9 % de la generación de
posguerra (los baby boomers). Los de la generación del milenio han sido también
los más propensos a renunciar cuando no pudieran avanzar más allá de sus
actuales roles.
Entonces, "¿cómo hacer para
mantenerlos felices cuando desean obtener una promoción, pero no a través de la
lenta marcha de los mandos intermedios? Muchas empresas de tecnología han
sabido adaptarse a esta realidad cambiando su definición de éxito laboral.
Alphabet (ex Google) y Oracle, por ejemplo, han creado carreras que no conducen
a puestos gerenciales, dijo Scott DeRue, decano asociado a la Escuela de
Negocios Ross de la Universidad de Michigan, y que dicta desarrollo de
liderazgo.
En esas empresas de tecnología,
las carreras individuales corren en paralelo con las carreras gerenciales. La
clave está en que se puede tener éxito en ambas. No solo no es realista que
todos apunten a los cargos gerenciales, dijo De Rue, sino que además el estilo
de vida de los gerentes no coincide con la idea de una vida enriquecedora que
tienen quienes lo rechazan.
Según Stew Friedman, director del
Proyecto de Integración Vida / Trabajo de la Escuela Wharton, a la generación
del milenio le interesan los trabajos de mayor impacto y vidas personales de
mayor realización. Sienten que los puestos gerenciales los alejan del verdadero
trabajo.
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