Los 9 factores cruciales para la economía en
2016
FORBES-Miércoles,
30 de Diciembre de 2015
Para la economía mexicana, 2016
no será un año muy distinto de 2015; sin embargo, hay 9 aspectos a los que
resultará importante prestar atención para entender el contexto económico del
país y su entorno internacional.
1. El crecimiento de la economía
se mantendrá en su nivel de tendencia durante los últimos 25 años: estará por
debajo de 3% y rondará, con certeza, valores próximos a 2.5%. Las razones de
este bajo desempeño económico son los bajos niveles de inversión tanto pública
como privada, un débil mercado interno y una orientación económica
completamente al sector exportador.
2. Los bajos precios del petróleo
se mantendrán en el mediano plazo, por lo que el gobierno federal enfrentará
las mismas problemáticas que en 2015: una disminución en los ingresos cubierta
principalmente con el IEPS en gasolinas y el incremento en recaudación fiscal.
Tomando en consideración esto, el principal problema que quizás enfrente el
gobierno federal es en el tema de la deuda. Tras una expansión importante los
últimos 3 años se debe cuidar del comportamiento de los requerimientos
financieros históricos del sector público.
3. En 2016 comenzará el proceso
de liberalización para las gasolinas, con lo cual entrará en vigor la nueva
banda de flotación para el precio de la gasolina y el diesel. Este proceso de
flotación controlada deberá abrir paso a la incursión del sector privado en la
venta de gasolina. Dicho proceso habría de completarse en 2017, por lo que
suceda en el mercado en 2016 será un buen indicador de si esta medida será
exitosa o no.
4. Continuando en el sector
energético, 2016 también debería ser el año en que por fin se den a conocer las
características del mercado eléctrico spot. El diseño de este mercado es clave
si se pretende que la apertura del sector logre los objetivos de mejorar el
acceso a energía y, a su vez, disminuir los costos. De forma adicional, el
funcionamiento de este mercado es relevante por sus implicaciones en el
desarrollo de las energías limpias, particularmente tras la reciente aprobación
de la Ley de Transición Energética. El sector eléctrico es, quizás, el que más
impacto positivo puede tener tras la reforma energética, y si se continúa sin
conocer el diseño que tendrá el mercado, difícilmente logrará producir los beneficios
prometidos en dicha reforma.
5. En el terreno internacional,
la contracción monetaria iniciada por la Reserva Federal de Estados Unidos
continuará dando de que hablar, pues determinará la mayor parte de la política
económica de casi todos los bancos centrales en el mundo. El Banco de México no
es una excepción. En 2016 será importante poner atención a las decisiones que
tome Banxico sobre las tasas de interés en México. Durante 2015, Banxico
aprovechó el contexto de inflación históricamente baja para mantener tasas
bajas y de esa forma dar un poco de dinamismo a la economía. Dado que Banxico
no tiene un mandato de crecimiento –sólo de inflación– será interesante
observar cómo decide actuar. Una subida rápida de tasas en una economía
desacelerada como la de México podría resultar en aún menor crecimiento. Por
otro lado, tras meses y meses de depreciación en el peso, 2016 podría sentir el
efecto de la depreciación en un traspaso a precios; por lo tanto, lo que decida
hacer Banxico tendrá un impacto considerable en toda la economía.
6. Los países de la cuenca del
Pacífico signatarios del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP)
podrán ratificar el tratado comercial en 2016, y su impacto no será trivial en
el comercio internacional. Si se ratifica el TPP, no es claro el impacto
positivo que pueda tener sobre la economía mexicana. Si bien se supone que el
tratado traerá como beneficio una mayor relevancia de las manufacturas
mexicanas con sus socios comerciales, particularmente Estados Unidos, y podría
transformar a México en un enclave de producción y logística más importante,
también puede tener algunos costos, particularmente en lo relativo a
neutralidad de la red y regulación del internet. Si bien México difícilmente
podría negarse a un tratado así, que en términos prácticos remplazará al TLC
con América del Norte, es importante recordar que incluso si lograra
transformar a México en una potencia exportadora mayor, no necesariamente esto
implicaría mayor crecimiento económico o que éste fuera inclusivo.
7. El 2014 y 2015 fueron años
marcados por el tema de la desigualdad, 2016 seguirá en la misma tónica. En
México y en el resto del mundo son alarmantes los crecientes niveles de
desigualdad económica y sus ramificaciones en otras desigualdades como la
política. Las desigualdades tienden a reforzarse entre sí, en un círculo
vicioso. Conforme se vuelvan más notorios sus efectos negativos, el tema
continuará creciendo en importancia. En este sentido es predecible que demandas
sociales como un incremento sustancial al salario mínimo se intensifiquen.
México es uno de los países más desiguales en el mundo y hace muy poco para
corregirlo.
8. Uno de los sucesos que más
llamó la atención en 2015 fue la fuerte depreciación del peso contra el dólar
de Estados Unidos. Si bien ello fue un suceso común con la mayor parte de las
monedas del mundo, el caso mexicano fue más fuerte de lo normal. La combinación
de una caída en el valor de nuestra principal exportación (petróleo), más las
expectativas del aumento de tasas en Estados Unidos explica la magnitud de la
pérdida de valor del peso. En 2016, si bien estos factores estarán presentes de
forma mitigada, no es esperable que el peso retorne a sus niveles anteriores,
en los 13 pesos. Es probable que el peso recupere algo de fuerza, pero que se
mantenga dentro de los 16 pesos por dólar. Durante los últimos años el peso se
ha encontrado algo sobrevaluado; muchos indican que en un valor alrededor de
los 16 pesos se encuentra cercano a su valor real.
9. Finalmente, 2016 es el primer
año del llamado “presupuesto base cero”. La crítica al mismo se ha centrado en
que continúa de manera inercial y sin cambios significativos en programas
presupuestales. En el transcurso del año deberían notarse los cambios en forma
de mayor eficiencia y eficacia en el gasto; si no es así, se confirmarán las
críticas al mismo.
El 2016 no va ser muy distinto de
2015. Los problemas fundamentales de la economía mexicana persisten.
A todos los lectores de este
espacio, les deseo un feliz 2016.
Diego Castañeda-Economista Independiente.
Estudiante de Economía y Desarrollo en la University of London. Intereses en
Crecimiento, Macroeconomía y Desarrollo Económico; con experiencia en
consultoría y gusto por la ciencia.
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