La
paradójica transformación digital del universo del lujo
FORBES - Miércoles, 9 de Diciembre de 2015
Digital es hoy para las marcas de
lujo un auténtico acelerador de crecimiento que hace necesaria su integración tanto en la
experiencia de cliente como en el propio modelo de negocio. El proceso de
transformación digital implica no sólo tener que superar ciertos obstáculos
sino también diseñar un enfoque que encaje con la cultura corporativa.
En este post convergen dos de mis
pasiones: el luxury business management y el desafío de la necesaria
transformación digital de los negocios de lujo. La fuente de información del
contenido que aquí comparto es la ponencia “Digital Inside: Get Wired to Deliver
the Ultimate Luxury Experience”, liderada por los socios de la firma de
consultoría McKinsey Marco Catena y Nathalie Remy, cuyas conclusiones considero
tan interesantes como relevantes para los players del universo del lujo.
Como integrar digital en el
modelo de negocio puede suponer un verdadero reto para los directivos de marcas
de prestigio, éstas no pueden hacer oídos sordos a la emergencia de las nuevas
tecnologías ni a la veloz evolución de sus consumidores. Los clientes del
universo del lujo están muy evolucionados desde el punto de vista tecnológico.
Más que digitales, debemos matizar su calificación como “digitales móviles” si
consideramos que el 95% de ellos tiene un smartphone (100% en las grandes
ciudades) y un 75% disponen de más de un dispositivo móvil, según el estudio.
Resulta un tanto paradójica,
pues, la combinación de los valores fundamentales de las marcas de lujo con el
perfil actual de sus clientes. ¿Por qué? El lujo lleva implícito un enfoque
largoplacista de construcción de brand equity apalancando en los assets
tradicionales de la marca. Su heritage, su atemporalidad y su savoir-faire son
pilares de crecimiento propios de un enfoque adverso al riesgo, invirtiendo en aquello
que las marcas saben hacer y que tienen la certeza de que va a salir bien. El
reto radica en cómo se pueden combinar estos valores tan tradicionales con la
evolución tecnológica del Mercado, pues la dinámica de digital es más
arriesgada y tiene un enfoque más a corto plazo. La base de su filosofía es el
“prueba y error”, es decir, los errores son una base fundamental de aprendizaje
para seguir evolucionando.
En el 2009 la penetración del
e-commerce representaba sólo un 2% del mercado de bienes de lujo, y hoy ya
supone un 6% del total de las ventas del mercado. Considerando que el
crecimiento del mercado en el último año ha venido prácticamente por el canal
online, la inmediata cuestión a preguntarse es: ¿cómo será su evolución en los
próximos años? De acuerdo con las estimaciones realizadas por McKinsey, en
colaboración con la Fondazionne Altagamma, en el 2020 la penetración online
podría estar llegando al 12% del total de ventas del mercado, que podría
alcanzar hasta un 18% en el 2025 representando un valor de 70 billones de
euros, aproximadamente. Poner esta cifra en relativo con el actual valor del
mercado implica que el e-commerce vendría a ser el tercer mercado más
importante del mundo, después de Estados Unidos y China. No tanto considerado como
un mercado geográfico, sino más como un canal alternativo que tendrá un peso
significativo en la estrategia de distribución de las marcas.
Más allá del 6% de las
transacciones del lujo que se efectúan online, hay que tener en cuenta que un
68% de las ventas que tienen lugar en el punto de venta están
significativamente influenciadas por puntos de contacto digitales, bien sea la
visita a la website de la marca, leyendo un blog de moda o viendo un video
online. Es decir, 3 de cada 4 compras tienen algo que ver con digital. De ahí
la importancia del necesario desarrollo de una estrategia omnicanal en la que
digital debe estar integrado para que la marca pueda aprovechar todo su
potencial de crecimiento.
Con el avance vertiginoso que
está experimentando digital, actualmente el número de puntos de contacto está
proliferando y el panorama de medios está totalmente fragmentado. Esta
situación hace muy difícil para las marcas tomar decisiones en cuanto a la
priorización de sus inversiones, no sólo para impactar, sino también para
lograr la implicación y fidelización de sus clientes.
Del análisis de hasta 21 puntos
de contacto, un 50% de los cuales siguen siendo digitales, se extraen las
siguientes conclusiones:
I.-Las marcas tienen que invertir
continuamente en visibilidad para estar en el top of mind de los consumidores.
De la comparativa de marcas que efectivamente acaba comprando un consumidor vs.
las inicialmente consideradas, se constata que el 76% son las del set inicial
de consideración, que suele rondar entre 3 y 5 marcas. El continuo desarrollo
de la notoriedad y visibilidad de la marca es un trabajo que toma tiempo para
mantenerse en el top of mind de los consumidores.
II. Las marcas tienen que tener presencia en
todas partes, ya que hasta un promedio de nueve puntos de contacto son los que
recorre el consumidor del lujo en su viaje hasta llegar a la decisión de
compra. Esto implica saber llevar a cabo una correcta gestión de la
multiplicidad de la presencia de la marca, y no tanto una selección de medios.
Además hay que asegurar la consistencia a lo largo de todos los puntos de
contacto asegurando la excelencia en la calidad en lo que a ejecución se
refiere.
III. De los 21 puntos de contacto
analizados, en 5 hay que ganar siempre considerando su alcance, delivery de una
experiencia cualitativa y su impacto en ventas.
1.La boutique en la ciudad: Es el
punto de contacto que tiene un mayor impacto en ventas, un espejo perfecto de
la imagen de marca y donde la ejecución tiene que ser sobresaliente para
garantizar una experiencia de cliente memorable. Digital puede jugar un rol muy
relevante a la hora de innovar y reinventar la experiencia en la boutique.
Muchas de las marcas ya están integrando múltiples dispositivos digitales en la
propia tienda.
2. El Word-of-Mouth: El compartir
información y recomendar productos o experiencias entre amigos no es algo que
se tenga que reducir a una simple conversación, sino que también puede hacerse
en “formatos” digitales: enviar un whatsapp o e-mail a un amigo, compartir un
post en redes sociales o viralizar un video son otras maneras de fomentar el
Word-of-Mouth.
3. Search: Es el primer punto de
contacto puramente digital y el primero con el que los compradores establecen
contacto cuando buscan información acerca de una marca o producto. Cuando
tienes una tienda ubicada en una avenida importante, y hay gente que pasa por
allí, es muy probable que algunos acaben entrando. A diferencia de la boutique
física, en digital no hay un tráfico natural de internautas que “paseen” por
delante de tu website y nadie entra en tu website por accidente. Search es lo
primero en lo que necesitas invertir si quieres dirigir tráfico a tu web para
que entren. Si las marcas de lujo han venido invirtiendo en visibilidad de marca
mediante localizaciones físicas de sus tiendas o en medios publicitarios, de
igual modo tienen que invertir en digital para dirigir tráfico a sus tiendas
online o website de la marca.
4. El embajador de ventas:
Haciendo alusión a la frase con la que siempre empiezo mis sesiones de
formación a personal de retail, el embajador de ventas es la imagen de marca a
ojos del cliente. Dado que los compradores que acuden a la tienda muchas veces ya
están informados sobre los productos de la marca, más allá de un buen
conocimiento del producto, los embajadores de ventas deben exceder las
expectativas del cliente en lo que a atención y servicio se refiere. Y aquí
digital puede también ayudar a los embajadores de ventas a ofrecer un buen
servicio contribuyendo positivamente a la experiencia del cliente.
5. La website de la marca: Éste
es otro punto de contacto en el que las marcas tienen que asegurar una
presencia impecable. Hoy es imperativo asegurar, además, que la website esté
habilitada para poder verla no sólo desde el escritorio de tu computadora, sino
también desde los dispositivos móviles. Estamos viviendo cómo el fenómeno
mobile digital está evolucionando de una manera vertiginosa. Es necesario que
tanto compradores como retailers se adapten a las nuevas reglas del juego.
Más allá de estos cinco puntos de
contacto, hay muchos otros en los que también hay que invertir para tener
presencia y visibilidad de marca. La relevancia de cada uno depende de la
categoría del universo del lujo en la que opere el negocio, de la localización
geográfica o del price point del posicionamiento de precios. Dependiendo del
caso, es necesario establecer un mix de inversión distinto, pero siempre dando
prioridad a los cinco puntos mencionados anteriormente. No se trata sólo de
exceder las expectativas de tus clientes en cada uno de los cinco, sino de
hacerlo de una manera integrada, porque puede ocurrir que el consumidor
establezca contacto con cada uno de ellos a la vez.
Si digital está redefiniendo la
experiencia del cliente de lujo, las marcas tienen que adaptar sus estrategias
de consumer engagement ofreciendo una propuesta de valor que sea realmente
omnicanal.
Éstas son las principales conclusiones
de la edición 2015 lanzada por el observatorio de la Experiencia Digital del
Lujo realizada por McKinsey en colaboración con la Fondazione Altagamma.
Ingrid de Barrios es fundadora y
socia-directora de Luxgrid® Consulting, firma especializada en consultoría para
marca de prestigio, bienes de lujo y estilo de vida premium.
Luxgrid
Firma de consultoría
especializada en marcas de prestigio, bienes de lujo y estilo de vida premium.
Ofrece servicios de asesoramiento estratégico, capacitación y externalización
de proyectos.
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