La Bundesliga, por dentro: números y curiosidades del torneo
europeo con mayor promedio de asistencia
LA NACION - lunes, 3 de agosto de 2015
Ante una nueva temporada, el torneo alemán es
el más convocante del Viejo Continente; consideración por el espectador y un
juego dinámico, dos de las claves
BERLÍN.- Nicklas Bendtner, un
espigado delantero danés que viste la camiseta número 3 de Wolfsburgo, salta
los carteles de publicidad, pasa por debajo de una red y se une a la fiesta
local en una de las cabeceras del Volkswagen Arena. Héroe hace poco más de diez
minutos en la Supercopa de Alemania ante el poderoso Bayern Munich de Pep
Guardiola -igualó el encuentro 1-1 a los 89 minutos y marcó el último penal-,
se abraza con los hinchas, salta y es el protagonista de una decena de selfies.
Todo sin policías a la vista. Bendtner es uno más y sintetiza una manera de
vivir el fútbol. El protocolar partido que abrió la temporada del fútbol local
puso bajo la lupa a Guardiola y mostró los primeros minutos del chileno Arturo
Vidal en los campos germanos, pero también dio signos de la competitividad de
la que se vanagloria la Bundesliga.
"Si armamos una tabla con
los cinco mejores de la temporada pasada, Bayern Munich, que se consagró
campeón, se ubicaría en el cuarto lugar", ejemplifica Christian Seifert,
el CEO de la Bundesliga, en diálogo con la nacion horas antes de la Supercopa.
"La diferencia que logró el Bayern contra esos rivales fue
psicológica", agrega Lothar Matthäus. Ayer hombre de mil batallas, hoy es
parte del Bundesliga Leyendas Tour, una acción para promocionar el torneo en
Nueva York, Río de Janeiro, México, Kuala Lumpur y Singapur.
Evolución y revolución. El
secreto para el crecimiento de la Bundesliga parece estar en mucho más que un
juego de palabras. Al orden y la frialdad local les sumaron estados financieros
auditados, inversión en el fútbol juvenil por más de 120 millones de euros
anuales, derechos de TV negociados colectivamente, estadios seguros y modernos,
y, como punta de lanza, una cambio sustancial en la cultura futbolera. Con un
promedio de público de 43.500 personas por partido, que significa un 91% de las
capacidades de los estadios cada fin de semana, la Bundesliga se ubica sólo por
detrás de la NFL estadounidense en cuanto a asistencia. El sábado, en la
Supercopa, el campo de Wolfsburgo mostró sus 30.000 asientos ocupados. Y fue
sólo una muestra de otra temporada que ilusiona con quebrar las marcas de años
anteriores. "¿Nos faltan Lionel Messi y Cristiano? Puede ser. Pero Vidal
eligió Alemania por encima de España o Italia. ¿Y dónde está Guardiola? Algo
está pasando acá también", cruza Matthäus.
Dos horas antes de la fiesta de los Lobos, y
sin "Seven Nation Army", el hit de The White Stripes, como himno de
cancha, la convivencia entre fanáticos se pudo ver en cada rincón de Wolfsburgo.
Ya sea en un camión abierto al público para comprar merchandising oficial o en
un puesto de venta de cerveza, por la que se paga 4 euros el medio litro y se
consume al por mayor. También compartieron espacio en el Fan Fest, con juegos
para grandes y chicos. Y hasta estacionaron sus bicicletas en el mismo rincón,
detrás de la cabecera local. Las imágenes transportan a la antesala de un
evento que parece no estar ligado al fútbol. No hay efectivos de seguridad,
salvo un pequeño grupo privado identificado con su respectivo chaleco, ni
amontonamientos. En el Fan Shop se venden como pan caliente las bufandas que
llevan los colores de ambos equipos y la inscripción del partido. Al mismo
ritmo que los locales hacen fila para quedarse con la camiseta verde con el
dorsal 14 de Kevin De Bruyne, el belga de 24 años que ya es ídolo en la ciudad
automotriz. Hay folklore, cánticos cruzados, con guiños al rock más pesado, y
banderas. El orden no amilana la pasión.
Las reglas de juego parecen estar
claras: la organización busca la forma de unir lazos con el público, gracias a
entradas a precios populares en comparación con los otras ligas de elite y
acciones para llevar a la familia a los estadios, y los hinchas responden a
tono con la oferta. En el césped, un fútbol más dinámico y menos pragmático
ayuda a mejorar el espectáculo y a abrir fronteras. Ubicada por detrás de la
Premier League en el ranking UEFA y con un promedio de gol de 2,75 tantos por
encuentro, la explosión mediática atrajo fanáticos de lugares impensados hace
dos décadas. Y aunque las pretemporadas ya empiezan a mudarse hacia el sudeste
asiático y el sitio oficial de la liga habilitó su versión en japonés, todavía
está verde la posibilidad de mudar un partido más allá del territorio alemán,
al estilo de la Supercopa de Italia que se disputa en Qatar. Desde la cúpula de
la Bundesliga creen que la expansión no puede ser a cualquier costo.
El proyecto sube escalón por
escalón y persigue el objetivo de llevar el fútbol alemán a un nuevo nivel. A
tono con la selección campeona del mundo, que supo construirse aun en tiempos
de derrotas, la liga también se apoya en una base sólida para poder dar el
salto de calidad. Obliga al orden financiero, así como a la inversión en las
academias juveniles, con estructuras formativas que trabajan de forma
coordinada con las escuelas de cada ciudad. "No queremos sólo jugadores de
fútbol", señala Marc Wilhahn, entrenador del equipo sub 13 de Wolfsburgo,
en un recorrido por las instalaciones donde entrenan los cracks del mañana. Con
la mira en el futuro, el fútbol alemán también se asegura vitalidad.
1000 millones de euros. Desde 2002, los clubes
invirtieron esa cifra en sus academias juveniles. Una estructura formativa
obligatoria.
7 euros. El presupuesto para
comer una típica salchicha alemana acompañada de una cerveza de medio litro. El
consumo de alcohol está permitido.
La asistencia tecnológica con la
aplicación del ojo de halcón en los 18 estadios. Bayern Munich y Hamburgo
abrirán la Bundesliga 2015/16 el próximo 14 de agosto, en el Allianz Arena. En
la Argentina, el torneo se podrá seguir por la pantalla de Fox Sports, que
anunció en las últimas horas un acuerdo por cinco años con la liga por los
derechos para 80 países. Bayern, tricampeón alemán, parte como favorito y
contará con Vidal, quien llegó desde Juventus a cambio de 37 millones de euros
y del que creen en Alemania que puede ser el hombre que le aporte agresividad
al cuestionado plan de juego de Guardiola. Pep empieza la temporada sumando la
tercera caída de forma consecutiva en la Supercopa y con la obligación de
conseguir la Champions League, luego de un par de traspiés a nivel
internacional. En cuanto a la tecnología, la Bundesliga introducirá el Ojo de
Halcón en los 18 estadios. La propuesta de Bayern recibió los votos necesarios
para su implementación, transformándose en la segunda liga de Europa en adoptar
el sistema, tras la Premier League.
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