Más de un 60% de la población es
sedentaria... ¡Rompe con la estadística!
agosto
de 2015
"Sólo un 12% de la población
española practica ejercicio físico de forma regular y adecuada. Además, los
resultados muestran que las mujeres son más sedentarias que los varones",
así de claro lo explica la médico de familia y vicesecretaria de la Sociedad
Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), Mª Luisa Valiente
Millán.
¿Cómo es posible un dato tan
abrumador? Sobre todo, teniendo en cuenta que "se ha demostrado
científicamente que la actividad física ayuda a prevenir ciertas enfermedades
como la hipertensión, la osteoporosis o la diabetes, además de reducir ciertos
tipos de cáncer", asegura Begoña Manuz, vocal de la Federación Española de
Medicina Deportiva (FEMEDE).
Para todos los expertos, es una
cuestión de educación. "La población femenina en nuestro país conoce las
consecuencias del sedentarismo y, aunque con el paso del tiempo se va siendo
más consciente de la necesidad de realizar algún tipo de actividad física, aún
estamos bastante lejos de variar la actitud de la población general. El
problema está en el déficit de educación para la salud, que en otros países de
nuestro entorno forma parte de sus costumbres y cultura", afirma Enma
Domínguez, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Y parece tener razón, porque
España ostenta el título nada honroso de poseer el estilo de vida más
sedentario de la Unión Europea.
Atajar el problema
Según la Organización Mundial de
la Salud (OMS), se considera que una persona es sedentaria cuando no realiza 30
minutos diarios de actividad física moderada, y alrededor del 60% de la
población de todo el mundo forma parte de este dudoso club.
En la actualidad, son tantas las
enfermedades que se ven agravadas por la falta de ejercicio, que algunos
especialistas estadounidenses han empezado a hablar de la 'muerte sedentaria',
en la que se incluyen hasta 35 procesos relacionados con la inactividad, como
el infarto, la tensión arterial alta o la artritis.
"Ponerle remedio a esto no
es complicado, y si bien hay que tener en cuenta varios factores, el objetivo
al que se aspira no consiste en tratar de convertirse en un atleta profesional.
En ocasiones, las tareas más cotidianas pueden ayudar a realizar ese mínimo
esfuerzo tan saludable para nuestro organismo. A veces no es necesario ir a un
gimnasio, puede bastar con caminar, subir o bajar escaleras", afirma Manuz
desde FEMEDE, lo esencial es sacar el máximo partido posible al poco tiempo que
puedas disponer con un ejercicio adecuado.
Eso sí, si queremos hacer algo
más que dar un paseo de media hora al día, hay que consultar a un especialista
siempre, a un médico deportivo o los licenciados en Ciencias de la Actividad
Física.
Para Enma Domínguez, es
importante tener en cuenta si se tiene alguna enfermedad, porque aunque no sea
un impedimento, sí habrá que ajustar los parámetros de la actividad de forma
más exhaustiva. La edad no es tan relevante como la condición física de la
persona.
Desde SEMFYC, aconsejan que el
mejor ejercicio es el que aumenta los latidos del corazón y mueve grupos de
músculos grandes, como nadar, montar en bicicleta, correr o bailar. Y una
clave: "hacerlo en compañía también genera resultados que no siempre se
tienen en cuenta, como el beneficio que produce a nivel psicológico, sobre todo
a efectos de ansiedad y depresión, que pueden ser tratados en parte con el
ejercicio, porque las actividades en grupo ayudan a la sociabilización, la
cohesión grupal", afirma Domínguez. "Eso sí, los objetivos no se
cumplen en un mes, hay que ser paciente y constante", concluye Manuz.
Una solución para cada etapa
- De 20 a 40 años
Objetivos: crear un hábito
deportivo saludable que se mantenga en el tiempo; mantenimiento y tonificación
general de la musculatura, así como el control del peso; complementar este
trabajo con algo de resistencia, como salir a andar tres o cuatro veces por
semana, a un ritmo medio-alto.
Realiza los ejercicios que te proponemos de
tres a cuatro veces por semana, con 30 repeticiones de cada ejercicio y completando
el circuito tres veces.
* Sedentarias:
- Gemelos: anda de puntillas
durante 20-30 segundos.
- Abdomen: sentada, eleva las
rodillas hacia el pecho.Oblicuos: de pie, con las manos a cada lado, haz
inclinaciones laterales.Pecho: pon un cojín entre los codos y haz
contracciones.
- Espalda: sentada, sube los
codos a la altura de los hombros y presiona el respaldo.
- Adductores y glúteos:
1. Tumbada en una colchoneta (con
los pies en el suelo y las rodillas flexionadas), coloca un cojín ancho entre
las rodillas.
2. Mantén la tensión y sube la
cadera. Baja y repite.
* Activas:
- Pecho:
1. Apoya las manos en la pared,
con una apertura superior a la anchura de hombros y separa un poco los pies de
la pared.
2. Lleva el pecho hacia la pared
y empújate volviendo a la posición inicial.
- Gemelos: da pequeños saltitos
en el sitio, de puntillas, durante 20-30 segundos.
- Glúteos: a cuatro patas, estira
una pierna hacia atrás, flexiona la rodilla, estira y baja.
- Adductores: sentada y con un
cojín entre las rodillas, elévalas hasta el pecho.
- Abdomen: tumbada, con los pies
levantados y las rodillas en 90 grados, estira una pierna y luego la otra,
alternando.
- De 40 a 60 años
Objetivos: fortalecer el corazón
y las articulaciones. Por ello, haz estas tablas tres veces por semana, con 30
repeticiones de cada ejercicio, completando el circuito tres veces.
* Sedentarias
- Cuádriceps: dar pasos grandes,
flexionando la rodilla de delante y bajando bien la cadera.
- Abductores y adductores:
tumbada con las piernas hacia el techo, ábrelas y ciérralas.
- Lumbares: con un palo en los
trapecios, realiza flexiones adelante y atrás.
- Espalda: tumbada boca abajo en
la cama, deja el brazo caído en un lateral con una botella llena en la mano.
Lleva el codo hacia arriba y vuelve a bajar.
- Pecho:
1. Boca arriba, con los brazos
estirados, sujeta una botella.
2. Cógela con una mano, abre los
brazos hasta llegar con los codos al suelo, vuelve a juntarlos y cambia la
botella de mano.
* Activas
- Bíceps y hombros: con una
botella de agua llena en cada mano, de pie, estira los brazos y súbelos por
delante del cuerpo hasta la altura de los hombros. De ahí, abre los brazos en
cruz. En ésa posición, flexiona los codos, llevando la botella hacia los
hombros. Estira, lleva los brazos adelante y bájalos.
- Abductores y adductores: es
como el de las sedentarias, pero haciendo fuerza con las manos, hacia dentro al
abrir y hacia fuera al cerrar.
- Cuádriceps:
1. Colócate de pie, con la
espalda recta.
2. Da un paso lateral con una
pierna.
3. Lleva el culo al suelo y
vuelve a juntar los pies. Haz 30 repeticiones con una pierna y 30 con la
otra.El ejercicio que más te conviene.
De 60 años en adelante
- De movilidad (estático o
mientras caminas):
Sube y baja las rodillas; sube y
baja los talones al glúteo; haz círculos de brazos hacia adelante y hacia
atrás; con los brazos en cruz, flexiona y extiende los codos; da pasos grandes
de elefante y pequeños de hormiga; da una palmada delante del cuerpo y otra
atrás.
- Equilibrio:
Camina sobre las líneas del suelo
de la tarima, mirando siempre hacia arriba para evitar los mareos. Mantén el
equilibrio sobre un pie, teniendo el otro en el aire. El pie apoyado debe estar
semiflexionado para evitar problemas en la rodilla. Éste es un ejercicio que
hay que hacer con ambos pies.
- Coordinación:
Da palmadas rápidas al mismo
tiempo que caminas pasos muy lentos. Después, da palmadas lentas, al mismo
tiempo que das pasos muy rápidos. De pie, sube una rodilla y el brazo contrario
al mismo tiempo. Levanta la pierna de forma lateral (como en el dibujo de
arriba), al mismo tiempo que subes lateralmente el brazo contrario.
Otro buen ejercicio de
coordinación es hacer círculos en la barriga con una mano, mientras la otra
sube y baja encima de nuestra cabeza.
- Flexibilidad:
De pie, a una distancia de un
metro de un mueble al que te puedas agarrar, extiende los brazos sobre la
cabeza, flexiona el tronco manteniendo los brazos y las piernas estirados y la
espalda plana, y apoya las manos en el asidero.
Espira y, lentamente, arquea la
espalda intentando bajar los hombros. En esta posición, si rotas la pelvis
hacia arriba, conseguirás estirar la región lumbar.
Eleva un brazo a la altura del
hombro, como en el dibujo de la derecha. Flexiona el codo y lleva la mano hacia
el hombro contrario. Sujeta el codo con la mano opuesta.
Espira y, lentamente, tira del
codo con la mano. Deja que vuelva a su posición normal. Después, estira el
antebrazo, continuando con la mano opuesta la sujeción del codo.
Realiza el ejercicio con el
hombro opuesto.
Colócate de pie, con los pies
juntos y el cuerpo resto. Lleva la mano derecha por encima de la cabeza hasta el
lateral izquierdo, aspira lentamente. El hombro contrario debe mantenerse fijo
durante todo el ejercicio. Después, repite el estiramiento con la otra mano en
el otro lado.
- Fuerza-resistencia:
Para el deltoides: sentada en una
silla, como en la ilustración de la izquierda, pon los brazos en cruz y realiza
círculos hacia atrás y hacia delante alternativamente.
Para los abductores: colócate
sentada en una silla, con los glúteos bien apoyados en el fondo porque tienes
que subir las piernas haciendo bicicleta y manteniendo el equilibrio.
A los 20 años: Steps y deportes
de combate
Te ayudarán a tonificar tus
piernas mientras trabajas el sistema cardiovascular y, de paso, descargarás
toda esa energía propia de tu edad.
A los 30: Spinning y body pump
Es la combinación perfecta de
trabajo cardiovascular y de tonificación. Con estos ejercicios trabajas y
fortaleces tu corazón y tonificas los músculos, manteniendo el peso estable y
la musculatura firme.
A los 40 y 50...
Para mantenerte en forma y no
acumular kilos de más, unas buenas clases de baile serían ideales combinadas
con pilates, para trabajar la corrección postural y evitar las molestias que
empiezan a aparecer.
A partir de los 60...
No te lo pienses, aquaerobic y
nado libre. El pilates sigue siendo recomendado. Con estos deportes reducimos
los impactos para proteger las articulaciones y trabajamos a intensidad
moderada todo el cuerpo.
- Objetivos: controlar el peso y
el dolor de la artritis; prevenir enfermedades del corazón y la osteoporosis;
incrementar el sentido del equilibrio.
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