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lunes, 6 de abril de 2015

Fórmula 1

La Fórmula 1 necesita sumar algo de entusiasmo


El Cronista Comercial - ‎  ‎abril‎ de ‎2015
Lewis Hamilton, el actual campeón mundial de la Fórmula Uno, quiere enfrentar mayor competencia esta temporada cuando salga en busca de otro título. "Uno espera un año un poco mejor para escuderías como McLaren y Ferrari, y así tener más gente contra quien correr", aseguró el británico de 30 años en una entrevista.

Las estrellas como Hamilton, que maneja para Mercedes, suelen tener un enfoque práctico y firme de su deporte. Y en el fondo, Hamilton claramente lo es.

Pero sus ganas de que esta temporada sea más competitiva habla mucho del estado de la F1. Por la llegada global que tiene el deporte y el entusiasmo por los autos veloces, los patrocinadores ricos y los lugares exóticos donde se realizan las carreras, éstos son días difíciles.

Los problemas de financiamiento generan problemas. La gran pregunta para los directores, dueños e inversores de las escuderías de F1 es: ¿De dónde está viniendo el dinero?

Los grandes contratos para la televisación que en los últimos doce meses firmaron la Liga Inglesa —5.000 millones de euros para tres años sólo para el mercado británico— y la Asociación Nacional de Básquet de EE.UU. —u$s 24.000 millones por nueve años— hacen temblar a los deportes como la F1. Si el fútbol y el básquet están quedándose con mayor porción de la torta de los derechos de televisación, ¿qué quedan el resto de los deportes?

La F1 recibe unos u$s 1.500 millones anuales —no está tan mal. Pero es difícil imaginar algún crecimiento. La F1 parece estar cayendo en la mayoría de los indicadores como audiencia de TV, venta de entradas y número de participantes; y los derechos de televisación se mantienen bastante estáticos. Los acuerdos de patrocinio llegan en cuentagotas, en vez de fluir.

El Grand Prix alemán, un pilar de la F1, este año podría no hacerse debido a problemas financieros con su promotor, porque en Alemania disminuyó el interés en el deporte.


Una buena noticia es que está subiendo la cifra que se paga para ser sede de una carrera, gracias a los acuerdos para realizar premios Grand Prix en México, Azerbaiján y Qatar. Pero se cuestiona la viabilidad a largo plazo de hacer tres carreras en Medio Oriente —Qatar se une a Abu Dhabi y Bahrein en el calendario— y Alemania no es el único Grand Prix europeo donde los promotores tienen problemas para que cierren los números.

La falta de dinero fresco se siente. Hacia fines de la temporada pasada, dos escuderías fueron intervenidas por problemas financieros, Caterham y Marussia, mientras que persisten las dudas sobre la solidez de los números de Sauber, Force India y Lotus.

Mantenerse en la F1, y además de ser competitivos, es un enorme desafío. Todas las escuderías tienen problemas para conseguir sponsors, mientras que los motores turbo híbridos, introducidos la temporada pasada, más que duplicaron el costo del motor a u$s 20 millones anuales.


Marussia (ahora llamado Manor Marussia F1) está siendo rescatada por un consorcio que incluye al jefe de Ovo Energy, Stephen Fitzpatrick, y Justin King, CEO de la ex Sainsbury.


Fitzpatrick es un hombre con coraje. Se comprometió con un presupuesto de 60 millones de euros por temporada, financiados con premios en dinero que ganó el equipo la última temporada y los auspicios vinculados a sus corredores, pero también pondrá plata de su bolsillo.
Los aprietos de Caterham y Marussia pusieron el foco en la desigual distribución del dinero en premios de la F1.

Ferrari recibe un monto fijo adelantado de u$s 100 millones, Red Bull, u$s 70 millones, McLaren u$s 50 millones y Mercedes y Williams cerca de u$s 10 millones cada uno.

Esta distribución desequilibrada persistirá hasta 2020. Pero hay pocas señales de que las grandes escuderías estén dispuestas a ceder en eso. Entonces, no sorprende que los equipos más chicos y menos maduros hayan empezado a dar a conocer sus frustraciones públicamente.

Hay una verdadera posibilidad de que una o todas las escuderías independientes puedan quebrar antes de fin de la temporada. Force India tuvo problemas para llegar a su primera carrera, debido a inconvenientes con sus proveedores.

Si bien hay señales de que el CEO de F1 Bernie Ecclestone está dispuesto a ofrecer ayuda financiera a tres equipos que luchan por sobrevivir, hay sospechas de que está analizando una nueva composición de la grilla de largada, incluyendo menos escuderías con un tercer auto o con un equipo B.

Para sus detractores, Ecclestone es una barrera para hacer los cambios que las escuderías y otros interesados en la F1 consideran vitales para el crecimiento del deporte.

Sin embargo, él no es ciego a las deficiencias que está teniendo el deporte. La F1 apenas evitó que el último campeonato haya sido "deprimente", gracias a la tensión competitiva que surgió entre Hamilton y su compañero de escudería Nico Rosberg.


La solución que él propone es una renovación, con autos más fascinantes, y motores más ruidosos de 1.000 caballos de potencia o más, que son un gran desafío para los pilotos.

Otros piensan que la solución es alejarse de la prolongada y colorida era Ecclestone. Este hombre de 84 años sobrevivió a un intento de golpe organizado por Donald Mackenzie, el cofundador del mayor accionista de la F1, CVC Capital Partners, que quería introducir un nuevo presidente del consejo directivo con poderes ejecutivos.


Esta temporada quizás sea difícil para la F1 mantener al mundo entusiasmado con el campeonato. Definitivamente, las primeras señales de las pruebas pretemporada no son prometedoras. La escudería Mercedes de Hamilton está confiada y trabajando duro para mejorar la fiabilidad, el único factor que le impidió ganar todas las carreras el año pasado. Sigue siendo el equipo a derrotar.


Ferrari mostró algunas señales de mejoras significativas pero no tendrá aspirantes al título. McLaren otra vez empezó de cero con un nuevo motor híbrido junto a su socio Honda. Eso deja a Red Bull y Williams como los principales rivales de Mercedes. Pero tienen que ponerse al día rápido. Red Bull logró tres Grand Prix en la última temporada, Williams ninguno.

Williams usa el mismo motor que Mercedes, por lo que será difícil derrotar al equipo de fábrica. La mayor esperanza para una temporada competitiva está en Red Bull y su motor Renault.



No le hace bien al deporte si las escuderías como Ferrari y McLaren no son competitivas. Tal como dijo Hamilton: "Cuantos más corredores, mejor. Si los autos están cerca, se puede tener verdaderas carreras donde uno se adelanta al otro y pelea la posición, y eso es lo que adoro hacer".

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