La Fórmula 1 necesita sumar algo de entusiasmo
El Cronista Comercial - abril de 2015
Lewis Hamilton, el actual campeón mundial de la
Fórmula Uno, quiere enfrentar mayor competencia esta temporada cuando salga en
busca de otro título. "Uno espera un año un poco mejor para escuderías
como McLaren y Ferrari, y así tener más gente contra quien correr",
aseguró el británico de 30 años en una entrevista.
Las estrellas como Hamilton, que maneja para
Mercedes, suelen tener un enfoque práctico y firme de su deporte. Y en el
fondo, Hamilton claramente lo es.
Pero sus ganas de que esta temporada sea más
competitiva habla mucho del estado de la F1. Por la llegada global que tiene el
deporte y el entusiasmo por los autos veloces, los patrocinadores ricos y los
lugares exóticos donde se realizan las carreras, éstos son días difíciles.
Los problemas de financiamiento generan
problemas. La gran pregunta para los directores, dueños e inversores de las
escuderías de F1 es: ¿De dónde está viniendo el dinero?
Los grandes contratos para la televisación que
en los últimos doce meses firmaron la Liga Inglesa —5.000 millones de euros
para tres años sólo para el mercado británico— y la Asociación Nacional de
Básquet de EE.UU. —u$s 24.000 millones por nueve años— hacen temblar a los
deportes como la F1. Si el fútbol y el básquet están quedándose con mayor porción
de la torta de los derechos de televisación, ¿qué quedan el resto de los
deportes?
La F1 recibe unos u$s 1.500 millones anuales
—no está tan mal. Pero es difícil imaginar algún crecimiento. La F1 parece
estar cayendo en la mayoría de los indicadores como audiencia de TV, venta de
entradas y número de participantes; y los derechos de televisación se mantienen
bastante estáticos. Los acuerdos de patrocinio llegan en cuentagotas, en vez de
fluir.
El Grand Prix alemán, un pilar de la F1, este
año podría no hacerse debido a problemas financieros con su promotor, porque en
Alemania disminuyó el interés en el deporte.
Una buena noticia es que está subiendo la cifra
que se paga para ser sede de una carrera, gracias a los acuerdos para realizar
premios Grand Prix en México, Azerbaiján y Qatar. Pero se cuestiona la
viabilidad a largo plazo de hacer tres carreras en Medio Oriente —Qatar se une
a Abu Dhabi y Bahrein en el calendario— y Alemania no es el único Grand Prix
europeo donde los promotores tienen problemas para que cierren los números.
La falta de dinero fresco se siente. Hacia
fines de la temporada pasada, dos escuderías fueron intervenidas por problemas
financieros, Caterham y Marussia, mientras que persisten las dudas sobre la
solidez de los números de Sauber, Force India y Lotus.
Mantenerse en la F1, y además de ser
competitivos, es un enorme desafío. Todas las escuderías tienen problemas para
conseguir sponsors, mientras que los motores turbo híbridos, introducidos la
temporada pasada, más que duplicaron el costo del motor a u$s 20 millones
anuales.
Marussia (ahora llamado Manor Marussia F1) está
siendo rescatada por un consorcio que incluye al jefe de Ovo Energy, Stephen
Fitzpatrick, y Justin King, CEO de la ex Sainsbury.
Fitzpatrick es un hombre con coraje. Se
comprometió con un presupuesto de 60 millones de euros por temporada,
financiados con premios en dinero que ganó el equipo la última temporada y los
auspicios vinculados a sus corredores, pero también pondrá plata de su
bolsillo.
Los aprietos de Caterham y Marussia pusieron el
foco en la desigual distribución del dinero en premios de la F1.
Ferrari recibe un monto fijo adelantado de u$s
100 millones, Red Bull, u$s 70 millones, McLaren u$s 50 millones y Mercedes y
Williams cerca de u$s 10 millones cada uno.
Esta distribución desequilibrada persistirá
hasta 2020. Pero hay pocas señales de que las grandes escuderías estén
dispuestas a ceder en eso. Entonces, no sorprende que los equipos más chicos y
menos maduros hayan empezado a dar a conocer sus frustraciones públicamente.
Hay una verdadera posibilidad de que una o
todas las escuderías independientes puedan quebrar antes de fin de la
temporada. Force India tuvo problemas para llegar a su primera carrera, debido
a inconvenientes con sus proveedores.
Si bien hay señales de que el CEO de F1 Bernie
Ecclestone está dispuesto a ofrecer ayuda financiera a tres equipos que luchan
por sobrevivir, hay sospechas de que está analizando una nueva composición de
la grilla de largada, incluyendo menos escuderías con un tercer auto o con un
equipo B.
Para sus detractores, Ecclestone es una barrera
para hacer los cambios que las escuderías y otros interesados en la F1
consideran vitales para el crecimiento del deporte.
Sin embargo, él no es ciego a las deficiencias
que está teniendo el deporte. La F1 apenas evitó que el último campeonato haya
sido "deprimente", gracias a la tensión competitiva que surgió entre
Hamilton y su compañero de escudería Nico Rosberg.
La solución que él propone es una renovación,
con autos más fascinantes, y motores más ruidosos de 1.000 caballos de potencia
o más, que son un gran desafío para los pilotos.
Otros piensan que la solución es alejarse de la
prolongada y colorida era Ecclestone. Este hombre de 84 años sobrevivió a un
intento de golpe organizado por Donald Mackenzie, el cofundador del mayor
accionista de la F1, CVC Capital Partners, que quería introducir un nuevo
presidente del consejo directivo con poderes ejecutivos.
Esta temporada quizás sea difícil para la F1
mantener al mundo entusiasmado con el campeonato. Definitivamente, las primeras
señales de las pruebas pretemporada no son prometedoras. La escudería Mercedes
de Hamilton está confiada y trabajando duro para mejorar la fiabilidad, el
único factor que le impidió ganar todas las carreras el año pasado. Sigue
siendo el equipo a derrotar.
Ferrari mostró algunas señales de mejoras
significativas pero no tendrá aspirantes al título. McLaren otra vez empezó de
cero con un nuevo motor híbrido junto a su socio Honda. Eso deja a Red Bull y Williams
como los principales rivales de Mercedes. Pero tienen que ponerse al día
rápido. Red Bull logró tres Grand Prix en la última temporada, Williams
ninguno.
Williams usa el mismo motor que Mercedes, por
lo que será difícil derrotar al equipo de fábrica. La mayor esperanza para una
temporada competitiva está en Red Bull y su motor Renault.
No le hace bien al deporte si las escuderías
como Ferrari y McLaren no son competitivas. Tal como dijo Hamilton:
"Cuantos más corredores, mejor. Si los autos están cerca, se puede tener
verdaderas carreras donde uno se adelanta al otro y pelea la posición, y eso es
lo que adoro hacer".
No hay comentarios:
Publicar un comentario