¿Y si el único que no manda en tu trabajo eres
tú?
Expansión.com - jueves, 12 de
noviembre de 2015
Mucho jefe para poco indio. Así
se define un exceso de jerarquía al que no son ajenas las organizaciones
matriciales: aquí todos y ninguno mandan. Tendrás que organizarte si no quieres
descuidar tu trabajo.
En una barca a la deriva plagada
de jefes, el remero es el incompetente. Puede sonar a chiste, de hecho lo es,
pero no resulta nada excéntrico pensar en un mundo en el que los jefes superen
en número a los empleados. La antítesis al panorama sin jefes -holacracia- que
ya propugnan algunas start up, está más cerca que nunca. Las empresas más
tradicionales siguen apostando por este modelo, y las organizaciones
matriciales, con una línea de reporting funcional que traspasa fronteras,
también implican rendir cuentas a otras personas para que todo funcione.
Quién quiere qué
Camilla Hillier-Fry, socia de
People Matters, señala que este tipo de estructuras complica el reporte,
"porque el empleado necesita atender tanto al superior funcional como al
local, de manera continua. La productividad de los profesionales tiene que
medirse en términos de resultados y éstos deben negociarse y acordarse entre el
empleado y el jefe. Se trata de medir la contribución del profesional y los
equipos a los objetivos de la compañía".
Este sistema lleva implícita otra
actitud: la responsabilidad. José Manuel Chapado, socio de Éthica Consultores,
aclara que en esta situación las peticiones llueven por todos lados y quienes
las reciben "deben dar prioridad a lo que consideran más esencial,
conjugando urgencia e importancia según su propio y leal criterio". José
Ignacio Jiménez, socio de Talengo, ofrece una receta: "Lo urgente tiene
que ver con lo táctico y el día a día; es la actividad del corto plazo, la
atención a un cliente, un tema de financiación o cash flow. Es la gestión de la
cuenta de resultados pero priorizando siempre el ingreso. Lo verdaderamente
importante, por su parte, está relacionado íntimamente con lo estratégico y,
por lo tanto, con el medio y largo plazo. Es más el 'qué' del trabajo".
La teoría parece clara. Ponerla
en práctica, no tanto. Lo más fácil es caer en la redes del reporting y
descuidar tu trabajo, aquello para lo que has sido contratado, el valor que
aportas y por el que te pagan. Quien vive esto en directo cada día es Óscar
Massó, director de estrategia de Sodexo BI. Afirma que en su trabajo diario
"hay tantas estrategias como jefes. Lo que no debe buscarse es agradar a
toda costa. En ocasiones incluso hay que 'tensar' la cuerda para obtener lo
mejor de nuestros jefes".
Y, si se trata de gestionar a los
jefes, quien también cuenta su experiencia es Alfonso del Gallo, director
general de Experian Marketing Services: "Se deben conocer los objetivos de
los jefes, que han de estar abiertos a compartir. Suele ser un elemento importante,
ya que en la medida en que se sea capaz de alinear y compartir objetivos, estos
serán más fáciles de conseguir, si afectan de manera positiva a ambas partes.
Estar dispuesto a ayudar y estar abierto al cambio también es crucial".
Lo que sí puede ayudarte en un
mundo de jefes es identificar a aquellos que más te aportan. Andrés Fontenla,
director general de Fontevalue Consulting, asegura que es "el supervisor
que te reta y consigue llevarte a tus mejores decisiones y más alto nivel de
desempeño. Es el que más conviene frecuentar, al margen de que puedas
cuestionarte sus modos o incluso constatar que sus intereses no son
necesariamente de inspiración altruista".
Trabajo en equipo
Gestionar distintas opiniones,
críticas y alguna que otra alabanza de tu trabajo es otra de las situaciones
habituales cuando te toca remar en esta barca repleta de capitanes. Para Anabel
Obeso, directora en AdQualis HR Consultants, no hay duda: "La
profesionalidad, la transparencia y transmitir confianza son los pilares para
aceptar todo de buen grado. Hay que estar seguro de cada una de las decisiones
y no perder el objetivo por reportar". También conviene saber qué tienes
que conseguir. Pilar Jericó, presidenta de Be-Up, recuerda que además de los
jefes, "en las organizaciones matriciales a veces son los clientes los que
se convierten en una prioridad insalvable; también en las muy jerarquizadas que
trabajan bajo la urgencia del corto plazo".
Por esta razón, Jiménez, socio de
Talengo, recomienda "establecer reuniones y comités periódicos donde
exista una agenda para la toma de decisiones". Pero conviene no perderse
en el debate. Fontenla afirma que "contemplar diversos puntos de vista,
algunos de ellos incluso antagónicos, enriquece la decisión final, pero hay que
evitar la parálisis por el análisis así como renunciar a contentar por completo
a todos".
Profesionales para un trabajo
perfecto
Muchos jefes, ninguno, alguno...
parece que no existe la empresa perfecta. José Ignacio Jiménez, socio de
Talengo, explica que "igual que la riqueza, el poder se tiende a
concentrar en menos personas en cualquier tipo de organización. Una empresa con
una estructura en apariencia plana puede esconder una concentración de poder en
un directivo en la cúspide de la pirámide. Igual de malo es un mucho jefe y
poco indio, que mucho indio y poco jefe". Estas situaciones conducen al
profesional a la autogestión. Alfonso López, 'coach' de negocio de Action
Coach, asegura que "si los profesionales saben qué se espera de ellos y
tienen las herramientas para alcanzar sus objetivos, asumirán la
responsabilidad y tomarán decisiones". Identifica seis claves que hacen un
equipo ganador: liderazgo, una meta, cumplir las reglas del juego, un plan de
acción, un apoyo para la toma de riesgos y la implicación al cien por cien de
sus miembros. Una teoría que probablemente conoce bien Alfonso del Gallo,
director general de Experian Marketing Services. Acostumbrado a trabajar en una
organización matricial explica que "el poder se reparte, lo que no significa
que no haya jefes. Es aquí donde los equipos y su cohesión son vitales. Ir por
libre no es lo más recomendable, sí lo es participar de forma activa como un
miembro del equipo de trabajo que se establezca para los diferentes proyectos,
teniendo en cuenta que éstos pueden ser en la mayoría de los casos
multidisciplinares, multilingües y multipaís".
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