Atletas lesionados, un golpe de
5,300 mdd para el deporte
FORBES -Viernes, 27 de Noviembre de 2015
El dinero invertido en los
jugadores estrella es tal que, cuando alguno se lastima, el dolor se extiende a
las finanzas de los clubes. Esto hace millonarios a médicos célebres e impulsa
avances en tecnología médica.
Brian J. Cole ha ganado 2.5 mdd
en los últimos cinco años. Es ortopedista, tiene más de 40 premios, fue
considerado el mejor médico de Estados Unidos hace 11 años. Es el médico de
cabecera del equipo White Sox de Grandes Ligas y de los Bulls de la NBA, ha
escrito al menos unos cinco libros, tiene 1,000 artículos publicados y tiene
encomendada la salud de jugadores que están en la plantilla de franquicias que
en conjunto valen más de 1,700 millones de dólares (mdd).
Cole se ha especializado en “la
reparación del cartílago de los meniscos en las rodillas”, dice su curriculum
vitae, disponible en la web. Si algo se puede decir de él, es que tiene
prestigio, por ello el equipo de Chicago Bulls y Adidas celebraron con él
contratos a 13 años por 279 mdd.
Uno de sus pacientes es Derrick
Rose, de quien se juró en los primeros años de su carrera que era el próximo
Michael Jordan, debido a que se ha roto la rodilla en un par de ocasiones y que
pisó la duela en 40 partidos entre 2011 y 2014, de 240 posibles, pese a que en
la campaña 2012-13 no disputó un solo minuto.
Rose no ha podido retomar su
nivel y ni los más de 40 premios de Cole evitaron que se rompiera en un par de
ocasiones. Las lesiones dejaron de ser sólo un asunto de ausencia deportiva, se
convirtió en un boquete financiero.
Según el reporte Global Sports
Salary Survey 2015, entre 10 y 15% de los deportistas profesionales del
beisbol, baloncesto, futbol americano y futbol profesional pasan el año
lesionados. Eso significa entre 2,400 a 5,300 mdd en salarios de jugadores que
no ven acción o están parados por lesión. Dinero a la basura, pues.
El especialista en fracturas
deportivas, Will Carrol, dice que en el deporte profesional las lesiones son
el tema del momento porque para los jugadores “el trabajo exhaustivo es
constante, hay poco descanso o casi no existe”.
Nadie se escapa de las lesiones.
Puede ser un futbolista poco mediático o el más brillante de todos. El cuerpo
dice basta y la rueda de la fortuna que alimentan tiene que hacer pausa cuando
menos se espera.
El caso de Derrick Rose es sólo
un ejemplo. La NBA es una de las organizaciones deportivas que más dinero
ingresa al año.
El jugador de Chicago no es el
único que se ha visto afectado, hay casos más graves como el de los Lakers de
Los Ángeles, también de la liga de baloncesto, que según un informe de Los
Ángeles Times, en las “últimas cinco temporadas han perdido 45 mdd por
problemas de lesiones (pago de salarios a jugadores lastimados)”.
Al ser el deporte una actividad
de alta exigencia física, el cuerpo está permanentemente expuesto a lesiones. “Desde
un cambio brusco de dirección, un golpe, el desgaste, la fatiga o la edad son
factores” para que un jugador se rompa, como se dice coloquialmente, según el
fisioterapeuta Ramiro Delgado.
Los equipos profesionales no
únicamente pierden dinero por el pago de salarios a jugadores que no tienen
acción. También asumen el pago del tratamiento médico (aunque en ocasiones
tienen seguros contratados), pero quizás lo que más les duele es que dejan de
tener ingresos por la ausencia de alguna de sus estrellas.
El caso más emblemático lo
representa Lionel Messi considerado el mejor jugador del futbol en el mundo,
es una máquina de euros para el FC Barcelona.
Su calidad deportiva excepcional
influye en las finanzas del club, para bien cuando juega y para mal cuando está
lastimado.
Hace tres años, por ejemplo, el
club alemán Hamburgo contrató al FC Barcelona para su partido de aniversario.
El acuerdo fue por 1.3 mdd por estar ahí, pero una lesión de Messi le impidió
jugar y eso le costó al equipo catalán dejar de ingresar 400,000 dólares como
penalización por la ausencia del astro argentino.
Lionel no es un jugador que se
lesione demasiado –para fortuna de los catalanes–, aunque en las dos últimas
temporadas ha tenido que parar más de cuatro meses por ese motivo. “Ahora los
tiempos de rehabilitación y mantenimiento alcanzaron a los programas de
prevención, por lo que vemos más lesiones, porque no hay tiempo para una
recuperación total”, comenta Carrol.
Y no sólo el Barcelona aprovecha
a Messi, también lo hace la Asociación Argentina de Futbol (AFA) para su
selección nacional. En datos obtenidos de la AFA, la llamada albiceleste cobra
por partido 1.5 mdd si La Pulga juega gran parte del partido, y 500,000 dólares
menos si Messi no está en la cancha.
Un estudio realizado por la UEFA,
el organismo rector del futbol europeo y donde están las principales estrellas
de este deporte, reportó en un estudio que realizó durante cuatro temporadas
que un equipo profesional (de 25 jugadores) padece entre 40 y 45 lesiones por
año.
Por ello, los clubes más
importantes del mundo han insistido en que organismos como la propia UEFA o la
FIFA les paguen en caso de que algunos de sus futbolistas se lesionen en
partidos con sus selecciones nacionales.
El argumento es que quien paga
los salarios y los tratamientos médicos en caso de un percance son los
equipos.
Previo al Mundial de Brasil 2014,
la FIFA pagó 2.5 mdd a diferentes clubes, entre los que se incluyó al equipo
mexicano León, tras perder en un amistoso al mediocampista Luis Montes. Este
jugador se rompió la tibia y peroné días antes de viajar a Sudamérica para la
justa.
Y un mes después, el también
seleccionado mexicano Héctor Moreno, se rompió la tibia en un partido de
octavos de final ante el representativo de Holanda.
La FIFA tuvo que recompensar al
Espanyol por el incidente, pero el equipo catalán perdió más, ya que planeaba
venderlo en más de 9 mdd al futbol inglés, y un año más tarde la transacción
fue de apenas 5.5 mdd con el PSV de Holanda. El Espanyol no ganó más dinero por
el traspaso, el defensa mexicano no percibió un mejor salario y no emigró a una
mejor liga. La lesión estancó el negocio.
FIFA creó en 2012 el Programa de
Protección a Clubes, un fondo de 81 mdd anuales para indemnizar a clubes de
todo el mundo por alguna fractura cuando juegan partidos de selección nacional.
En Grandes Ligas o la NBA tienen
muy claro que, si es necesario, prohíben a sus peloteros o basquetbolistas
participar en el Clásico Mundial de beisbol o en Juegos Olímpicos a fin de proteger
su inversión. Para ellos eso son, activos financieros.
Dónde para ese dinero
En el caso del Barcelona, además
de Lionel Messi, Luis Suárez, Neymar, Andrés Iniesta, hay una nueva “figura”
dentro del club.
No es humano, es una máquina: la
3-Teslas Magneton Verio, un equipo que permite calcular con precisión el tiempo
de baja de cada jugador lesionado, así como los tiempos de recuperación y las
posibilidades de recaer en dichos problemas físicos.
Invertir cuesta, y el actual
campeón de la Champions League adquirió ese nuevo oráculo en septiembre del
año pasado en casi 2.2 mdd.
Poco a poco, a escala mundial la
inversión en tecnología médica se vuelve fundamental en el presupuesto de los
equipos deportivos.
Incluso, son las empresas externas
quienes desarrollan métodos para ofrecerlos a los equipos.
Ese es el caso de SAP
(multinacional alemana dedicada al diseño de productos informáticos de
gestión), que trabajó en un concepto llamado Injury Risk Monitor. Es un
software que obtiene datos relevantes del jugador a través de dispositivos
externos que recopilan información de entrenamientos, partidos, localización
demográfica y aplica una fórmula matemática para estimar el riesgo de una
lesión.
¿La historia sería diferente si
el doctor Brian J. Cole hubiera conocido el software antes de tratar a Derrick
Rose?
“La información obtenida ayuda a
los fisioterapeutas a saber rápidamente cuáles son las áreas problemáticas o
las que influyen en los riesgos de lesión. Identifica cualquier deficiencia en
el estado físico del atleta, alerta sobre la posible lesión antes de que suceda
y permite a los médicos decidir el cuidado necesario en tiempo real”, detalla
el informe del software sobre sus beneficios.
Esta tecnología empieza a ser
tomada en cuenta por los clubes de futbol mexicanos. Tigres adquirió una cabina
que somete a tratamiento a una temperatura de menos de 160 grados denominado
Crioterapia. El costo del aparato es de aproximadamente 50,000 dólares.
“Sirve por medio de ese frío
extremo para disminuir los procesos inflamatorios y dolorosos, (pues) el frío
tiene un efecto importante en el control del dolor”, comenta Óscar Salas, jefe
de servicios médicos de Tigres. El galeno detalla que la máquina ayuda a
disminuir el número de lesiones, reduce el tiempo de recuperación en un 20% y
mejora la capacidad física.
Pero para Will Carrol, no sólo la
tecnología es necesaria, sino también aumentar el número de médicos de las
instituciones deportivas. “Hay muchas personas calificadas (en referencia a las
equipos de las ligas estadounidenses), pero lo que hace falta es más personal,
porque no se dan abasto”.
John Hefferon, quien fuera
médico de los Bulls de la NBA por 13 años, habla del prestigio de su
profesión y de su colega Brain J. Cole. “Si te va bien eres el mejor, pero si
no se logra sanar (Derrick) su nombre estará señalado siempre”.
Chicago tiene por ahora toda la
fe en este profesor del departamento de ortopedia, anatomía y biología celular
del Rush University Medical Center, porque el negocio del equipo y de la
marca Adidas está en riesgo. Una lesión más sería uno de los peores fracasos
financieros en el deporte mundial en la última década: 279 mdd entre salarios y
contratos comerciales.
Nadie es inmune a las lesiones,
ni Messi, ni Rose, ni otras superestrellas. Lo más seguro es que cuando esos
cuerpos se rompen algo queda en claro: las finanzas de las instituciones
deportivas hacen frente a una dolorosa fisura.
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