Las siete frases que dice el 'padre rico' que
nunca diría el 'padre pobre'
El Confidencial - lunes, 2 de noviembre de
2015
“Ser producto de unos padres
trabajadores con buenos contactos me permitió el lujo de poder observar los
efectos que pueden tener las diferentes formas de pensar y plantearse las cosas
en la vida que acaba llevando cada persona”, explica en 'Business Insider'
Robert Kiyosaki.
Autor de la serie de libros de
motivación y autoayuda 'Rich Dad Poor Dad' (Plata Publishing), de los que ha
vendido más de 26 millones de copias en el mundo, a sus 68 años se ha hecho de
oro gracias a su análisis sobre las verdaderas diferencias entre las personas
que provienen de una familia humilde –como es su caso– y las nacidas en un
entorno adinerado –para lo que tuvo de ejemplo a su mejor amigo–. “Me di cuenta
de que mi padre no era pobre porque ganase poco dinero, que en realidad era una
cantidad significativa, sino por culpa de sus pensamientos y acciones”, asegura
el que hoy es uno de los hombres más ricos de Hawái.
Empresario, inversor, 'coach'
motivacional, activista en el sector de la educación financiera, comentarista
financiero e importante personalidad de diferentes programas de radio, hace
años que Kiyosaki se dio cuenta de que incluso la forma en la que hablaba un
padre era tremendamente diferente, y esto influía en que uno creciese
económicamente más que el otro.
Con el objetivo de demostrar que
la actitud y la forma de expresarnos nos hace más diferentes que la cantidad de
dinero que tenemos en nuestra cuenta bancaria, el hombre de negocios ha
recogido algunas de las frases que el padre de su mejor amigo jamás pronunció y
el 'padre pobre' decía a menudo. ¿Quieres ser millonario? Toma nota de lo que
diría el 'padre rico' y aprende de los grandes triunfadores.
“No me lo puedo permitir”
Padre rico: “¿Cómo lo puedo pagar?”
La primera es una declaración y
la otra una pregunta. Uno zanja el asunto y el otro deja entrever que tiene
diferentes alternativas para poder hacer frente a lo que le proponen.
Como explica Kiyosaki, al
contestar automáticamente la frase 'no me lo puedo permitir', nuestro cerebro
deja de funcionar, mientras que al hacer la pregunta '¿cómo lo puedo pagar?'
nuestra mente empieza a trabajar buscando el modo adecuado. “Esto no significa
que puedas comprarlo todo. Simplemente marca un punto en el que ejercitamos o
no nuestra mente. Cuanto más fuerte sea tu cerebro y más lo utilices, más
dinero harás”, asegura el experto en finanzas.
“Trabajo por el dinero”
Padre rico: “Mi dinero trabaja para mí”
La clásica dicotomía entre 'vivir
para trabajar' o 'trabajar para vivir'. En general, las personas reciben un
salario en función de las horas que trabajan, pero los ricos suelen ser dueños
de sus propios negocios, trabajan a comisión o pueden eligir ser accionistas o
tener participaciones sobre las ganancias de una determinada empresa.
“Pues muy bien para ellos”,
pensarás. Pero el hecho es que mantener una postura en la que no dependemos
económicamente de nadie puede abrirnos poco a poco las puertas para que
realmente sea así. “Si aseguras que trabajas por dinero, le estás dando el
poder a tu empleador. Si el dinero trabaja para ti, mantienes el poder y el
control del mismo”, relata Kiyosaki.
“Con el dinero hay que ir a lo
seguro”
Padre rico: “Hay que aprender a
gestionar el riesgo”
Los ricos juegan para ganar, lo
que exige asumir riesgos y ser capaces de mantenerse cómodos ante la
incertidumbre. Claro que esto lo hacen con una sonrisa en la cara porque por
mucho que puedan perder no se van a quedar a cero… Pero, ¿y si ganas? Esa es la
actitud que tienen los millonarios y que les hace apostar una y otra vez por
negocios que pueden o no funcionar.
“Para acumular una riqueza, es
tan importante saber asumir riesgos como ser inteligente en la toma de los
mismos”, explica el autor, quien recuerda que el 'padre rico' a menudo hablaba
de la importancia de saber gestionar las inseguridades: “El riesgo a ciegas no
te llevará a ninguna parte, pero el riesgo inteligente –para el que la educación
y la experiencia juegan un papel clave– es la clave para lograr una buena
recompensa”, recuerda haberle escuchado.
“Mi casa es un activo”
Padre rico: “Mi casa es un
pasivo”
Aunque en nuestro país cuesta
meternos esta máxima económica en la cabeza, ser propietario de una vivienda
cuesta dinero, y no es un activo estable porque no siempre es seguro que vaya a
subir su valor con el paso del tiempo. “No estoy diciendo que no haya que
comprar una casa, pero hay que entender que para conseguir una casa más grande
o mejorar en la que vivimos, activos en el futuro, tendremos que hacer frente a
un pasivo”, explica el famoso 'coach' financiero. “Es cierto que si te quedas
sin trabajo de pronto, tener un activo te puede ayudar a conseguir dinero
mientras que un pasivo te lo irá restando, pero es importante entender la
diferencia entre uno y otro”, insiste.
“Estudia para trabajar en una
buena empresa”
Padre rico: “Estudia para comprar
una buena compañía”
Las personas más ricas no tienen
miedo de pensar a lo grande. Se fijan unas expectativas altas y esperan hacer
un montón de dinero, y tienen claro que lo conseguirán. “Por su parte, las
masas creen que tienen que luchar por mejorar y asumen que deben conformarse
con menos de lo que valen”, opina el autor, quien anima a las personas a
tenérselo, por decirlo de alguna manera, más creído, presuponiendo que si somos
capaces de vender la imagen de seguridad en nosotros mismos alcanzaremos
puestos más altos. En resumen, que te convenzas: tú sí que vales.
“Nunca seré rico”
Padre rico: “Soy un hombre rico”
Algo similar a cuando nos
encontramos con personas físicamente poco atractivas que tienen tanta confianza
en sí mismas que acaban pareciendo las más bellas del lugar allá dónde van,
aunque por motivos circunstanciales tengan, llevándolo al extremo, la cara
desfigurada. “Incluso cuando el 'padre rico' estuvo en la ruina tras un
importante revés financiero, siguió refiriéndose a sí mismo como un hombre
rico”, relata Kiyosaki, y recuerda como, ante la adversidad, el padre de su
mejor amigo insistía en transmitirles la idea de que “hay una diferencia entre
ser pobre y estar en la ruina: la quiebra es temporal, la pobreza eterna”.
Vaya, eso sí que es actitud.
“No me interesa el dinero”
Padre rico: “El dinero es poder”
Desde pequeños, a la mayoría de
las personas nos enseñan que lo importante en la vida es tener una buena
educación, encontrar un trabajo y estar agradecidos por lo que tenemos. “En
resumen: a casi todos nosotros nos han enseñado a conformarnos”, sentencia el
empresario estadounidense, quien asegura que las personas ricas “piensan en el
dinero de manera lógica y lo ven como lo que es: una poderosa herramienta que
puede presentar opciones y oportunidades”. No lo necesitan para vivir sino para
ser más poderosos, y lo tienen claro: ¿por qué conformarse con 5 si pueden
aspirar a 15? Aunque, de lo que no dice nada Kiyosaki es de a costa de qué
personas hacen los ricos sus enormes botines. Porque hay que tener actitud y
ganas, pero también muy pocos escrúpulos.
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