Más
allá de la red: la razón o la réplica
FORBES 6 de Noviembre del 2015
El uso de contenidos en la red
parece no apelar a la razón. Hoy, discernir la veracidad y utilidad de la gran
cantidad de información que viaja en internet se torna algo automático.
Jean Baudrillard fue un filósofo
y sociólogo francés crítico de la cultura en general y estudioso del
posmodernismo. Autor de diversos libros, se dio a la tarea de analizar el
impacto de la tecnología en el arte y la comunicación, analizar el concepto de
imagen, consumo y objeto, y estudiar el nuevo rol de los medios de comunicación
masiva. Todo esto derivado del paradigma tecnológico que dio lugar a cambios
significativos en el mundo.
Ante opiniones, estudios,
análisis y libros acerca de la tecnología, los nuevos escenarios de convivencia
que nos ofrece la tecnología y su influencia en un mundo globalizado, vale la
pena revisar el punto de vista de un filósofo que fue testigo de la evolución
paulatina de la humanidad ante la aparición de la tecnología.
Una visión fatalista pero realista
“La intervención de la tecnología
y la aparición de un mundo virtual y paralelo le quitan sentido a la vida, pues
ya no hay nada por descubrir, todo está dicho.” Esta afirmación de Baudrillard,
fatalista pero realista, es una reacción, de cierta forma natural, de quien
vivió la transición de la modernidad a la posmodernidad en el arte y la
comunicación.
Cuando todo es alcanzable y visto
al mínimo detalle, todo parece estar dicho. El autor observaba cómo nos hemos
perdido ante la virtualidad, donde la imagen, sin esencia alguna, torna
cualquier conducta en un acto meramente imitativo – mimético–. Como crítico de
la imagen, la significación y el símbolo, afirmaba: “La tecnología no da cabida
a la emoción, y ante la cantidad de estímulos se elimina la razón, actuando de
una manera puramente impulsiva.”
La virtualidad es mimética
El uso de contenidos en la red
parece no apelar a la razón; la generación y réplica de información parece algo
natural, sin serlo del todo. Según Joshua Grene, en su artículo “Deep
Pragmatism”, nuestra forma de aprendizaje puede compararse de manera metafórica
con una cámara fotográfica: se puede decidir si usarla en forma manual o en
forma automática. Nuestro cerebro funciona de manera similar: la forma manual
es razonada, y la automática, como su nombre lo dice, es una respuesta
instantánea, sin pasar por el filtro de la razón.
Para Baudrillard, la réplica de
información parece ser un proceso en que el razonamiento se hace ausente. Hoy,
como en los siglos pasados, las prácticas de imitación prevalecen; sin embargo,
la gran diferencia es su multiplicación casi enferma producto del alcance de
internet. Entonces actuamos como el resto: replicamos todo y nos comportamos
igual. Discernir la veracidad y utilidad de esa gran cantidad de información
que viaja en la red se torna automática. Cancelamos el modo manual, como si la
información ya estuviera previamente seleccionada, comparada y razonada.
De cara al uso de los medios de
comunicación masiva, el proceso de comunicación se invierte, y éstos se
reacomodan al paso de nuevas costumbres y de una cultura redefinida por la
tecnología. Lo que antes sucedía en los medios de comunicación masiva ahora
sucede en las redes sociales. La información no tiene fronteras y la nota de
ocho columnas pierde vigencia con 140 caracteres, al tiempo que se produce una
noticia.
Más allá de las nuevas estructuras
generadas por el cambio tecnológico, el principal cuestionamiento del filósofo
francés apela al uso que le damos a la información. Nuestro sentido de análisis
y de apreciación. Nuestro instinto de curiosidad de ir un poco más allá de lo
que la red: razón o réplica.
Lucía I. Zamora Rivera-Emprendedora
y curiosa de la vida. Una mezcla original de comunicación, marketing y
tecnología. Mi círculo virtuoso es aprender enseñando y en este espacio quiero
enseñar y compartir algo de mi mundo.
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