Rey Midas del made in Italy
FORBES, 5 de Noviembre del 2015
Lapo Elkann, el nieto más famoso
de la dinastía Agnelli, es mucho más que un enfant terrible. Más allá de
escándalos, es un visionario que ha construido un imperio empresarial de éxito
basado en el estilo italiano.
El 13 de octubre de 2005, Lapo
Elkann abrió los ojos y lo primero que vio, junto a la cabecera de la cama, fue
a su hermana Ginevra, quien durante todo el tiempo que estuvo ingresado en el
hospital de Turín, a causa de una sobredosis, no se despegó de su lado. Los
análisis que le practicaron al entrar revelaron restos de heroína, cocaína y
opio en su organismo, que había consumido en el apartamento de Donato Broco
—también conocido como Patrizia, una prostituta transexual— junto con los
hermanos Marco y Leopoldo Morgan Ulivieri —hijos de la contessa Giuseppina
Garavaglia—, a quienes la policía detuvo poco después: al primero en Milán y al
segundo en Ibiza. Se les acusaba de tráfico de cocaína en las principales discotecas
de la zona de Milán, según una
investigación de varios años que tenía ramificaciones en Italia, España y
Argentina.
La noticia fue un shock para la
familia Agnelli, sobre la que muchos sostienen que se cierne una maldición: en
1997, Giovannino, sobrino de Giovanni Agnelli, patriarca de la dinastía dueña
de la marca Fiat —más conocido como L’Avvocato—, a quien había nombrado su
heredero, murió a los 33 años a causa de un extraño tumor. La compañía estaba
en plena crisis, pero Agnelli en ningún momento pensó en dejarla en manos del
que podría haber sido su sucesor natural, su hijo Edoardo, quien nunca se había
implicado en los asuntos de la familia. Más interesado en la meditación y la
espiritualidad que en el capitalismo y el dinero, Edoardo siempre había sido un
extraño para su padre; una depresión lo llevó a suicidarse en 2000 a los 46
años tirándose de un viaducto, tras años de coquetear con las drogas.
L’Avvocato nunca se recuperó de ambos golpes. Murió en 2003 y no vivió para ver
este último acto del drama familiar.
Físicamente, Lapo Elkann se
parece mucho a su abuelo, a quien le unía una relación muy especial. De él ha
heredado, además de la peculiar pronunciación de la «r», su carisma para crear
estilo; aunque su abuela, la princesa Marella Caracciolo, uno de los cisnes de
Truman Capote y auténtico fashion icon en la segunda mitad del siglo xx,
también tiene mucho que decir al respecto. Tras salir del coma y someterse a un
tratamiento de desintoxicación, Lapo decidió volar por libre Había llegado el
momento de demostrar que era algo más que un niño mimado. «No soy un dandi ni un enfant terrible, soy un
luchador», aseguraba el año pasado en Barcelona durante la presentación de una
nueva colección de lentes de su marca Italia Independent para Scalpers,
propiedad de otro joven heredero, el español Rafael Medina, hijo de Rafael
Medina, duque de Feria y grande de España, y la estilista Naty Abascal.
En los casi diez años
transcurridos desde su ingreso en el hospital y su reinvención como empresario
había transcurrido mucho más que una década, se
había producido toda una metamorfosis. En 2007, lanzó Italia Independent,
dedicada a la fabricación de lentes de fibra de carbono, junto a dos socios,
Giovanni Accongiagioco y Andrea Tessitore. La marca se expandió y hoy comprende
un holding que comprende toda clase de productos de diseño, en colaboración con
firmas como Smeg, Ferrari o Fiat. Italia Independent Group, que salió a Bolsa
hace dos años y hoy tiene presencia en más de 70 países, comprende también una
agencia de comunicación (Independent Ideas), un vodka (Spirit Vodka), un
proyecto de marketing y branding sonoro (Sound Identity) y una marca de jeans
(Care Label). Sólo en su primer trimestre desde su salida a Bolsa en 2013, la
compañía aumentó sus ventas un 65%.
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