Precio del oro, ¿a dónde irá si
hay alza de tasas?
FORBES- 11 de noviembre del 2015
Si en efecto llega el alza de
tasas de la Fed en diciembre, es posible que la caída de precios continúe para
regocijo de las manos fuertes que, lejos de preocuparse, estarán felices de
adquirir tanto valor a precio de ganga.
El mes pasado escribimos en este
espacio que la “escasez” de oro (y plata), que se mide utilizando la Base y la
Cobase –indicadores exclusivos de la Nueva Escuela Austríaca de Economía-,
había desaparecido. La razón principal para que regresara la abundancia de
metal físico al mercado fue el alza de precios observada sobre todo durante la
primera quincena de octubre, que propició que el precio al contado (spot)
regresara a ser más bajo que el del contrato de futuros a diciembre, como es
normal.
Cuando lo opuesto sucede, es
decir, que el precio “spot” (al contado) se vuelve más alto que el de futuro
–una condición anormal conocida como “backwardation”-, es un indicio claro de
que la demanda por lingotes es muy abundante, sobre todo, a causa de los
precios bajos. Hay escasez. Por ello es que gracias a las alzas aceleradas de
octubre –que lo llevaron a máximos de cuatro meses-, los especuladores
regresaron a revender su oro físico al mercado hasta generar una nueva
abundancia.
Aquí hemos explicado que desde la
crisis de 2008-2009, el rey de los metales ha oscilado entre abundancia y
escasez, con una tendencia observada en la base y la cobase hacia la escasez
permanente.
Debido al exceso de lingotes en
circulación, previmos en ese entonces un posible desplome inducido por grandes
ventas de oro papel. Así ocurrió de nuevo como una copia fiel de lo que ha
pasado en ocasiones anteriores.
Por si fuera poco, la baja de
precios se ha acentuado luego del viernes pasado, cuando el buen dato de empleo
estadounidense disparó las probabilidades de un inicio de alza de tasas de
interés por parte de la Reserva Federal (Fed) de ese país. Lo que es bueno para
el dólar, no lo es para el precio del oro.
Pero lo relevante es que el
desplome de precios que ha hecho perder al oro casi 100 dólares desde su máximo
del mes pasado, en automático ha hecho reaparecer la “backwardation” (escasez).
De nuevo, el precio spot es más alto que el del futuro activo (diciembre).
Lo anterior confirma que aún hay
allá fuera una buena cantidad de “manos débiles”, como se les denomina a los
tenedores de oro físico para propósitos meramente especulativos y no de
inversión en valor, que cada vez que sube regresan a liquidarlo.
Pero la verdadera historia se
está dando del lado de los inversores en valor. Estos son aquellos que
adquieren oro como protección financiera de su patrimonio, como seguro contra
un posible colapso económico-financiero. Estos NO venden el oro ni siquiera con
alzas a máximos de varios meses, y en cambio, esperan a que vuelvan las fuertes
caídas como las recientes para seguir ampliando sus posiciones. Eso explica que
la backwardation regrese cada vez que los precios se abaratan. Ese oro sale de
la circulación hacia manos privadas –sobre todo en Asia- y no volverá a
aparecer sino hasta después de la gran crisis del dólar
Es falso, por tanto, que el
interés por el oro se esté acabando. Cuando el sistema monetario se sigue
hundiendo ante el exponencial peso de la deuda y la impresión monetaria, los
inversionistas más avezados se siguen preparando silenciosamente comprando más
y más oro. A estos inversores es a los que hay que imitar, pues mientras que el
valor de activos en papel puede desaparecer de un plumazo, el oro no. El metal
precioso seguirá aquí incluso cuando todos nos hayamos ido.
Si en efecto llega el alza de
tasas de la Fed en diciembre, es posible que la caída de precios continúe para
regocijo de las manos fuertes que, lejos de preocuparse, estarán felices de
adquirir tanto valor a precio de ganga. Seguimos considerando como posible ver
un piso de precio por debajo de los mil dólares por onza, quizá a nivel de los
900. Pero que nadie se confunda, llegado el mínimo, la racha hacia arriba de
largo plazo será retomada. Este descanso no es más que una típica corrección
(baja) dentro de un “bull market”. El mercado alcista del oro está más vivo que
nunca.
Guillermo Barba-Economista de la
Escuela Austríaca y periodista mexicano, autor del blog Inteligencia Financiera
Global.
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