El desastre minero en Brasil
resalta el reto global del sector en seguridad
The wall
street journal Noviembre de 2015
SÍDNEY—La ruptura de una presa en
una de las minas que BHP Billiton posee conjuntamente con Vale SA en Brasil, y
que había cobrado hasta el lunes la vida de cuatro personas, se produce en un
año en que la mayoría de las grandes mineras hacen amplios recortes de costos
para enfrentar la caída de precios globales de los commodities y en que parecen
haberse estancado las mejoras en los registros de fatalidades en la industria.
Puede que las causas exactas del
desastre del jueves cerca de la mina de hierro Samarco, operada por una empresa
de capital cerrado propiedad de la anglo-australiana y la brasileña, no se
conozcan por algún tiempo, dicen expertos, mientras continúa la búsqueda de
decenas de personas desaparecidas en un área completamente inundada.
Resultado del quiebre de una
presa de relaves, el accidente en el estado de Minas Gerais, al sudeste del
país, es diferente a muchos incidentes del pasado, que usualmente ocurren en
las profundidades de los pozos y túneles de las minas.
La inundación de lodo causada por
la ruptura es la mayor en su tipo jamás registrada, según Robert Chambers,
presidente del Centro para la Ciencia y la Participación del Público,
organización estadounidense que monitorea tales accidentes desde 1915.
Mineras como BHP, la mayor del
mundo por valor de mercado, insisten en que la seguridad es una prioridad. La
empresa, que cotiza en el Reino Unido y en Australia, es conocida por su
enfoque casi obsesivo: las personas que visitan por primera vez sus oficinas corporativas
en Londres y Melbourne tienen que ver un video sobre seguridad antes de asistir
a reuniones.
Sin embargo, BHP registró cinco
muertes en su año fiscal finalizado en junio, en operaciones en Australia,
Chile y Sudáfrica, frente a cero en los 12 meses previos.
Andrew Mackenzie, presidente
ejecutivo de BHP, dijo el viernes en una conferencia de prensa en Melbourne que
la empresa se estaba concentrando en la seguridad de las personas y en cómo
limpiar el impacto del incidente.
El lunes, la empresa enfatizó en
un correo electrónico a The Wall Street Journal que Samarco Mineração SA, la
empresa que posee en partes iguales con Vale, era la “responsable en su
totalidad” de la operación de la mina dañada.
Rio Tinto, el rival
anglo-australiano de BHP, reportó tres muertes en los primeros ocho meses de
2015, frente a dos en todo 2014. Durante el primer semestre de 2015, Anglo
American PLC, que cotiza en el Reino Unido y tiene operaciones sustanciales en
Sudáfrica, registró cinco muertes, comparado con un total de seis en 2014.
Glencore PLC, otra minera de envergadura, registró ocho muertes, comparadas con
16 en todo 2014.
El leve aumento de las
fatalidades ha ocurrido a pesar de los esfuerzos de la industria para reducir
las muertes de empleados en los últimos años.
Grandes minas altamente
mecanizadas y fuerzas laborales reducidas han contribuido a un descenso estable
en las tasas de frecuencia de accidentes. Las empresas se han mostrado
dispuestas a compartir conocimientos sobre asuntos de seguridad, para lo cual
han establecido estándares globales. También han hecho que la seguridad sea una
medida clave cuando calculan las bonificaciones de los ejecutivos.
BHP dijo hace dos años que
cerraría su operación subterránea Perseverance, en Australia Occidental, debido
a preocupaciones de seguridad.
Andrew Harding, director de la
división de mineral de hierro de Rio Tinto, se refirió el jueves a los cambios
en el enfoque. “Hace 20 años, la seguridad no era una prioridad al interior de
Rio Tinto —de hecho, en todo el sector— como lo es ahora”, señaló. “Ahora,
empezamos cada reunión con un intercambio sobre seguridad, reducimos el riesgo
del lugar de trabajo, medimos y constantemente traducimos errores en lecciones
para que la gente esté más segura”.
De todas formas, hay un riesgo de
que el reciente éxito de las mineras pueda haber cultivado cierta complacencia,
advirtió en un documento David Cliff, profesor de salud ocupacional y seguridad
en el sector minero de la Universidad de Queensland, en Australia.
La presión para que las minas
mejoren su productividad y reduzcan personal podría “conducir a un retroceso de
la cultura de mejoras de seguridad al concentrarse en lo que hay que hacer en
lugar de lo que se debería hacer”, escribió Cliff. “Existe un peligro real de
que la salud y el desempeño de seguridad en los países desarrollados empeore en
vez de mejorar”.
En el caso de BHP, el aumento
reciente de los accidentes fatales provocó este año una revisión de tres meses
que incorporó las opiniones de los empleados sobre las prioridades de seguridad
de la compañía para los próximos dos años. Sin embargo, BHP sólo reporta las
muertes en las operaciones que administra, al igual que el resto del sector.
Samarco, en las inmediaciones de
la ciudad de Mariana, es gestionada en forma independiente de BHP, aunque el
gigante anglo-australiano y Vale designan miembros de la junta. Un vocero de
BHP señaló que no estaba en condiciones de comentar acerca de la supervisión de
la compañía sobre los procedimientos de seguridad de Samarco.
Para algunas mineras globales,
los temas de seguridad están vinculados a los países donde operan.
La mayoría de los accidentes
fatales que sufrió Glencore el año pasado ocurrieron en “geografías
complicadas, que carecían de robustas culturas de seguridad antes de que
asumiéramos el control”, dijo la empresa en su informe anual de sostenibilidad.
Glencore ha identificado
operaciones en Kazajistán, la República Democrática del Congo, Ucrania, Zambia
y Bolivia, países donde emplea más de 70.000 personas, como “activos de foco”
donde realiza el mayor esfuerzo para reducir las muertes vinculadas al trabajo.
Glencore implementó hace dos años una nueva iniciativa, llamada SafeWork, para
incentivar a sus empleados a seguir prácticas más seguras.
El talón de Aquiles de las
prácticas de seguridad de Anglo American ha estado desde hace tiempo sus
operaciones de minería de platino en Sudáfrica, donde se registró alrededor de
la mitad de las fatalidades que sufrió el año pasado. La minería de platino se
realiza a menudo a muchos metros bajo tierra y es intensiva en mano de obra.
Durante la gestión de Cynthia
Carroll como presidenta ejecutiva, las muertes cayeron 60% entre 2007 y 2012 y
han mantenido esa tendencia durante el mando de su sucesor, Mark Cutifani. La
empresa ahora concentra sus esfuerzos en los activos de platino que no están a
grandes profundidades.
Aunque información al día acerca
de la minería global no está disponible, la gran mayoría de los accidentes se
produce en minas que no son controladas por las grandes mineras. Eso incluye el
rescate en 2010 de los 33 mineros atrapados bajo tierra en Chile durante 69
días, el período más largo de la historia. La mina era gestionada por una empresa
pequeña, Cia. Minera San Esteban Primera.
China sigue estando plagada de
accidentes mineros con consecuencias fatales. De todos modos, la cantidad de
muertes anuales relacionadas con la minería de carbón cayó por debajo de 1.000
el año pasado, según cifras oficiales mencionadas por el profesor Tom Wright de
la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido. Hasta 2002, cerca de 7.000
mineros fallecían al año en accidentes en minas de carbón en China.
En Estados Unidos, los accidentes
mineros con consecuencias fatales subieron a 45 el año pasado, frente a 42 en
2013, según los datos de la Administración de Seguridad y Salud Minera del
Departamento de Trabajo. Este año, se registraron 25 muertes hasta el 6 de
noviembre.
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