Selección Mexicana, un negocio de 300 mdd
FORBES- 2 de diciembre de 2016
La Selección vive en una eterna
discrepancia: la afición sufre (por los malos resultados), las autoridades
ganan más dinero (por una lealtad a prueba de goleadas) y el equipo califica
dramáticamente a los torneos para no poner en riesgo todo lo demás.
El 21 de noviembre la Selección
Mexicana y la de Nueva Zelandia saltaron a la cancha y la lluvia ya era un
acompañante de los 100,000 espectadores que llenaban el Estadio Azteca,
dispuestos a apoyar a un equipo que tuvo que llegar hasta la última instancia
para acceder al Mundial de Brasil.
Después de 31 minutos, Paul
Aguilar convirtió el primer gol y así empezó la historia para ligar la sexta
participación de manera consecutiva de nuestro país en una Copa del Mundo.
Ese día Justino Compeán reaccionó
como pocas veces en sus tiempos de presidente de la Federación Mexicana de
Futbol (Femexfut). Ese gol salvó un negocio de 259 mdd, que se hubiera ido a
la basura si el equipo nacional no hubiera conseguido su boleto a Brasil.
En términos deportivos, México no
ha llegado más allá del cuarto partido en un Mundial fuera de casa, sufre para
calificar a los Mundiales, pero nada merma a los patrocinadores para dejar de
invertir en un producto que, si la calidad se reflejara en resultados, está
estancado.
¿Por qué El Tri sigue siendo un
negocio pese a no conseguir éxitos?
Según datos obtenidos por Forbes
México, la expectativa de la Femexfut para el ciclo de Rusia 2018 es alcanzar casi
los 300 mdd. Y no sólo eso, ya piensa en un futuro con más del 25% de ingresos
asegurados para el ciclo de Qatar 2022.
“Hay símbolos en México que
siempre seguiremos; uno de ellos es la Selección Mexicana. Los aficionados caen
en un chantaje social”, reflexiona Miguel Ángel Lara, miembro de la Red de
Investigadores del Deporte y académico de la Universidad Iberoamericana.
“Vivimos en un país de memoria
cortoplacista y de perdón inmediato, de tal manera que, cuando la Selección se
ha visto en situaciones realmente delicadas y comprometedoras (en lo
deportivo), el aficionado suele olvidar todo y acude a respaldarlo”, comenta Jorge
Badillo Nieto, especialista en marketing deportivo y autor del libro La
mercadotecnia y el deporte ahora.
Algunos datos: los mejores
ingresos en taquilla y venta de camisetas del ciclo pasado durante la
eliminatoria fue en los últimos partidos del hexagonal y el repechaje
(Honduras, Panamá, Costa Rica y Nueva Zelandia), justo cuando peor jugaba el
equipo y el boleto a Brasil estaba en riesgo. Más de 65 millones de personas
vieron por televisión esos encuentros e ingresaron más de 60 mdp por venta de
boletos, de acuerdo con cifras de Futbol y Finanzas y Sport Business.
Goleados pero recaudando
Todo iba tan bien para Juan
Carlos Osorio como director técnico de la Selección Mexicana, que sus discursos
con una alta dosis de retórica conquistaban y dejaban con pocos argumentos a
sus críticos. Pero no todo es para siempre. Llegó el 18 de junio de 2016 y, con
ello, la catástrofe: 7-0 ante Chile en la Copa América Centenario, la peor
goleada que ha recibido México en un torneo oficial.
Pero ni una paliza así impide que
el negocio pare. Televisa y TV Azteca (dueñas de los derechos de televisión de
la Selección) promocionan constantemente los partidos amistosos, hablan del
hexagonal final y ninguno de los patrocinadores principales (Coca-Cola, Adidas,
Movistar y CitiBanamex) se han pronunciado con descontento por el mal paso del
Tri.
¿Por qué la Selección sigue
siendo un negocio? ¿Cuál es la receta de la Femexfut para que conserve alto el
rating y venda camisetas?
“Podría pensarse que es poco ético
y hasta cínico comercializar un producto que constantemente se ve envuelto en
polémicas (en la cancha y fuera de ella) y que no siempre deja satisfechos a
los aficionados. Sin embargo, hay un punto importante: el trabajo del
mercadólogo deportivo (no sólo el de la selección mexicana) no consiste en
garantizar campeonatos, medallas y resultados positivos: su trabajo es
gestionar la marca, contribuir a crearle valor, buscar nuevas oportunidades en
el mercado, nuevos consumidores, fidelizarlos, hacerlos leales, conocer su
forma de pensar, su comportamiento, proveer de valores agregados al producto
principal y, obviamente, comercializar el producto”. Así lo analiza Jorge
Badillo Nieto, quien afirma que, de acuerdo con sus cálculos, lo que podría
ingresar la Femexfut para el ciclo 2018 serían hasta 320 mdd.
Además de los socios comerciales
en nuestro país, el Tri cuenta con acuerdos en Estados Unidos. Este 2016,
Nissan se unió con la Femexfut como su sponsor en la gira anual que realiza el
equipo en el país vecino.
“El mercado hispano fue un factor
importante para nuestro crecimiento durante el año pasado, y reconocemos la
importancia del público latino como una fuerza que impulsa nuestro éxito”,
comenta Jeremy Tucker, vicepresidente de Comunicación de Mercadotecnia y
Medios de Nissan Norteamérica.
De acuerdo con el Centro de
Investigación Pew, 65% de 56.7 millones de hispanos en Estados Unidos son
méxico-estadounidenses, de los cuales 35 millones son aficionados del Tri.
Para el consultor de imagen
deportiva, Eric Olavarrieta, si hay alguien que en todos los momentos de
crisis se ha comportado “a la altura”, son precisamente los patrocinadores.
“Ellos pusieron el ejemplo de cómo manejar una crisis en la que tú estás
dentro. Finalmente, tenían presente que era una oportunidad”, detalla sobre el
riesgo que tuvo El Tri de no acudir al Mundial pasado.
Actualmente, México es 17 del
mundo en el ranking de la FIFA. Arriba de ellos hay naciones como Croacia,
Polonia, Gales o Uruguay; y aunque deportivamente esas selecciones son mejores
que la mexicana, la Femexfut factura entre tres y cuatro veces más ingresos que
ellos. De acuerdo con datos de Sport Business, Havas Sports y Futbol Finanzas,
la FMF es una de las ocho federaciones en el mundo que más dinero ingresan cada
cuatro años.
“La gente de la Selección sabe
explotar el morbo; es una especie de inteligencia maquiavélica”, dice el
especialista Miguel Ángel Lara.
Cuando más aficionados tiene El
Tri es cuando peor le va. “El nacionalismo es un producto que vende, y lo
torcemos porque en la Selección nada tiene que ver México: es de privados”,
relata Lara.
Lo que ahora afecta realmente a
la Selección no viene directamente de los resultados (por ahora), sino de las
condiciones financieras globales. Guillermo Cantú, secretario general de la
Femexfut, dice que el contexto del mundo cada vez complica más la negociación
de los contratos de patrocinio. “Todas las industrias tienen cautela. Lo que
debemos decir es que tenemos un producto buenísimo, porque tiene que ver con el
espíritu, con el corazón, pero insisto en que no estamos inmunes a los embates
económicos que sufren Europa, Brasil, China…” Lo cierto es que, cada cuatro
años los ingresos crecen entre 12 y 20% aproximadamente.
¿Tendrá un tope el negocio del
Tri? Hace un par de años, Justino Compeán, expresidente de la FMF, dijo a esta
publicación: “Todo tiene un límite y es difícil ir creciendo más y más”.
Valores que recaudan
¿Qué hace tan seductora a la
Selección Mexicana que nunca la traicionamos? “Identidad, nacionalismo, unión,
historia, poder de convocatoria, popularidad, masividad, alta aceptación,
mercado mexicano en Estados Unidos, representación del deporte más popular en
México”, dice Jorge Badillo Nieto.
Un directivo de una de las
empresas que patrocinan a la Selección Mexicana consultado por esta publicación
(y que solicitó el anonimato) dijo: “Imagínate, la exposición es en dos países.
¿Qué selección del mundo tiene dos mercados? Quizá Brasil, pero ninguna más.
Eso nos beneficia a todos, da mucha rentabilidad y, aunque vengan malos
resultados, confiamos en ellos”.
Hasta ahora, el efecto más
notable por el escandaloso 7-0 ante Chile es su repercusión en los precios de
boletos para ver a la selección de Osorio. De finales del año pasado a
septiembre de 2016, la devaluación de los boletos alcanzó un 44.6%. Pero, como
hemos visto, la venta de entradas no es el fuerte en los ingresos de la FMF.
Badillo Nieto dice: “El
aficionado mexicano ve en la Selección Mexicana una oportunidad para creer en
la posibilidad de triunfar, de sobresalir, de destacar… y también es una
oportunidad de olvidar”.
México empezó a disputar, este
mes de noviembre, el hexagonal final de Concacaf (que da tres boletos para ir a
Rusia, y un repechaje ante Asia) y lo que el comportamiento financiero dice
(respecto de los dos ciclos pasados) es: si el equipo va mal, si sufre, si
está en riesgo de no calificar… los ingresos mejorarán; pero si no llega a
Rusia 2018, estarán en juego más de 300 mdd.
Resulta una combinación perfecta:
sufrimos, las autoridades ganan más dinero, pero calificamos dramáticamente
para no poner en riesgo todo lo demás. “El Mundial fomenta el nacionalismo y
uno de esos valores nos los da la Selección Mexicana”, reflexiona el
investigador deportivo Miguel Ángel Lara.
Después de los partidos ante
Estados Unidos y Panamá, en el arranque del hexagonal, México jugará en casa
el 24 de marzo de 2017, ante Costa Rica. ¿Se activará la economía del morbo?
¿Habrá nuevo entrenador nacional? ¿Se vivirá otra etapa de idilio con la
Selección? La única certeza es que amarrar el boleto a Rusia 2018 le permitirá
a la Femexut afirmar que, en los últimos 12 años, habrá facturado más de 850
mdd.
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