ecologia

CITES debate sobre caoba peruana
El organismo que controla el comercio de productos elaborados con flora y fauna salvaje estudiará en La Haya Holanda temas como la exportación de caoba peruana, la protección del lince ibérico y el tráfico de marfil.
Desde este domingo y durante 12 días, la 14º Asamblea de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés) decidirá sobre la regulación de las exportaciones de caoba de Perú a partir de junio próximo.
Un informe que se presentará ante la convención establece que las exportaciones peruanas de esa madera violan la legislación internacional y amenazan a las comunidades indígenas que viven en el Amazonas.
Perú es el principal exportador mundial de caoba, uno de los pocos tipos de madera protegida.
Los autores del informe -la Fundación Rainforest y la Asociación Nacional del Amazonas Peruano- solicitarán a los casi 200 países signatarios de la CITES, que consideren una prohibición inmediata de la caoba peruana.
Aunque el documento sostiene que la caoba se comercia ilegalmente, los madederos rechazaron tajantemente esa afirmación.
"Perú no exporta madera ilegal; eso es imposible pues hay más de ochos supervisiones antes de la salida de caoba", declaró Micha Torres, presidenta del Comité de Maderas de la Asociación de Exportadores de Perú.
Lince y marfil
Otro tema que se abordará en La Haya es la regulación del comercio de pieles de lince.
De acuerdo con los expertos, el libre mercado de ese producto amenaza aún más al lince ibérico.
En cuanto al marfil, se estima que podría haber una flexibilización en las restricciones de su comercio.
Este sábado, CITES dio el visto bueno a una venta única de 60 toneladas de marfil del sur de Africa a Japón, a pesar de que los críticos señalaron que ello incrementará la caza ilegal de elefantes.
El organismo hará un seguimiento a la venta del marfil de las reservas nacionales de Sudáfrica, Botswana y Namibia para determinar si estas afecta al mercado negro. Esos tres países prometieron depositar las ganancias en fondos destinado a proteger la vida salvaje.