Tigre

Manuel Belgrano, cincuenta años de historia junto al rugby

El club de Tigre cumplirá su 50º aniversario el 1 de octubre y Pablo Linares Luque, su presidente, compartió en Rugbytime la emoción y el significado de un momento muy especial para su institución

A orillas del río Reconquista se alza con orgullo. Su historia se emparenta a la de muchos otros clubes de rugby que comparten su mismo inicio. Primero considerado apéndice de un colegio en el que se practica el rugby para luego cobrar la dimensión suficiente como para establecerse por su cuenta sin desestimar su relación primaria, por supuesto, sino valorizándola. En el rugby de Buenos Aires hay varios ejemplos similares que comparten sus primeros años de vida.

El Club Manuel Belgrano cumplirá su 50º aniversario el 1 de octubre de este año y es una gran ocasión para celebrarlo. El los últimos años su plantel superior alcanzó un rendimiento que no había logrado en temporadas anteriores y se ubicó entre los mejores equipos de la URBA. Un mérito que unifica y revitaliza a todo el club. Pablo Linares Luque, presidente de la institución, dio cuenta en Rugbytime.com de la importancia que reviste este momento para todos los socios de su institución. “Es un gran honor y una alegría estar en este momento aquí –dijo por su cargo- pero era algo que le podía tocar a cualquiera. Tenemos al equipo peleando en la Reubicación del Grupo I y consolidado. Es un gran trabajo en donde todos ponemos el hombro y nuestro esfuerzo”.

El festejo del medio siglo de vida se postergará unos meses ya que la idea es no distraer de los compromisos próximos a los jugadores. “Estamos un poco concentrados en el torneo que es muy duro y competitivo. Todos los equipos que están allí quieren mantener o subir de categoría”, reconoció el directivo. Al momento de entregar reconocimientos fue directamente a los impulsores de este deporte en el colegio. “Los Hermanos Maristas tenían mucho aprecio por el rugby por los valores que transmite este deporte. Gracias a ellos existen San Luis, Champagnat, Marista de Mendoza y también están en Mar del Plata. No entendían mucho del deporte en sí pero si de lo que transmitía”.

“En un principio –siguió adelante con la historia- participamos como colegio y jugábamos amistosos. Pero para tener continuidad se requería darle la forma de club. Igualmente con el colegio compartimos muchas cosas”, estimó al sopesar la relación existente entre aquel y el club que hoy conduce.

Al referirse al aspecto personal, Linares Luque se mostró convencido de que la retribución que obtiene es mucho mayor al empeño que pone en sus múltiples tareas dentro del rugby. “Hoy en día estoy en el Consejo de la UAR como tesorero, antes fui de la URBA así que conozco bien lo que significa este trabajo. En mi situación como dirigente son todas satisfacciones pese a las dificultades que surgen y surgieron en su momento”. Y fue más allá para que no quedaran dudas sobre su sentimiento: “son más las alegrías que los sinsabores”. Además, “entreno actualmente a los Menores de 13 del club por lo que trato de devolver también de esta forma un poco de todo lo que el rugby me dio. Todo sin cobrar un peso, por amor al deporte”, aclaró con una sonrisa antes de despedirse.