Una técnica de coaching ayuda a identificar las
metas para el 2015
Infobae - sábado, 13 de diciembre de
2014
Cada fin de ciclo casi que obliga a hacer un
balance y replantearse objetivos. Tanto las de corto como las de largo plazo,
cuando se termina un año y se piensan nuevas metas para el que empieza, el cómo
se plantean los deseos no es un tema menor.
Al parecer, lo más importante a la hora de
plantearnos alcanzar algún objetivo es decidir qué es lo que realmente queremos
conseguir. Dicen los que saben que nunca alcanzaremos ninguna meta si
previamente no determinamos claramente el objetivo.
Para Lucila Guttman, coach ontológico de salud
y bienestar, las exigencias y responsabilidades del día a día hacen que
contemos con muy poco tiempo para sentarnos a reflexionar qué es lo que
realmente queremos conseguir.
"Imaginar, crear imágenes mentales,
visualizar; todo tiene que ver con proyectar la realidad que deseamos, las
soluciones que necesitamos, los cambios que queremos. La visualización es una
técnica que apunta a resultados futuros pero que, a la vez, nos invita a
sentirnos bien en el presente. Y lo mejor es que depende únicamente de nuestras
propias aspiraciones", consideró Guttman, para quien "al crear y ver
una imagen o una secuencia de hechos a través de la mente, por medio de su
actividad cerebral la persona empieza a proyectar un estado físico o emocional,
una situación, un deseo, un plan, una intención que quiere en su vida".
Esta es una manera de entrenar la mente y
direccionarla por medio de la escucha interior de nuestros pensamientos y
anhelos. Requiere concentración, tranquilidad, imaginación y práctica. "Es
posible que, en una primera visualización, las imágenes no surjan tan
rápidamente, que cueste encontrar la vía de conexión interior y que haya trabas
que vienen desde el afuera para poder visualizar con claridad", explicó la
especialista, quien recomendó que "en estos casos, el ejercicio de esta
práctica constante será la solución a la desconcentración y a la falta de
retratos mentales".
La visualización provoca resultados que pueden
percibirse en la realidad. Ya sea con objetivos cercanos o lejanos, grandes o
pequeños, la técnica es un canal para lograrlos y, en definitiva, acercar a la
persona al bienestar.
"De este modo -continuó Guttman- es una
estrategia para direccionar nuestras vidas hacia el lugar deseado, favoreciendo
los cambios necesarios para que esto se produzca y, por consiguiente, mejorando
nuestra calidad de vida".
Podemos decir que la visualización es una
actividad creativa, que se potencia con nuestro vuelo propio y que es única en
cada ser humano, porque todos podemos visualizar imágenes diferentes, aunque
nos estemos imaginando una misma situación.
Tras asegurar que "las personas que
practican la visualización tienen una actitud activa con respecto a su vida y
van en busca de deafísos", la especialista en coaching destacó que se
trata de personas que "no esperan que el mundo les provea lo que quieren,
sino que son protagonistas de su futuro y comienzan preguntándose qué es lo que
desean para imaginarlo y luego concretarlo en el día a día".
"Las personas que practican la
visualización tienen una actitud activa con respecto a su vida y van en busca
de deafísos"
Cómo visualizar
• Las imágenes que se visualizan deben ser lo
más exactas posibles, con detalles de colores, formas, olores.
• Si es demasiado complejo, se pueden tomar
imágenes de revistas, fotos de lugares u objetos y traspasarlos a la mente de
forma precisa y minuciosa.
• Una vez lograda, pensar cómo eso puede llegar
de manera concreta, cuáles son las vías para obtener esos anhelos.
• Repetir la visualización con frecuencia, de
ser posible a diario, en un espacio de calma que favorezca la atención de la
mente.
• Es fundamental que la visualización incluya a
la persona como parte de la escena, Por ejemplo, si se crean imágenes mentales
de un nuevo departamento, hay que verse desayunando ahí.
• Creer que lo que se está visualizando se
concretará en la realidad es un factor clave. Es esencial que cada uno esté
convencido de los beneficios de este procedimiento. Y de los resultados que
obtendrá con su práctica.
¿Hay algo que estoy haciendo mal?
Muchas veces creemos que estamos haciendo
adecuadamente un proceso de visualización, pero descuidamos algunos aspectos
que pueden estar demorando nuestros resultados. Por ejemplo:
- Mezclamos imágenes negativas. Si queremos
visualizar un día laboral positivo las imágenes deben tener este foco
exclusivamente. Los problemas, inconvenientes, malos entendidos o discusiones
laborales deben quedar afuera de nuestros pensamientos.
- No agradecemos. Agradecer lo que tendremos o
lo que anhelamos que suceda es una señal de confianza en el proceso, y provoca
un pensamiento con la fuerza necesaria para que la visualización se plasme en
la realidad.
- El entorno o nuestras palabras comunican lo
contrario. Es preciso evitar las contradicciones a las visualizaciones. Por
ejemplo, si queremos tener una pareja, no es conveniente repetir frases del
estilo "el amor no es para mí" o "ninguna relación me
dura".
Guttman remarcó que "la visualización es
una técnica que requiere práctica para implementarla como un hábito, así es que
lo ideal es comenzar a beneficiarse con ella perfeccionándola por medio de
pequeños deseos. Es decir que podemos empezar a visualizar algo pequeño, para
pasar luego a algo más grande y realmente significativo para nuestra vida y
nuestras proyecciones".
"De este modo -para ella- visualizar es
una manera de entrenar nuestra mente en un camino de bienestar y de
autoconocimiento, creando día a día la realidad ideal para cada uno, más allá
de los mensajes y creencias impuestos por la sociedad".
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