Todo lo que hay que saber para viajar a Cuba
Apertura - sábado, 13 de diciembre de
2014
Si al bajar del avión en el aeropuerto José
Martí todavía sigue un poco dormido, podría pensar que viajó en el tiempo. Que
en lugar de salir de Ezeiza tomó el De-Lorean, el auto con el que Marty McFly y
el Doc Brown avanzaban y retrocedían en el calendario en la película Volver al
futuro. Da la impresión de que La Habana es una ciudad detenida en los años
‘50. Desde los autos clásicos conservados a la perfección a las fachadas
derruidas de los edificios, el pasado es presente en Cuba.
La Habana Vieja, la zona más antigua, declarada
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982, es el centro turístico y el
punto ideal para empezar el recorrido. Allí se ubican algunas de los
principales espacios verdes, como la Plaza de las Armas o la Plaza Vieja.
También, el Capitolio Nacional, un inmenso edificio construido en 1929 que
recuerda mucho a la construcción del mismo nombre en los Estados Unidos, o el
Gran Teatro de La Habana, sede del Ballet Nacional.
Por otra parte, la ciudad también es un buen
lugar para probar la cocina local: la zona se encuentra rodeada de paladares
(restaurantes atendidos por sus propios dueños, muchas veces en casas de
familia), bares populares y restaurantes lujosos. Sin embargo, para poder
consumir primero se necesita cambiar dinero. En Cuba, se manejan dos monedas:
el peso cubano (CU) y el peso cubano convertible (CUC), destinado al turismo.
Se recomienda cambiar de euros a CUC ya que, pese a que originalmente un CUC
era igual a un dólar, hoy a esta moneda se le cobra un impuesto del 10 por
ciento. Un paladar como Los Mercaderes suele tener un menú por 10 o 15 CUC,
mientras que en uno de los restaurantes de lujo de La Habana, como Café del
Oriente, se cotiza en 50 CUC.
Los tragos también tienen su lugar en la
ciudad. “Mi daiquiri en El Floridita y mi mojito en La Bodeguita”, escribió
Ernest Hemingway, quien vivió varios años en Cuba. El Floridita es uno de los
bares históricos, en servicio desde 1817. En su interior hay una estatua del
autor de El viejo y el mar y se puede disfrutar de un espectáculo en vivo de
música local mientras se bebe un daiquiri, por 6 CUC. A la hora del mojito, el
otro gran clásico de la coctelería cubana que conquistó a Hemingway, conviene
peregrinar a La Bodeguita del Medio, otro de los lugares turísticos por
excelencia. En las paredes, el pequeño local exhibe miles de firmas de quienes
lo visitaron. Afuera, un hombre de blanco escribe poemas a los turistas por una
propina.
Otra buena opción para conocer más acerca de la
historia cubana es visitar el Museo de la Revolución, a pocas cuadras del
Parque Central de La Habana, donde se encuentra una de las estatuas en
conmemoración a José Martí, escritor y una de las principales figuras políticas
de la isla. Además, es el lugar por excelencia donde los cubanos se reúnen a
discutir sobre su deporte favorito: el béisbol. El Paseo del Prado, también en
el centro, es otra de las atracciones principales para visitar a pie. Se trata
de una avenida peatonal amplia, rodeada de árboles, con 8 estatuas con la
figura de un león que adornan el camino.
Otra buena opción para conocer más acerca de la
historia cubana es visitar el Museo de la Revolución, a pocas cuadras del
Parque Central de La Habana
También a pie se llega al Malecón, una gran
costanera de 7 kilómetros de largo que bordea la ribera norte de la capital
cubana. Caminando por allí se pueden vislumbrar distintas edificaciones
construidas originalmente con el fin de a proteger la urbe de los piratas,
mientras que a lo lejos asoma el Cristo de La Habana, escultura de 20 metros
ubicada sobre la colina de La Cabaña. Ya fuera del circuito que se puede cubrir
a pie, la Plaza de la Revolución es uno de los must de Cuba. Tras un corto
viaje en taxi se puede acceder al enorme parque en donde se encuentra otro
monumento a José Martí. Y enfrente se pueden ver las obras hechas a relieve con
los rostros de Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos. La del argentino se
encuentra sobre el edificio del ex Ministerio de Industria, ahora del Interior,
cartera que lideró, junto con la presidencia del Banco Central. Ambas,
realizadas por el escultor Enrique Ávila, inspiraron a la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner para la creación del mural de Eva Perón que custodia la
porteña Avenida 9 de Julio.
Fuera de carta
Más allá del circuito turístico relacionado con
la historia reciente cubana, hay otros lugares ideales para los fanáticos de la
música y la literatura. Uno de ellos es la Finca Vigia, la casaquinta que
Ernest Hemingway tenía en San Francisco de Paula, al sur de la capital. Para
llegar se debe tomar un taxi y negociar el precio final (que ronda los 30 CUC),
y luego pagar 5 CUC para conocer al que fuera hogar del estadounidense, donde
actualmente funciona un museo en su honor, ya que conserva las pertenencias
originales del autor de Por quién doblan las campanas. Pero no se puede acceder
a la intimidad de la vivienda: sólo se pueden tomar fotografías a través de las
ventanas y puertas. Según aseguran desde el museo, la casa cuenta con más de 9
mil libros y revistas clásicas, como Life o The Atlantic. Además de la casa
principal, se puede conocer de primera mano El Pilar, barco que utilizaba
Hemingway para pescar... y beber, ya que contaba con una pequeña bodega debajo
del timón. También se pueden ver las lápidas de las tumbas de sus perros:
Black, Negrita, Linda y Nerón.
La Habana Vieja, la zona más antigua, declarada
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982, es el centro turístico y el
punto ideal para empezar el recorrido.
Por otra parte, en la zona de El Vedado se
encuentra el Parque John Lennon, que rinde homenaje al integrante de The
Beatles con una estatua del músico inglés realizada por el escultor cubano José
Ramón Villa. A diferencia de otras esculturas del país, está custodiada: Juan,
de 96 años, es el encargado de agregarle sus característicos anteojos redondos
porque desde su inauguración, el 8 de diciembre de 2000 –en conmemoración de
los 20 años de la muerte del Beatle–, los gafas fueron robadas reiteradas
veces. Como solución, el Municipio de La Habana contrató a Juan para que las
tenga en su bolsillo y se las coloque cada vez que un turista se acerca a
fotografiar el monumento. Además, a metros del parque se encuentra El Submarino
Amarillo, un bar tributo con imágenes de los Fab Four y en donde suenan todas
las noches distintas bandas de rock cubanas. Por otra parte, en el Parque
Villalón se conserva un busto de Eva Perón, réplica del original de Enzo Giusti
que está en el Museo Evita.
Paraíso terrenal
A los cubanos se les infla el pecho al hablar
de sus playas, reconocidas entre las mejores del mundo. “La arena es como
talco”, aseguran los locales. Y tienen razón. La costa cubana está cubierta de
una arena fina y blanca que desemboca en un mar transparente.
Uno de los principales destinos para aquellos
turistas que busquen descansar y disfrutar bajo el sol es Varadero. La ciudad
se encuentra en la provincia de Matanzas, a 130 kilómetros de La Habana. Sin
embargo, lo que puede ser un largo viaje tiene su recompensa en los más de 20
kilómetros de playa que rodean al lugar de Cuba más cercano a los Estados
Unidos. De hecho, es el segundo destino turístico del país, después de la
capital. Varios de los cayos que forman parte de la isla también se
convirtieron en centros turísticos, como Coco, Ensenachos, Guillermo y Largo
del Sur.
Ensenachos se destaca por ser un cayo virgen de
200 kilómetros cuadrados que se encuentra ubicado entre Las Brujas y Santa
María. Los tres lugares están conectados con la isla a través de un pedraplén
de 48 kilómetros que tardó 10 años en construirse. Su vegetación se conserva
prácticamente intacta: no sólo se pueden apreciar sus bosques, sino que posee
una de las playas más destacadas del país, ideal para aquellos que desean
practicar actividades acuáticas como esnórquel. Cayo Coco es otra de las
locaciones más destacadas a la hora de disfrutar de un paraíso caribeño: al
igual que los anteriores, se encuentra conectado a través de un pedraplén y
tiene aeropuerto propio.
Igualmente paradisíaco es Cayo Largo del Sur:
de hecho, para muchos cubanos, su Playa Sirena una de las más lindas de la
isla. Es, además, una de las más extensas y vírgenes del lugar. Allí, además de
disfrutar de la playa, se puede nadar con delfines.
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