Un dólar más fuerte es una amenaza para los
mercados emergentes
El Cronista Comercial - viernes, 12 de
diciembre de 2014
Mientras el ritmo de mercados emergentes se
ralentizó a la par de la economía en los últimos años, sus exportadores se han
esforzado por ir en busca de la demanda global. En principio, una depreciación
general de sus monedas podría ayudar.
De todos modos, no hay demasiadas razones para
creer que esto ocurrirá. No solo la depreciación puede ser tanto una
consecuencia de la debilidad económica como una cura, sino que la pérdida de la
confianza y las cargas de deuda en aumento probablemente pesen más en la
balanza que el beneficio de la competitividad.
Parte del problema es que los precios en baja
del petróleo y otros commodities causan un impacto más negativo que positivo en
las economías emergentes. Los exportadores de commodities perdieron más de lo
que los importadores ganaron, afirma David Lubin, director de economía de
mercados emergentes de Citi Research.
"Cuando los precios de los commodities
bajan, no es fácil tener confianza en los mercados emergentes", sostiene.
Hasta un importador de commodities tal como
Turquía se está viendo afectado. Lubin señala que algunas de las ganancias de
la cuenta corriente de Ankara provenientes de importaciones de petróleo más
baratas fueron contrarrestadas por lo que ocurrió con la cuenta de capital, en
la cual el ritmo del flujo de cartera disminuyó. La lira turca volvió a caer
luego de mostrar una recuperación en el primer trimestre de este año.
En un país exportador de commodities como
Brasil, donde en 2010 los ministros de quejaron de que la debilidad del dólar
estadounidense ponía al país en una situación de desventaja, la debilidad del
real no ha arrojado las ganancias esperadas. Esto es una prueba de que para
Brasil y otros países una moneda depreciada no basta. Los beneficios fueron
superados por la incapacidad de aumentar la competitividad por medio de la
inversión en productividad.
Desde ya, hacer deducciones a partir de
movimientos de corto plazo en los tipos de cambio es riesgoso y esto hoy es más
real que nunca. Los déficits extremos e intermitentes de liquidez de los
últimos dos meses hicieron fluctuar a los precios de todos los activos, lo cual
sugiere un rol aún más importante de lo usual del resultado incierto del
posicionamiento y el apalancamiento para impulsar el valor de las monedas. De
todos modos, independientemente de lo que determine los tipos de cambio, es
probable que la caída de las monedas de los mercados emergentes subraye la
actual fragilidad económica más que fomentar el crecimiento futuro.
Muchos economistas sostienen que la falta de
reformas estructurales en la mayor parte del mundo en desarrollo ha dejado a
las economías en mala posición para sacar provecho de las oportunidades de
exportación. En términos más generales, las exportaciones han dejado de ser un
motor de expansión de los mercados emergentes, posiblemente debido a que se
están agotando las ganancias rápidas de la globalización basadas en el
arbitraje de la mano de obra de bajo costo.
En una nota publicada esta semana, la
consultora Capital Economics señala que el crecimiento de las exportaciones de
los mercados emergentes ha sido débil -y más bajo que el crecimiento global del
PBI- por varios años. Y concluye: "No se puede contar con los vientos de
cola que impulsaron las asombrosas tasas de crecimiento de exportación de las
economías emergentes en la década de 2000 para ofrecer el mismo impulso en los
próximos años".
Como resultado, la fortaleza del dólar está
siendo más una amenaza que una oportunidad.
Este no es un fenómeno nuevo: las economías de
mercados emergentes y los precios de los activos han padecido históricamente un
dólar en alza. En décadas anteriores, el canal clave era por lo general la
deuda soberana. Los gobiernos que contraían deuda en el exterior en dólares (y
con frecuencia también vinculaban la moneda al dólar) se vieron afectados por
un aumento de los pasivos en moneda local cuando el dólar subió. Mercados de
capitales más profundos y amplios han significado un desplazamiento de la deuda
soberana a la moneda local. Pero el endeudamiento privado es otro asunto. El
Banco de Pagos Internacionales, que actúa como banco central de los bancos
centrales, advirtió esta semana que el rápido crecimiento de la emisión de
deuda por parte de empresas de mercados emergentes puede haber originado desequilibrios
monetarios significativos.
La escasez de datos significa que la magnitud
del problema se desconoce. El BPI dice que los bancos internacionales habían
aumentado los préstamos transfronterizos a los mercados emergentes a un total
de u$s 3.100 millones a mediados de 2014, principalmente en dólares. Los
prestatarios del sector privado no bancario de los mercados emergentes
emitieron casi u$s 375.000 millones en títulos de deuda internacionales en el
período 2009-2012, más del doble que en los cuatro años anteriores a la crisis.
Y eso a pesar de la dura experiencia durante la crisis en sí, cuando un fuerte
aumento del dólar causó decenas de miles de millones de dólares en pérdidas a
las empresas emergentes del mercado y llevó a algunas a la quiebra.
El daño que puede causar la caída de las
monedas de mercados emergentes no puede saberse de antemano. Sin embargo.
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