Financial Times, bienvenido a la
“conspiración”
Forbes - miércoles, 29 de
enero de 2014
Cada día más reporteros y analistas
logran que los medios tradicionales se vayan abriendo a publicar textos con
enfoques críticos del statu quo.
Los medios de comunicación
predominantes en el mundo financiero, han sido permanentes defensores del
actual sistema global de dinero fíat (de papel, digital, etc.) y, al mismo
tiempo, críticos acérrimos de todo lo que tenga que ver con el oro y su papel
como dinero real.
Las corrientes económicas más
importantes para ellos, por supuesto, son el keynesianismo y el monetarismo,
que tienen amplios espacios y puertas abiertas.
Por todo ello, temas como el de
la manipulación del mercado del oro, y el exceso de “oro” papel respecto a las
existencias físicas, suelen ser tratados como una mera “teoría conspirativa”.
Nada de esto sorprende, pues
poderosos intereses que se benefician de esa farsa o bien que son amigos del
Poder, son muchas veces dueños de los periódicos, revistas, portales o cadenas
de televisión más influyentes.
De este modo, la censura real, la
implícita y/o la autocensura, juegan en ocasiones el rol protagónico a la hora
de informar lo que sucede no solo en el
ámbito de los mercados, sino en el de la política, los espectáculos, deportes,
etc.
Con la llegada de Internet, no
obstante, cada día más personas tienen acceso a otras fuentes de información y
pensamiento crítico que, cuando son veraces, ganan espacios importantes al
ofrecer al público lo que en otros lados no encuentra. Los blogs son quizás el
mejor ejemplo de estos espacios.
Gracias a esa ola incontenible de
verdades, es notorio cómo cada día más reporteros y analistas logran que esos
medios tradicionales se vayan abriendo –más a fuerza que por voluntad propia, a
publicar textos con enfoques críticos del statu quo.
En este sentido, vale la pena
rescatar la nota que Neil Collins, del londinense Financial Times, escribió el
viernes pasado: Aprendan del Buba y demanden la entrega para el verdadero
precio del oro.
En ella, Collins recuerda que el
año pasado, el Bundesbank (Buba, banco central de Alemania) anunció que
repatriaría en total 700 toneladas del oro (674 tons. para ser precisos) de las
reservas alemanas desde París (374 tons.) y Nueva York (NY, 300 tons.). Destaca
que aunque un par de aviones “jumbo” podrían haber hecho el movimiento
transatlántico en un dos por tres, lo cierto es que desde NY el Buba solo
recibió, en 2013, cinco toneladas.
Cabe recordar que el plazo
planteado para la repatriación fue 2013-2020, pero lo cierto es que a ese ritmo
tomaría 60 años a Alemania recuperar las 300 toneladas que, se supone, le debe
enviar la Reserva Federal (Fed) estadounidense.
Collins ironiza al respecto: Jens
Weidmann, presidente del Buba, es bienvenido a ver los lingotes en las bóvedas
de la Fed –que no se puede llevar cuando quiera, mientras lanza pregunta ¿de
quién son en realidad estas barras?
La respuesta es sencilla y aquí
se la damos: son de Estados Unidos. No
de Alemania, no de México (que tiene algunas onzas también allá) ni de ningún
otro país. Por eso el poco oro que le queda, no lo piensa soltar tan fácil ni
permitirá que lo auditen.
La regla número uno de inversión
en metales preciosos es contundente: “el oro es de quien lo posee”, nada más.
Así pues, de manera muy poco
usual, el Financial Times critica también que el volumen de oro intercambiado
en los mercados, supere “muchas veces” el volumen entregado en físico. Reprocha
además que el “oro papel” en el Mercado de Lingotes de Londres adopte las
conocidas formas de derivados financieros, para maximizar las ganancias de los
banqueros.
La frase final es elocuente: “…un
día los lazos que atan a este oro digitalizado podrían romperse, con resultados
potencialmente catastróficos. Así que si le gusta el oro a los precios
deprimidos de hoy, aprenda del Buba y demande su entrega.”
Bienvenido pues el Financial
Times. Gracias a él, inversores escépticos ahora se unirán a las filas de la
“teoría conspirativa”, e irán por su oro antes de que sea demasiado tarde.
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