El Gráfico Diario - viernes,
24 de enero de 2014
Siempre la temporada anterior a
un campeonato mundial suele ser atípica. Las figuras de mayor relevancia no
cumplen con sus mejores desempeños porque la cabeza les indica cuidarse un poco
más de lo habitual para llegar en condiciones a la cita futbolera. También pasa
que el estrés termina por ganarles los músculos y sufren desgarros que les impiden
cumplir con los compromisos de sus equipos.
Tienen en mente evitar lesiones que los alejen
del Mundial, o incluso la responsabilidad de ser los mejores. Además siempre
están las patadas o los roces con un rival. De todos los casos hay un ejemplo.
El último, y más cabal, es el del
colombiano Radamel Falcao García. El delantero de Mónaco peleó una pelota con
un defensor, cayó al piso y ya no pudo levantarse. Rotura del ligamento cruzado
anterior de la pierna izquierda. Entre seis y ocho meses alejado de los
terrenos de juego. Es la primera figura de relevancia cuya ausencia en Brasil
2014 está confirmada.
Sin un cuadro tan grave, lo mismo les ocurrió
a David Beckham, Michael Owen, Rio Ferdinand, Michael Essien y Michael Ballack
en Sudáfrica 2010, todos bajas en sus equipos por lesión.
Esta situación ahora generará un
morbo de cara al final de la competencia oficial. Se había empezado a sentir
cuando a finales de 2013 Lionel Messi sufrió un desgarro en el bíceps femoral y
decidió ausentarse de los terrenos de juego durante dos meses para poder
recuperarse al ciento por ciento.
También la semana pasada, cuando
Neymar quiso tirar un centro estirándose ante la marca de un rival y como
consecuencia dobló su tobillo. Por las impactantes imágenes se temió lo peor,
pero finalmente fue un esguince de tobillo.
A falta de menos de 150 días para
que se largue el nuevo Mundial, están descartados (o parcialmente descartados)
el francés Samir Nasri, el alemán Sami Khedira, el chileno Humberto Suazo, el
ecuatoriano Jayro Campos y el colombiano Radamel Falcao.
Vuelve a ganar la escena en la
cabeza de todos los jugadores sobre qué hacer y cómo cuidarse para evitar lo
que algunas veces puede ser evitable.
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