Hacia dónde deben ir los medios
digitales
FORBES- 6 de septiembre de 2019
A punto de entrar a la tercera
década del siglo XXI, no podemos hablar de un medio dominante, sino de una
integración de ellos en la que su más reciente protagonista es el streaming.
Con la llegada de cada nuevo
medio que aparece en escena, se incrementan las posibilidades de información y
entretenimiento, pero también su complejidad. Pensemos en lo primero. Para
aprovechar un periódico, sólo se necesitaba saber leer. Luego, para escuchar la
radio, solamente se tenía que prender el receptor y sintonizar la estación.
De aquellas primeras formas de
comunicación, hagamos el salto al presente y reflexionemos acerca de todo lo
que necesitamos como referencia para poder usar internet, televisión digital o
cualquier canal de servicio On Demand, y, sobre todo, en cuántas alternativas
tenemos, comparadas con las que tenían los lectores o radioescuchas en 1930.
A punto de entrar a la tercera
década del siglo XXI, no podemos hablar de un medio dominante, sino de una
integración de ellos en la que su más reciente protagonista es el streaming, o
los servicios bajo demanda, que a su vez están compuestos de una multitud de
proveedores con una oferta cada vez más enriquecida.
Integración a cualquier edad
Si bien es cierto que los grupos
más jóvenes tienen mayor facilidad para abrazar esta mezcla de servicios de
información y entretenimiento, también es verdad que la nueva oferta impacta a
todos, pues su variedad de contenidos no excluye a nadie.
En el estudio “Tendencias de
medios digitales 2019” de Deloitte, podemos destacar justo esta particularidad.
Los resultados de la encuesta reflejan un interesante equilibrio en el consumo
de estos medios entre TV de paga, streaming de video y streaming de música en
todas las edades (desde los 14 hasta los 72 años o más).
Cabe señalar que, en todos los
casos, el líder de esta segmentación de servicios es el video. Aunque en
algunas ocasiones es más dominante, generalmente las personas no sustituyen un
servicio por otro, sino que los complementan en lo que se convierte en un
mosaico de entretenimiento.
Oportunidades a la vista
En este sentido, todos
enfrentamos también algunos retos al tener una gama de posibilidades tan
grande. Por ejemplo, tener que gestionar una telaraña de contraseñas,
suscripciones y perfiles disociados. Esto no solo vuelve compleja su
administración, sino que puede comprometer nuestros datos personales o
invadirnos con spam.
Estos desafíos son de gran
relevancia si consideramos que seguirán llegando nuevos proveedores y
servicios. Tal es el caso del gaming, quizá la oferta de streaming que más
resuena en los porcentajes de consumo del estudio citado anteriormente.
Precisamente los juegos en línea
apuntan a ser la siguiente propuesta de contenido On Demand que supere a los
formatos tradicionales, algo en particular importante para nuestro país que,
con 55.8 millones de video jugadores, es considerado el más rentable del
mercado en América Latina: solo en el primer semestre de 2018, generó mil 600
millones de dólares. En la siguiente entrega, revisaremos cómo deberá
optimizarse la industria del streaming con base en lo que los usuarios piden y
quiénes serán los beneficiados de esta competencia que apenas comienza.
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