El Liderazgo 3.0, un reto para las organizaciones
FORBES- 13 de septiembre de 2019
El reto de los líderes radica en forjar esta nueva visión y
en preparar a su gente en la adaptación a esos cambios, promoviendo la
innovación y la consolidación de la organización.
Un buen líder mueve a su gente hacia el logro de los
objetivos desde el “querer”, y no desde el “tener que”, haciendo que disfruten
lo que hacen y sientan que trascienden con las actividades que realizan.
El modelo de Liderazgo 3.0 es un movimiento de innovación y
de gestión que engloba una responsabilidad grupal. Si bien el líder trabaja
para que su equipo logre los resultados deseados, lo hace también en aras de
fortalecer la relación con su gente.
En el proceso del liderazgo 3.0, existe un concepto llamado
Vuca, que, por sus en inglés, significa Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad
y Ambigüedad. Actualmente, todas las empresas se mueven en este entorno, donde
el ambiente, el mercado y el cliente es Volátil. Todos los días se crean nuevos
productos y servicios, por lo que nada está escrito en el mundo de los
negocios, lo cual genera Incertidumbre. Asimismo, la Complejidad se da porque
las organizaciones se enfrentan a usuarios cada vez más exigentes; Y Ambigüedad
porque cada vez resulta más difícil sorprender a los clientes. Los clientes
quieren recibir un buen servicio, pero ¿qué es un buen servicio? Es ahí donde
las empresas tienen que “entrarle” a conocer de lleno a sus clientes, segmentándolos
detalladamente. Hoy podemos producir el mismo producto, cambiando, por ejemplo,
la forma de distribución y la forma de entrega.
En este sentido, el reto de los líderes radica en forjar
esta nueva visión y en preparar a su gente en la adaptación a esos cambios,
promoviendo la innovación y la consolidación de la organización. Se trata de un
escenario retador para los líderes que tienen gente a su cargo.
Para migrar a un Liderazgo 3.0
Énfasis en los Cómo. No se puede gestionar lo que no se
conoce. Muchas empresas envían a sus líderes de ventas a realizar el trabajo de
campo junto con sus colaboradores para sensibilizarlos y hacer que vivan en
persona la experiencia; es decir, conocer el proceso en primera persona para
después gestionar el trabajo desde su posición de líder.
Inspeccionar, adaptar, y darle permiso a la gente a que
falle. Se trata de permitir al equipo que cometa errores, en aras de fomentar
una cultura de aprendizaje.
Capacitación. Basado en los siguientes 3 pasos:
Liderarse a sí mismo. Se trata de ejercer el liderazgo en
uno mismo; ¿qué necesito para mejorar mi trabajo, la relación con mi equipo?,
hacer consciente lo que funciona o no en nuestro actuar diario.
Liderar con el ejemplo. Un líder no debe pedir lo que no
está dispuesto a dar. Liderar con el ejemplo le da credibilidad al líder frente
a su equipo.
Liderar a líderes. Desarrollar a los colaboradores,
impulsando sus competencias y fomentando su promoción dentro de la
organización, con el fin de crear nuevos líderes.
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