El ensordecedor ruido del racismo en el fútbol
de Rusia
BBC Mundo - lunes, 2 de marzo de 2015
El ruido fue tan alto que al principio costaba
distinguir de qué se trataba esa mezcla de vítores y cánticos de los
aficionados.
Pero una vez que te dabas cuenta era
inconfundible. Cada vez que un jugador negro de cada equipo tocaba el balón, un
sector de los aficionados ubicados detrás de cada arco rompía a hacer sonidos
de monos.
Hubo incluso un aficionado, que en medio de
risas, escenificó un baile de simio para acompañar sus gruñidos.
Esto ocurrió en un partido de fútbol en Rusia,
la sede del próximo mundial en 2018.
Las autoridades restan importancia a las
sugerencias de que el racismo es un problema grave en el país y dicen que están
trabajando para erradicarlo del juego.
Sin embargo, un reciente informe liderado por
el organismo Fútbol Contra el Racismo en Europa (Fare, por sus siglas en
inglés), resaltó más de 200 casos de comportamiento discriminatorios vinculados
al fútbol ruso durante dos temporadas.
El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, expresó
su preocupación por el problema y el año pasado le pidió personalmente al
presidente de Rusia, Vladimir Putin, que priorizara la lucha conta el racismo.
"Inaceptable"
Las escenas durante el encuentro entre el CSKA
de Moscú y el Zenit de San Petersburgo, dos de los conjuntos más grandes de
Rusia, reflejan que el esfuerzo hecho hasta ahora ha tenido un impacto
limitado.
El partido se disputó poco después de que el
CSKA fuera forzado a jugar dos encuentros con el estadio vacío, castigado por
la UEFA después del comportamiento racista y violento de sus aficionados
durante una visita a Roma.
El brasileño Hulk fue el primer futbolista
negro en toda la historia del Zenit de San Petersburgo.
"Siempre hay algo como esto viniendo de
los aficionados de nuestros rivales", se quejó el delantero brasileño del
Zenit, Hulk, después del partido en Moscú.
Él atribuyó el abuso a la "ignorancia y
falta de cultura".
"Si algo como esto pasa durante una Copa
del Mundo sería un grave problema", agregó el jugador brasileño.
Hulk fue el primer futbolista negro en toda la
historia del Zenit cuando llegó al equipo en 2012.
Su fichaje fue motivo de protestas por parte de
aficionados que defendían la falta de jugadores negros como una
"importante tradición" y un tema de "identidad".
El año pasado, un delegado del organismo que
regula el fútbol en el mundo, la FIFA, describió el nivel de racismo en el
fútbol ruso como algo "completamente inaceptable" para un país que
será sede de un mundial.
"No es tan serio"
Ser sede de un Mundial es una cuestión de
prestigio para Rusia, especialmente en una época en la que enfrenta un
aislamiento político por su apoyo a los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania.
El CSKA de Moscú fue sancionado con dos
partidos a puerta cerrada por el comportamiento de sus aficionados durante su
visita a Roma.
Ha habido algunos rumores sobre un posible
boicot debido a la crisis.
Asimismo, las sanciones económicas sobre Moscú,
sumadas a la fuerte caída en el precio del petróleo, forzó al gobierno a cortar
el presupuesto destinado a la construcción de dos estadios, que tendrán 10.000
asientos menos que lo planificado.
Ahora se agregan las preguntas sobre el trato a
los jugadores negros por parte de los aficionados.
Las autoridades deportivas no niegan que es
algo que existe, pero consideran que el problema no es grave.
"Hay problemas en todos lados, pero en
Rusia no es tan serio", dijo a la BBC el ministro de Deportes, Vitaly
Mutko.
"Algunas veces los aficionados cantan
cosas racistas, pero nosotros tomamos medidas. Hay castigos. No creo que
estemos parados frente al tema. Hay muchos jugadores negros aquí y no veo el
problema", dijo.
Puntos de vista
Algunos de esos jugadores a los que hace
referencia Mutko no están de acuerdo.
A comienzos de la temporada hubo un incidente
con el defensor del Dinamo de Moscú, Christopher Samba, quien fue víctima de
abusos por parte de los aficionados del FC Torpedo de Moscú.
Samba fue sancionado con dos partidos por su
"gesto desagradable" a los aficionados del Torpedo de Moscú.
Samba reaccionó y la Unión de Fútbol de Rusia
(RFU, por sus siglas en inglés) lo castigó con dos partidos por lo que llamaron
un "gesto desagradable".
Otro caso fue el de un entrenador en Rostov,
una de las sedes del Mundial 2018, que generó polémica cuando comentó que había
"tenido suficiente de las cosas" cuando se le preguntó si estaba
interesado en fichar a un defensa de Camerún. Se refería claramente a los
jugadores negros.
El entrenador, Igor Gamula, también bromeó que
su equipo podría tener Ébola después de que muchos jugadores cayeran enfermos.
Sus comentarios le valieron cinco partidos de
suspensión después que fueron reproducidos en la prensa internacional, si bien
Gamula defendió que su "broma" fue mal interpretada.
Actitudes como ésta repican en las gradas de
los estadios cuando muchos aficionados consideran que los gruñidos de monos
simplemente forman parte de las "bromas".
Ilegal
Los comportamientos racistas son ilegales desde
hace más de un año cuando entro en vigor la ley de aficionados en 2013, la cual
regula la conducta de los hinchas e introdujo una serie de sanciones muy
estrictas en caso de que haya incitación a la violencia, odio y racismo.
Rusia develó el logo del Mundial 2018 en uan
ceremonia frente al teatro Bolshoi en octubre del año pasado.
Las penas pueden llegar a ser de siete partidos
de suspensión, duras multas y 15 días de detención.
Un oficial de la RFU insistió que la ley ha
sido implementada, pero que no podía brindar estadísticas.
El Torpedo de Moscú tuvo que jugar a puertas
cerradas por el incidente con Samba, pero en el partido en el que estuvo
presente la BBC entre el CSKA y el Zenit no hubo ningún tipo de reacción por
parte de las personas de seguridad o la policía frente a los repetidos cánticos
racistas.
Un representante del CSKA se justificó diciendo
que los clubs no cuentan con equipos de vigilancia sofisticados para poder
hacer frente al problema y procesar a los culpables.
Cuestión de tiempo
"Es recién que las autoridades han
comenzado a luchar contra el racismo", resaltó Alexander Verkhovsky, del
grupo ruso antirracismo SOVA.
Los problemas económicos han afectado los
planes de Rusia, que ha tenido que recortar el presupuesto de varios estadios.
"Hace cinco años había impunidad, a ellos
no les importaba. Ahora necesitamos acciones más determinantes, pero el hecho
de que estén haciendo algo es un progreso", aseguró.
Él atribuye el problema al "lamentable
alto nivel" de racismo que afecta a la sociedad en general.
Jan, aficionado del CSKA, considera que falta
mucho trabajo para erradicar el racismo del fútbol ruso.
"Los aficionados de fútbol no son pequeños
niños buenos", dijo un hincha del CSKA, Jan, durante el partido frente a
Zenit.
"Son chicos de la calle y pueden tener
puntos de vista muy radicales".
"El racismo existe en el fútbol ruso. No
creo que vaya a ser erradicado en por lo menos una década", reflexionó.
Pero la Copa del Mundo es en tres años y la
FIFA desea que el evento sea un reflejo de su postura de cero tolerancia ante
la discriminación.
A día de hoy, Rusia está muy lejos de alcanzar
eso.
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