Paradigmas tecnológicos: educación e inclusión
Forbes - viernes, 20 de marzo de 2015
Estamos por alcanzar el 50% de acceso a
internet en México, pero eso no significa que tengamos avances en educación, y
mucho menos que haya programas serios al respecto.
Si me detengo a pensar por un momento cómo veo
a nuestro país y si pudiera observarlo desde una perspectiva externa, casi
desde otra dimensión, esto es lo primero que me viene a la mente: un México
atrapado en una especie de remolino cuya velocidad va en aumento. Y a su
alrededor, varios salvavidas que significan la única opción de salir. Debo
elegir la mejor opción: anticorrupción, seguridad, estabilidad económica o
educación. ¿Cuál tomarías tú?
Si miramos a corto plazo debería tomar el salvavidas
anticorrupción; si pensamos a mediano plazo, el salvavidas ideal sería el de la
estabilidad económica o incluso el de la seguridad. Con estas opciones
podríamos pensar que ya estamos del otro lado y que aquel remolino quedó atrás.
Sin embargo, a mi parecer, dichos salvavidas no significan un cambio sustancial
para México.
Si miramos a largo plazo, sin duda alguna yo
tomaría el de la educación y tomaría el riesgo de hacer –ahora sí– las cosas
bien. Un cimiento educativo puede ser la última alternativa para llevar a
México a otro nivel. No hay nada que inventar: sólo ordenar y mirar
detenidamente modelos como el de China o Finlandia; sumarse a programas,
campañas o fundaciones; asesorarse y crear programas inclusivos para garantizar
una educación de primer mundo: una educación digital.
Las profesiones de un futuro cercano
Las profesiones más demandadas están
relacionadas con el mundo de la tecnología, la investigación y el desarrollo.
Biometría, seguridad, almacenamiento y protección de información, análisis de
datos e internet de las cosas se vislumbran como las especializaciones con
mayor demanda.
Según estudios realizados por la World Future
Society y el Centro Fast Future, las profesiones del futuro están definidas por
las necesidades medioambientales, de salud, de conexión y de seguridad. ¿Cómo
lograr el acceso a estas profesiones cuando aún no se tiene una base sólida ni
educativa ni tecnológica?
La educación tecnológica tiene varias
connotaciones:
Podríamos detenernos a analizar cada una de manera
particular y no terminaríamos. Pese a que estamos por alcanzar el 50% de acceso
a internet en México, eso no significa que tengamos avances educativos, y mucho
menos que haya programas serios al respecto. Un spot en los medios no basta
para “anunciar” que en México un grupo de niños usan tablets en el salón de
clases. ¿Qué pasa en el resto del país? ¿Cuáles son los avances de estos niños?
¿Qué pasa con todas las licitaciones que se concursan y que poco sabemos de sus
resultados?
Modelos probados y comprobados
Un movimiento probó que todos los niños podían
tener una computadora. One Computer per Child es una iniciativa para acercar el
conocimiento y la tecnología a cualquier niño del mundo como una vía de
modernizar la educación. Las laptops cuentan con características particulares
que las hacen accesibles tanto en uso como en costo.
Una niña revolucionó a su país y un sistema
completo para luchar por la educación. Malala Yousafzai, Premio Nobel de la
Paz, logró lo que muchos países, por cualquier tipo de índole, no se han
atrevido: hacer de la educación un sistema inclusivo e innovador. La historia
de Malala nos hizo recordar que la educación es un derecho y una vía de
conocimiento.
Por otro lado tenemos casos particulares de
países como Finlandia y China. El país oriental ha invertido 10,100 millones de
dólares en educación rural en últimos cuatro años. En Finlandia, a partir del
curso 2016-2017, los alumnos no recibirán clases de caligrafía sino de
habilidades de escritura digital. Su modelo educativo destaca que el uso de
tablets favorece las relaciones sociales y ayuda a los niños a desarrollar su
inteligencia, además de ser muy útiles para jugar, leer, navegar y sobre todo
para estudiar, ya que aceleran los procesos de aprendizaje.
Basándonos en la premisa inicial, si se apuesta
por el salvavidas de largo plazo (la educación), seguramente en 20 años las
generaciones de hoy estarán dirigiendo el rumbo de este país con una mentalidad
digital y bajo esquemas innovadores que puedan impactar aspectos no menos
importantes como la economía, la seguridad o la corrupción. Estarán dirigiendo
empresas basadas en internet, emprendiendo nuevos negocios y promoviendo la
educación tecnológica.
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